domingo, 29 de julio de 2012

Casa de citas / Mickey Rourke / Sobre la derrota

Mickey Rourke
SOBRE LA DERROTA


Hay mucho gilipollas en este negocio. En aquel tiempo, no me gustaba recibir órdenes y no pude controlar la situación. El error fue esperar a que llegase el guión mágico. Me gasté el dinero en una mansión, coches y un barco. Un día llegó el momento de volver a trabajar para pagarlo todo y escogí proyectos por el dinero. Fueron un fracaso, y pasé de vivir en una casa enorme a hacerlo en un cubo de basura. Ahora vivo con menos lujos y conduzco un coche más pequeño, así puedo escoger los papeles en los que creo.


Público, 27 de marzo de 2010





sábado, 28 de julio de 2012

Casa de citas / Mickey Rourke / Es duro vivir en Los Ángeles



Mickey Rourke
ES DURO VIVIR EN LOS ÁNGELES


Es duro vivir en Los Ángeles sabiendo que tu carrera se ha acabado. Es mejor apretar un botón y desaparecer. Lo intenté, pero no sucedió. Si decides continuar, tienes que trabajar duro y pensar que vas a salir adelante. Si no, mejor meterte una pistola en la boca y volarte la puta cabeza.


Público, 27 de marzo de 2010









viernes, 27 de julio de 2012

Casa de citas / Arturo Pérez-Reverte / Javier Marias

Javier Marías y Arturo Pérez-Reverte

Arturo Pérez-Reverte
JAVIER MARÍAS

¿Te puedo hacer una pregunta sobre tu amigo Javier Marías?


Sí, claro.


A primera vista sois los tíos más diferentes del mundo.


Pues no te creas, tenemos muchas cosas en común. Tuvimos una infancia parecida. Llegó un momento en el cual empezamos a crecer, y él quería escribir novelas y yo quería vivirlas, y eso nos llevó a los dos, desde un punto de partida semejante, a un recorrido muy diferente, y a un punto de llegada muy distinto. Pero los dos, cuando nos hemos tratado, nos hemos reconocido. Si nos imagino en el colegio, él quizá habría sido el chico aplicado, y yo habría sido el gamberro que era, pero habríamos sido amigos y nos habríamos apoyado mutuamente. Él me habría soplado en los exámenes y yo le habría defendido cuando se metieran con él. O, al revés, es una forma de decir. Marías no tiene un pelo de blando, eh. Es bastante duro, aunque no lo parezca. Somos muy distintos, sí, pero tenemos en común que nos respetamos mucho. Y nos queremos, tenemos una relación muy honorable. Somos hombres de honor. Tenemos códigos a los que somos fieles. Esos códigos que siguen en pie cuando todo lo demás se va al carajo. Es más de lo que suele esperarse de otro ser humano en el tiempo en que vivimos.


[De la entrevista de Enric González a Arturo Pérez-Reverte, en Jot Down, nº 1, junio de 2012]

BIOGRAFÍA DE JAVIER MARÍAS

jueves, 26 de julio de 2012

Casa de citas / Bukowski / La prensa


Charles Bukowski

La prensa

 “Disfruto las cosas malas que se dicen sobre mí. Aumenta la venta de libros y me hace sentir malvado. No me gusta sentirme bien porque soy bueno. ¿Pero malo? Sí. Me da otra dimensión. Me gusta ser atacado. ‘¡Bukowski es desagradable!’ Eso me hace reír, me gusta. ‘¡Es un escritor desastroso!’ Sonrío más. Me alimento de eso. Pero cuando un tipo me dice que dan un texto mío como material de lectura en una universidad, me quedo boquiabierto. No sé, me aterra ser demasiado aceptado. Siento que hice algo mal”.




