miércoles, 30 de octubre de 2024

Casa de citas / Diego Niño / La verdad sea dicha

 


Diego Niño

LA VERDAD SEA DICHA


No existe nadie más aburrido que el que se cree gracioso; más pando que el que se considera profundo; más ignorante que el que está seguro de que se las sabe todas; más bruto que el que se cree genio. Alardea quien sabe que sus actos son insuficientes.





lunes, 28 de octubre de 2024

La Santa Madre Iglesia / “Me violaba y me secaba las lágrimas”

 

El sacerdote marianista Juan Carlos González de Suso, vestido de civil en una fotografía realizada en 1979.
El violador, el sacerdote marianista Juan Carlos González de Suso, vestido de civil en una fotografía realizada en 1979.

ME VIOLABA Y ME SECABA LAS LÁGRIMAS

El testimonio de Cristina Pérez


1

Se ofreció a ayudar a mi madre dándole clases particulares por las tardes a mis hermanos mayores. Venía a casa mientras mi madre trabajaba. Los sentaba en la cocina y les obligaba a estudiar y no levantar la cabeza de los libros. Tenía una sonrisa contagiosa, a veces iba vestido de negro y otras de normal. Siempre me traía una piruleta y, por eso, yo tenía ganas de que viniese por las tardes.

2

En esos momentos me decía que quería ser muy amigo mío, pero que tenía que ser una cosa solo entre nosotros. Yo no sabía qué era un secreto a esa edad. Él me repetía que trabajaba con Dios y la virgen María. Poco a poco fue tocando mis partes íntimas por encima de mis braguitas de perlé.

3

Empezó a enseñarme su pene y me amenazaba diciéndome cosas como: ‘Si lo dices le quitarán tus hermanos a tu madre’ o ‘si lo cuentas, a tu madre la pueden matar. Luego, más adelante, cuando yo era un poquito más mayor, empezó a violarme en un cuarto aislado que había en casa. Recuerdo que me dolía mucho. Si lloraba mientras me penetraba, me volvía a amenazar.

4

Me desnudaba, me violaba y me limpiaba las lágrimas mientras me decía que con eso iría al cielo.

***

Un caso de pederastia en el elitista colegio de El Pilar y una carta de perdón que nunca llegó: “Me violaba y me limpiaba las lágrimas”

Julio Núñez
El Pais, 28 de octubre de 2024








domingo, 27 de octubre de 2024

Casa de citas / Han Kang / Libros






Han Kang
LIBROS

Cuando era niña, mi padre, un novelista joven y pobre, llenaba de libros nuestra casa sin muebles. Un diluvio se derramaba de las estanterías, cubriendo el suelo en torres desordenadas como una librería de viejo donde la organización se hubiera pospuesto para siempre. Para mí, los libros eran seres semivivientes que se multiplicaban y expandían constantemente sus límites. A pesar de las frecuentes mudanzas, podía sentirme a gusto gracias a todos esos libros que me protegían. Antes de hacer amigos en un barrio extraño, llevaba mis libros conmigo todas las tardes.
Han Kang: ‘One year I couldn’t bear fiction and read astrophysics instead’
The Guardian, 28 de abril de 2023



sábado, 26 de octubre de 2024

Casa de citas / Joaquín Sabina / Sobre el desamor

Joaquín Sabina



Joaquín Sabina
SOBRE DEL DESAMOR
1
“El amor de eso que ahora llaman tóxico da unas canciones cojonudas. Todas las canciones que a mí me gustan son de desamor. Es una canción que haces para que esa hija de puta que te ha dejado tirado no pueda salvarse de oírla una y otra vez”.
2
“Uno de los nubarrones que casi nunca cuento y que llevo en el alma es que cuando empecé a tocar en sitios grandes, mi padre estaba con alzhéimer y mi madre muy enferma. Murieron enseguida. No disfrutaron del éxito del niño, que lo hubieran disfrutado como locos”.
3
José Alfredo Joménez, “el que mejor ha tratado el tema del desamor”.

