viernes, 15 de mayo de 2020

Obras maestras / El mundo de Cristina, de Andrew Wyeth




El mundo de Cristina
Andrew Wyeth
The Museum of Modern Art_NY 2012
Foto de Triunfo Arciniegas

OBRAS MAESTRAS DE LA PINTURA
Christina’s World  by Andrew Wyeth


Si se visita New York por primera vez, hay tres cosas que está uno casi obligado a ver antes de nada: la Estatua de la Libertad, la vista desde el último piso del Empire State Building y el cuadro de Andrew Wyeth en las paredes del Museo de Arte Moderno (MOMA), El mundo de Cristina.

Este cuadro, un icono dentro de la cultura popular estadounidense, solo es comparable en popularidad al Gótico americano, de Grant Wood. Baste decir que, en 2006, una retrospectiva de la obra de Andrew Wyeth en el Museo de Arte de Pensilvania, fue visitada por más de 175 mil personas en un período de menos de cuatro meses lo que representa un récord jamás igualado en la obra de un pintor vivo.



El mundo de Cristina fue pintado por el pintor de Pensilvania, Andrew Wyeth, en el año 1948 en los alrededores de su residencia de verano en Cushing, en el estado de Maine. En este cuadro, Wyeth retrata de espaldas a una mujer vestida de rosa y que parece arrastrarse por una pradera en dirección a una misteriosa casa que aparece lejana, allí en el horizonte. De la simple observación del cuadro no se puede definir la edad de la mujer ni tampoco averiguar si se encuentra en una situación de incapacidad que la impida llegar hasta la casa que ella parece contemplar. Solo destacan, la tremenda soledad de su entorno y la fragilidad aparente de sus delgados brazos en los que descarga el peso de su torso erguido.

Que hace esta mujer y que nos quería contar el pintor con este misterioso cuadro. Eso, lo explicó al mundo el propio Andrew Wyeth.

En este cuadro, él había querido representar a Christina Olson, una vecina a la que había conocido a través de su mujer y que vivía sola con su hermano Álvaro en la casa que aparece en el cuadro. Christina, era una mujer con una incapacidad motora producida por una poliomielitis que la había afectado en su juventud y que no se resignaba a permanecer sentada todo el día ni a usar una silla de ruedas para sus desplazamientos prefiriendo arrastrarse por el campo de donde recogía pequeños ramilletes de flores para adornar su casa.

Andrew Wyeth

Realmente, la mujer que aparece en el cuadro no es la propia Christina Olson. En esas fechas, ella tenía ya 55 años y para el detalle de su torso Andrew Wyeth usó a su esposa Betsy como modelo queriendo mostrar con este cuadro el sentimiento de admiración que él había llegado a sentir por aquella mujer.

A Christina la pintó en numerosos cuadros y también a su limitado mundo formado este por su hermano, por aquellas praderas y por esa grande y destartalada casa en la que los dos hermanos le llegaron a habilitar un estudio y desde el que Wyeth pintaría con ojos de voyeur el mundo que se filtraba a través de aquellas ventanas a las que él definió como unos gigantescos ojos, ojos como pedazos del alma, casi.

Christina Olson murió en 1969, algunos años después que su hermano Álvaro y está enterrada junto a él en el cementerio que existe a espaldas de la casa y en el que también descansa Andrew Wyeth por expreso deseo del mismo. La casa, construida en 1700 y reformada con su aspecto actual en 1871 por un antepasado de los Olson, está declarada desde junio de 2011 Monumento Histórico Nacional y forma parte actualmente del Farnsworth Art Museum, un museo con una de las colecciones más grandes de pintura de la familia Wyeth, toda una saga de artistas.

Puedes ver más obra del pintor realista Andrew Wyeth en este video o visitando su página Web.

DESDE EL OTRO LADO DEL CUADRO


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