miércoles, 25 de julio de 2012

Casa de citas / Bukowski / La soledad



Charles Bukowski
LA SOLEDAD

Nunca me sentí solo. He estado en una habitación, me he sentido suicida. Estuve deprimido, me he sentido horrible más allá de lo descriptible, pero nunca pensé que una persona podía entrar a una habitación y curarme. Ni varias personas. En otras palabras, la soledad no es algo que me molesta porque siempre tuve este terrible deseo de estar solo. Siento la soledad cuando estoy en una fiesta, o en un estadio lleno de gente vitoreando algo. Citaré a Ibsen: ‘Los hombres más fuertes son los más solitarios’. Nunca pensé: ‘Bueno, ahora va a entrar una rubia hermosa y vamos a garchar, y me va a frotar las bolas, y me voy a sentir bien’. No, eso no iba a ayudar. Viste cómo piensa la gente común: ‘Guau, es viernes a la noche, ¿qué vamos a hacer? ¿Quedarnos acá sentados?’. Bueno, sí. Porque no hay nada allá afuera. Es estupidez. Gente estúpida mezclándose con gente estúpida. Que se estupidicen entre ellos. Nunca tuve la ansiedad de lanzarme a la noche. Me escondía en bares porque no quería esconderme en fábricas. Eso es todo. Les pido perdón a los millones, pero nunca me sentí solo. Me gusta estar conmigo mismo. Soy la mejor forma de entretenimiento que puedo encontrar.





martes, 24 de julio de 2012

Casa de citas / Bukowski / Las carreras


Charles Bukowski

Las carreras

 Traté de ganarme la vida con las carreras por un tiempo. Es doloroso. Es vigorizante. Todo está al límite, el alquiler, todo. Pero uno tiende a ser cuidadoso. Una vez estaba sentado en una curva. Había doce caballos en la carrera y estaban todos amontonados. Parecía un gran ataque. Todo lo que veía era esos grandes culos de caballo subiendo y bajando. Parecían salvajes. Miré esos culos de caballos y pensé: ‘Esto es una locura total’. Pero hay otros días en los que ganás cuatrocientos o quinientos dólares, ganás ocho o nueve carreras al hilo, y te sentís Dios, como si lo supieras todo. Y todo queda en su lugar.




lunes, 23 de julio de 2012

Casa de citas / Bukowski / Un escritor en Nueva York




Charles Bukowski
UN ESCRITOR EN NUEVA YORK

“Era invierno, yo me estaba muriendo de hambre intentando ser escritor en Nueva York. No había comido en tres o cuatro días. Así que finalmente dije: ‘Me voy a comer una gran bolsa de pochoclo’. Cada grano era como un churrasco. Tragaba y echaba pochoclo a mi estómago que decía ‘¡Gracias, gracias!’. Estaba en el paraíso, caminando por ahí, hasta que dos tipos pasaron a mi lado y uno le dijo al otro: ‘¡Jesús!’. El otro dijo: ‘¿Qué pasa?’ ‘¿Viste a ese tipo comiendo pochoclo? Dios, era horrible.’ Así que no pude disfrutar el resto del pochoclo. Pensé qué quisieron decir con eso de que ‘era horrible’. Yo estaba en el paraíso. Supongo que era un poco cochino. Ellos siempre pueden distinguir a un tipo hecho mierda”.




domingo, 22 de julio de 2012

Casa de citas / Bukowski / La poesía



Charles Bukowski
LA POESÍA


Siempre recuerdo que, en el patio de la escuela, cuando aparecía la palabra ‘poeta’ o ‘poesía’, todos los pendejos se reían y se burlaban. Puedo ver por qué: es un producto falso. Ha sido falso y snob y endogámico por siglos. Es ultradelicado, sobreapreciado. Es un montón de mierda. Durante siglos, la poesía es casi basura total. Es una farsa. Ha habido grandes poetas, no me entienda mal. Hay un poeta chino llamado Li Po. Podía poner más sentimiento, realismo y pasión en cuatro o cinco sencillas líneas que la mayoría de los poetas en sus doce o trece páginas de mierda. Y bebía vino también. Solía quemar sus poemas, navegar por el río y beber vino. Los emperadores lo amaban porque podían entender lo que decía. Por supuesto, sólo quemó sus poemas malos. Lo que yo quise hacer, si me disculpa, es incorporar el punto de vista de los obreros sobre la vida... los gritos de sus esposas que los esperan cuando vuelven del trabajo. Las realidades básicas de la existencia del hombre común... algo que pocas veces se menciona en la poesía desde hace siglos. Mejor, que quede registrado que dije que la poesía es una mierda desde hace siglos. Y una vergüenza.





sábado, 21 de julio de 2012

Casa de citas / Borges / Prólogo a Cartas de mamá

Julio Cortázar
Jorge Luis Borges
Prólogo a "Cartas de mamá"