Joaquín Sabina
“Sintiéndolo mucho”, 2022


viernes, 25 de octubre de 2024

“La lección de griego” , de Gan Kang, o la poética del silencio






Triunfo Arciniegas
LA LECCIÓN DE GRIEGO O LA POÉTICA DEL SILENCIO
25 de octubre de 2024

 La clase de griego, de Han Kang, es la novela que nunca escribió Alejandra Pizarnik: una feroz pelea con el lenguaje. Cuánta sangre habrá corrido para que lleguen hasta nosotros estas páginas limpias, luminosas, vibrantes, como los restos de un naufragio:

El lenguaje se fue deteriorando en el transcurso de miles de años, desgastado por el uso de incontables lenguas y plumas. Ella misma lo fue deteriorando a lo largo de su vida, con su propia lengua y su propia pluma. Cada vez que empezaba a escribir una oración, notaba su corazón gastado; su corazón remendado, consumido, inexpresivo. Cuanto más lo sentía, más se aferraba a las palabras, hasta que un día las soltó y sus manos quedaron vacías. Los fragmentos mellados cayeron a sus pies. Los dientes del engranaje dejaron de girar. Una parte de ella, el lugar de su interior más desgastado por el uso, se desprendió dejando solo el hueco, como un mordisco, como la marca que deja una cuchara en el blando tofu.

No es una novela fácil.

Uno sabe que enfrenta un texto importante pero no cómo abordarlo. Quien ha leído La vegetariana, una novela con más puentes y pasadizos seguros, pasa las páginas con la certeza de que se encuentra ante una escritora de hondo calado. Y aprende, ansioso de la recompensa. El texto hace al lector. Como décadas atrás en las grandes novelas de Vargas Llosa, Conversación en La Catedral o La casa verde, como Rayuela, de Cortázar, como en las primeras páginas de Proust, Faulkner o Bernhardt, sobre la marcha, tropezándose, encendiendo una y otra vez la lumbre que el viento insiste en apagar, hasta que el lector entiende que, si una mano sostiene la lumbre, la palma de la otra se convierte en barrera protectora y que su propio cuerpo impedirá las jugarretas del viento caprichoso. Una vez superados los obstáculos, el texto se vuelve pradera, tarde plácida, nube que puede masticarse,

La anécdota no es lo importante en La lección de griego sino el detalle, la atmósfera, el ritmo. Más que los acentos de las palabras griegas escritas en el pizarrón, la tiza “que se rompe en dos y cae al suelo”, más que el rostro “la pálida y fina cicatriz curva que se extiende desde su ojo izquierdo hasta la comisura de la boca”. Más que el lenguaje, “que penetraba en sus sueños como un punzón, provocando que se despertase sobresaltada”, las palabras anotadas sin relación ni propósito en las últimas hojas del diario. Por ejemplo, bosque, que en coreano, recuerda a una antigua pagoda. O cuando en el lavamos se abre el grifo para lavar el estlógrafo y “un fino hilo de color azul se diluyó en el agua dibujando curvas serpenteantes”.

A veces ni siquiera lo que se dice es lo importante.

La poética del silencio, “un silencio todavía más nítido e intenso, como el interior de una tinaja a oscuras”: los huellas que se desvanecen como hilos cada vez más finos, los movimientos que seguimos con los ojos cerrados, los rastros de lo que se ha ido.

La corriente que se establece entre una mujer que ha perdido el habla y el profesor de griego que se está quedando ciego. Las palabras que la mujer muda escribe en la palma del ciego.

Dos seres solitarios, extraviados en Seúl. La mujer, divorciada, ha perdido la custodia de su pequeño hijo por diversas razones, y la familia más cercana del profesor vive en Alemania. 

No hay nombres.

Leemos la traducción de Sunme Yoon, la versión en español de una lengua que jamás conoceremos. Y la lengua es casi el tema fundamental del texto. No es raro que los personajes se encuentren en las clases de griego, una lengua muerta y supremamente complicada. Supongo que para los coreanos la experiencia de leer a Hon Kang es alucinante, como nos sucede a nosotros con Rulfo, Borges o García Márquez. Regocijante privilegio.

***

En ese instante ella se acuerda de una palabra antigua que recuerda solo a medias y trata de atraparla en su mente. Es una palabra que empieza con el ideograma chino 呼 (ho) y que alude a la penumbra inmediatamente anterior a la salida o a la puesta del sol. Una palabra que hace referencia a ese momento en que hay que preguntar en voz alta a la persona que se acerca quién es, porque no se la ve bien. Se parece, en su origen, a la expresión occidental «la hora entre el perro y el lobo» y empieza con esa sílaba, ho... No puede completar la palabra, que se le queda dando vueltas en algún lugar más profundo que la garganta.

***

Esforzándose por mantener abiertos los pesados párpados que se le cierran, recuerda, como sumida en un sueño ligero, una escena de su infancia: caía la tarde sobre el callejón que había delante de su vieja casa, y se disponía a salir de la mano de su entonces joven madre para ir a visitar a sus abuelos maternos. Ella era tan pequeña que no podía subirse sola la cremallera del abrigo. «Pasaremos por el mercado a comprar mandarinas», dijo su madre. Al oír aquellas palabras, aparecieron ante sus ojos las frutas de color naranja. Se sorprendió de poder verlas tan vívidamente aunque no las tuviera delante de verdad. Probó a pensar en un árbol y, como por arte de magia, ocurrió lo mismo: fue como si tuviera el árbol delante de sus ojos, aunque ante ella solo se divisaban la callejuela y los interminables muros de cemento de las casas bajo el sol de la tarde. Entonces las letras del alfabeto que había aprendido hacía poco empezaron a superponerse a la imagen del árbol. «Árbol», pronunció en voz alta, y se rio sola: «Árbol... árbol...».

***

Sólo un poeta contempla las palabras de esta manera. En ciertas páginas el lector no sabe si enfrenta una novela o un poema. El penúltimo capítulo (21, “Bosque submarino”) es un poema que sólo puede entenderse si se ha leído la novela completa y que brota de otros dos capítulos fundamentales: 17, “Oscuridad”, y 19, “Diálogo en la oscuridad”. En el primero, debido a un accidente, los personajes se conectan como no pudieron hacerlo en las clases de griego, y en el 19 se acercan en la oscuridad y el silencio hasta conjugarse en el poema del penúltimo capítulo, donde son palabras o líneas de luz, y saltan al abismo de la última página, titulada 0. ¿Un nuevo comienzo?


jueves, 24 de octubre de 2024

Casa de citas / Han Kang / Oscuridad




Han Kang
OSCURIDAD

Acaba de entrar un pájaro al edificio, un herrerillo más pequeño que el puño de un niño. Sin poder encontrar la salida, se da de cabezazos contra las paredes y contra la barandilla de la escalera que lleva al piso de arriba, gorjeando lastimosamente.

miércoles, 23 de octubre de 2024

Cristina Peri Rossi / Dos poemas

 

Cristina Peri Rossi




Cristina Peri Rossi
DOS POEMAS


Oración

Líbranos, Señor,
de encontrarnos,
años después,
con nuestros grandes amores.

*

La pasión

Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.



martes, 22 de octubre de 2024

Triunfo Arciniegas / Misterios

 

Ilustración de Triunfo Arciniegas




Triunfo Arciniegas
MISTERIOS
22 de octubre de 2024


Dos grandes misterios de nuestro tiempo: cómo se blanqueó Michael Jackson y qué hace Cher para mantenerse tan bien a los 78 años. No se trata solamente de su piel y sus rasgos sino de sus movimientos. Cher no se mueve como una anciana. ¿Qué le están haciendo a sus huesos?

¿Quiénes fueron los médicos del primero? Entiendo que es la única persona en la historia de la humanidad que lo ha conseguido. En cuanto a sus hijos blancos el cuento es otro: el cantante no sólo alquiló un vientre sino compró los espermatozoides. ¿Tanto veneraba la blancura que no quiso hijos negros?  

No quiso nariz de negro ni labios de negro ni cabellos de negro. Persiguió los rasgos del hombre blanco. Quiso ser una muñequita. Todo tan fino, tan delicado, tan femenino. ¿Qué había en su cabeza? Aparte de su obvia y perversa debilidad por los niños. Un talento extraordinario, un cantante singular, un bailarín genial, pero también un hombre trastornado.

¿Quién es el cirujano de la segunda? Si es posible un pacto con el diablo, esta mujer lo hizo. No he leído una biografía suya. Desconozco sus entrevistas.

Francamente, los médicos y los cirujanos de nuestros días le están disputando atributos a los dioses. O a los demonios. Lo que empezó en las tiendas de campaña de la primera guerra mundial con tantos cuerpos mutilados y que se transformó en el milagro y la maldición de la cirugía estética podría pulverizar los principios de la civilización.