Buenos Aires, 29 de noviembre de 1983



    Hacia 1947 yo era secretario de redacción de una revista casi secreta que dirigía la señora Sarah de Ortiz Basualdo. Una tarde, nos visitó un muchacho muy alto con un previsible manuscrito. No recuerdo su cara; la ceguera es cómplice del olvido. Me dijo que traía un cuento fantástico y solicitó mi opinión. Le pedí que volviera a los diez días. Antes del plazo señalado, volvió. Le dije que tenía dos noticias. Una, que el manuscrito estaba en la imprenta; otra, que lo ilustraría mi hermana Norah, a quien le había gustado mucho. El cuento, ahora justamente famoso, era el que se titula Casa Tomada. Años después, en París, Julio Cortázar me recordó ese antiguo episodio y me confió que era la primera vez que veía un texto suyo en letras de molde. Esa circunstancia me honra.
     Muy poco sé de las letras contemporáneas. Creo que podemos conocer el pasado, siquiera de un modo simbólico, y que podemos imaginar el futuro, según el temor o la fe; en el presente hay demasiadas cosas para que nos sea dado descifrarlas. El porvenir sabrá lo que hoy no sabemos y cursará las páginas que merecen ser releídas. Schopenhauer aconsejaba que, para no exponernos al azar; sólo leyéramos los libros que ya hubieran cumplido cien años. No siempre he sido fiel a ese cauteloso dictamen; he leído con singular agrado Las armas secretas, y he elegido este cuento.
    Una historia fantástica, según Wells, debe admitir sólo un hecho fantástico para que la imaginación del lector la acepte fácilmente. Esta prudencia corresponde al escéptico siglo diecinueve, no al tiempo que soñó las cosmogonías o el Libro de las Mil y Una noches. En Cartas de Mamá lo trivial, lo necesariamente trivial, está en el título, en el proceder de los personajes y en la mención continua de marcas de cigarrillos o de estaciones de subterráneos. El prodigio requiere esos pormenores.
    Otro rasgo quiero indicar. Lo sobrenatural, en este admirable relato, no se declara, se insinúa, lo cual le da más fuerza, como en el Izur de Lugones. Queda la posibilidad de que todo sea una alucinación de la culpa.
     Alguien que parecía inofensivo vuelve atrozmente.
   Julio Cortázar ha sido condenado, o aprobado, por sus opiniones políticas. Fuera de la ética, entiendo que las opiniones de un hombre suelen ser superficiales y efímeras.







viernes, 20 de julio de 2012

Casa de citas / Borges / Cortázar

Julio Cortázar
Borges recuerda 
cómo conoció a Cortázar



F.S.: ¿Le agradaban los cuentos fantásticos de Julio Cortázar?
J.L.B.Sí, me agradaban, y ocurrió un pequeño episodio… ¿Se lo he contado ya?
F.S.: No.
J.L.B.Yo me encontré con Cortázar en París, en casa de Néstor Ibarra. Él me dijo: "¿Usted se acuerda de lo que nos pasó aquella tarde en la diagonal Norte?". "No", le dije yo. Entonces él me dijo: "Yo le llevé a usted un manuscrito. Usted me dijo que volviera al cabo de una semana, y que usted me diría lo que pensaba del manuscrito". Yo dirigía entonces una revista, Los Anales de Buenos Aires (una revista ahora indebidamente olvidada), que pertenecía a la señora Sara de Ortiz Basualdo, y él me llevó un cuento, "Casa tomada"; al cabo de una semana volvió. Me pidió mi opinión, y yo le dije: "En lugar de darle mi opinión, voy a decirle dos cosas: una, que el cuento está en la imprenta, y dentro de unos días tendremos las pruebas; y otra, que ya le he encargado las ilustraciones a mi hermana Norah". Pero, en esa ocasión, en París, Cortázar me dijo: "Lo que yo quería recordarle también es que ése fue el primer texto que yo publiqué en mi patria cuando nadie me conocía". Y yo me sentí muy orgulloso de haber sido el primero que publicó un texto de Julio Cortázar. Y luego nos vimos un par de veces en la UNESCO, donde él trabaja. Él está casado -o estaba casado- con la hermana de un querido amigo mío, Francisco Luis Bernárdez […]. Bueno, como le decía, nos vimos creo que dos o tres veces en la vida, y, desde entonces, él está en París, yo estoy en Buenos Aires; creo que profesamos credos políticos bastante distintos: pero pienso que, al fin y al cabo, las opiniones son lo más superficial que hay en alguien; y además a mí los cuentos fantásticos de Cortázar me gustan. Me gustan más que las novelas suyas: creo que en las novelas él se ha dedicado demasiado al mero experimento literario, a ese experimento del que no diré que inventó, pero del cual abusó, William Faulkner y que se encuentra también en Virginia Woolf: el hecho de invertir el orden cronológico en la narración -que me parece el orden natural- y de contar las historias barajando un poco el orden en que ocurren los hechos. […].