La eternidad, tema de algunas películas, tarde o temprano será posible, y el mundo tal como lo concebimos será otro. Hay dos caminos: la regeneración o reconstrucción de los diversos órganos del cuerpo humano o la creación mecánica de los mismos en los laboratorios que dominen los principios de la ciencia e invadan sin permiso los terrenos de la magia.

El arte, la religión, la filosofía, la política, el derecho, nuestra manera de vivir y tantos otros asuntos existen por la presencia de la muerte o por el hasta ahora inevitable destino de la muerte.

¿Pero qué pasará cuando la humanidad sea tan poderosa que pueda vencer a la muerte? Nosotros, individuos del siglo XXI destinados a extinguirnos, nunca lo sabremos. ¿Pero qué pasará en uno o dos o tres siglos? Otros pensarán, con sólidos argumentos, que antes de alcanzar la eternidad, el planeta y la humanidad se extinguirán. 

La ruleta gira.

Está girando.

A pesar del odio, del insensato deseo de matarnos los unos a los otros, a pesar de la maldad que nos habita, sobreviviremos.



lunes, 21 de octubre de 2024

Triunfo Arciniegas / Diario / De estreno en La Mancha

 



Triunfo Arciniegas

DE ESTRENO EN LA MANCHA

20 de octubre de 2024


Un domingo esplendoroso para estrenar una carretera que nos costó un ojo de la cara y que aún requiere trabajo. Antes de empezar la cuesta hay un río que requiere un puente y que ahora atravesamos porque no es temporada de lluvias. El regocijo es grande porque se trata de la primera vez que esta camioneta, recién reparada, sube hasta la entrada de la casa. Un tramo para expertos, y aun así, sólo de día y sin lluvia. 

De ahí, a la hamaca. Durante dieciocho años soñamos con llegar a la puerta y tendernos en la hamaca.

Para celebrarlo hicimos café y crispeta y nos repartimos un aguacate de la vereda que teníamos madurando en periódicos desde hace tres semanas. El agua para el café viene de un nacimiento de La Mancha.

Detalles así hacen la vida.

La vida elemental, glorioso espectáculo.


domingo, 20 de octubre de 2024

Un personaje / Agatha Christie

 

Agatha Christie



Agatha Christie


En 1926, Agatha Christie se encontraba al borde de la desesperación. A los treinta y cinco años, lidiaba con el profundo dolor de perder a su adorada madre, un golpe emocional que pronto se vio agravado por la devastadora revelación de que su esposo, Archie Christie, se había enamorado de otra mujer y buscaba el divorcio. El doble impacto sumió a Agatha en una profunda depresión, haciéndole sentir como si lo mejor de la vida se le hubiera escapado. Lo único que la mantenía a flote de sus más oscuros pensamientos era su hija de siete años, Rosalind, cuya presencia era un faro de esperanza.

Agatha Miller había sido un talento prodigioso desde una edad temprana. Nacida en una acomodada familia inglesa en 1890, aprendió a leer por sí misma a los cuatro años, un indicio del extraordinario futuro que le esperaba. A los veintidós años, conoció y se casó con Archie Christie, un apuesto piloto, en la Nochebuena de 1914. Su matrimonio resistió las pruebas de la Primera Guerra Mundial, y finalmente se establecieron en Londres, donde nació su hija Rosalind en 1919. Para el momento en que su matrimonio comenzó a desmoronarse, Agatha ya se había hecho un nombre con cinco exitosas novelas policiacas, aunque difícilmente podría haber predicho el inmenso éxito que le aguardaba.

A medida que salía lentamente de la sombra de su fallido matrimonio, Agatha encontró consuelo en la escritura y buscó nuevas experiencias para reanimar su espíritu. Un viaje en el Expreso de Oriente levantó su ánimo, pero fue una invitación a una excavación arqueológica en Irak en 1930 lo que cambiaría su vida para siempre. Allí conoció a Max Mallowan, un distinguido arqueólogo trece años más joven que ella. Su amor floreció y se casaron más tarde ese mismo año. Este nuevo capítulo marcó el comienzo de una alegre y duradera asociación que se prolongaría hasta la muerte de Agatha.