Fernando Sorrentino 
Siete conversaciones con Jorge Luis Borges 
Buenos Aires, El Ateneo, 1996, págs. 103-105.







jueves, 19 de julio de 2012

Casa de citas / Bioy Casares / La primera obligación del escritor


Adolfo Bioy Casares
LA PRIMERA OBLIGACIÓN DEL ESCRITOR

Aun a los narradores de relatos fantásticos les llega la hora de entender que la primera obligación del escritor consiste en conmemorar más que nada a las pocas personas que el destino mezcló a su vida o siquiera a sus recuerdos.

Adolfo Bioy Casares
El héroe de las mujeres






miércoles, 18 de julio de 2012

Casa de citas / Bioy Casares / Estela Canto

Borges y Estela Canto

Adolfo Bioy Casares
ESTELA CANTO
Miércoles, 12 de diciembre de 1956


Se encuentran Estela Canto y Arturo Cuadrado.
ESTELA: "¿Te gusta mi libro?"
CUADRADO: "Me gusta, porque aún no lo he leído".


Adolfo Bioy Casares
Borges
Buenos Aires, Ediciones Destino, 2006, p. 254




martes, 17 de julio de 2012

lunes, 16 de julio de 2012

Casa de citas / Lawrence Durrell / Piscis



Lawrence Durrell
PISCIS

Todos los Piscis somos unos embusteros, y cuando a esto se le añade una ascendencia irlandesa, el resultado es un embustero de marca mayor.





domingo, 15 de julio de 2012

sábado, 14 de julio de 2012

Casa de citas / Céline / La desgracia




Louis-Ferdinand Céline
LA DESGRACIA

Hay que luchar contra la desgracia con la misma rabia que ella hasta cansarla.


Louis-Ferdinand Céline 
Cartas de la cárcel





viernes, 13 de julio de 2012

Casa de citas / Céline / Lo peor


Louis-Ferdinand Céline
LO PEOR

Lo peor es que te preguntas de dónde vas a sacar bastantes fuerzas la mañana siguiente para seguir haciendo lo que has hecho la víspera y desde hace ya tanto tiempo, de dónde vas a sacar fuerzas para ese trajinar absurdo, para esos mil proyectos que nunca salen bien, esos intentos por salir de la necesidad agobiante, intentos siempre abortados, y todo ello para acabar convenciéndote una vez más de que el destino es invencible, de que hay que volver a caer al pie de la muralla, todas las noches, con la angustia del día siguiente, cada vez más precario, más sórdido.




Louis-Ferdinand Céline
Viaje al fin de la noche




jueves, 12 de julio de 2012

Casa de citas / Bukowski / Céline


Louis-Ferdinand Céline

Charles Bukowski
Céline

La primera vez que leí a Céline, me fui a la cama con una caja grande de galletitas Ritz. Empecé a leerle y me comía una galletita Ritz, me reía, me comía una Ritz, leía. Leí la novela entera de un tirón y me terminé la caja de galletitas. Y me levanté y tomé agua. Tendrías que haberme visto. No me podía mover. Eso es lo que un buen escritor te puede hacer. Casi te puede matar. Un mal escritor puede hacerlo, también.





miércoles, 11 de julio de 2012

Casa de citas / Sam Shepard / Céline


Sam Shepard
Céline

La última pregunta del entrevistador fue: "¿Qué es lo que más desea en esta vida?" Céline se volvió hacia él lentamente y respondió: "Lo único que quiero es que me dejen en paz".




Sam Shepard 
Cruzando el paraíso







martes, 10 de julio de 2012