El año 1926, que alguna vez pareció el fin del mundo de Agatha Christie, resultó ser solo el comienzo. En las décadas siguientes, alcanzaría un éxito sin precedentes. Sus novelas cautivaron a lectores de todo el mundo, convirtiéndola en la autora más querida de la Tierra con más de 70 superventas y la creadora de la obra de teatro con la trayectoria más larga de la historia. Su segundo matrimonio con Max Mallowan fue una fuente de gran felicidad, y ambos recibieron honores por sus contribuciones a sus respectivos campos: Max fue nombrado caballero en 1968, y Agatha fue nombrada Dama del Imperio Británico en 1971.

Agatha Mary Clarissa Miller Christie Mallowan falleció el 12 de enero de 1976, a la edad de 85 años. Con más de dos mil millones de copias vendidas, se erige como la novelista más exitosa de la historia, dejando un legado que es un testimonio de una vida redefinida por la resiliencia y la brillantez literaria.

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Casa de citas / Henry Miler / La vejez y la amistad

Henry Miller con Brenda Venus



Henry Miller
LA VEJEZ Y LA AMISTAD

El mayor temor de la gente al pensar en la vejez es que será incapaz de hacer nuevos amigos, mas quien tuvo alguna vez la facultad de cultivar nuevas amistades, no la perderá por viejo que sea. En mi opinión, después del amor, la amistad es lo más valioso que nos ofrece la vida, Nunca he tenido problemas para hacer amigos; de hecho, a veces esa facilidad se ha convertido en un obstáculo. Dice el dicho: “dime con quién andas y te diré quién eres”, pero mucho he reflexionado yo qué tan cierto es esto. Toda la vida tuve amigos provenientes de mundos totalmente disímiles, tuve y sigo teniendo amistad con personas que no son nadie y debo confesar que se cuentan entre mis mejores amigos. He sido amigo de criminales y de ricos despreciables. Mis amigos me mantienen vivo, me han dado ánimo para proseguir y también, muchas veces, me han aburrido hasta las lágrimas. En lo único que insisto con todos mis amigos, sin importar su clase social o su condición, es que hablen con la verdad; si no puedo ser abierto y franco con un amigo, o él conmigo, no me interesa.

La capacidad de ser amigo de una mujer, en particular de la mujer a la que amas es, para mí, la mayor de las proezas. El amor y la amistad rara vez van de la mano. Es más fácil ser amigo de un hombre que de una mujer, sobre todo si es atractiva. En toda mi vida he conocido apenas unas cuantas parejas que son amigos además de amantes.

Al cumplir ochenta, Henry Miller, México, UNAM

Versión: Anibal Leal



Un libro / Vladimir Propp / Las raíces históricas del cuento un d

 


LAS RAÍCES HISTÓRICAS DEL CUENTO

Vladimir Propp

Fundamentos. Madrid, 1974

“Hay libros de los que se habla, a los que encuentras citados una y otra vez en libros de teoría literaria y que por fin encuentras. Este ha sido el caso para mí de Las raíces históricas del cuento (1946)de Vladimir Propp (1895-1970. Las más de quinientas páginas de la obra nos remiten a un estudio del cuento ruso, aunque también se citan y se comparan brevemente otros estudios a nivel internacional.

«En cierto reino, en cierto estado», así comienzan la mayoría de los cuentos de hadas o maravillosos y esa distancia que da la aparente calma pronto envolverá un nido de tensiones apasionadas y nos hará ver, en general, una familia, y un héroe o heroína que debe ponerse en camino. Pero ¿qué tiene de especial el cuento de hadas o maravilloso? Que nos remite al folklore popular (tradición) pero también a lo fantástico (imaginario popular). En este sentido Propp explica cómo lo narrado se limita a comentar lo que sucede en los lugares de los que el héroe sale y a los que llega, nunca el periplo, por eso considera y afirma con seguridad que la epopeya es posterior a este tipo de cuentos, creados para el clan, ya que el recorrido del héroe ocupa un espacio importante en obras como la Odisea de Homero o en una más reciente como El Quijote de Cervantes. En estas obras para adultos lo que ocurre en el camino es tanto o más importante que el resto.Por eso se puede decir con tranquilidad que de aquellos primitivos cuentos a las novelas de caballeros o la novela épica sólo un paso.

Entre los elementos que permiten el inicio del cuento de hadas o maravilloso está la aparición de una desgracia y el temor a la separación. El personajes puede ser un padre, un rey, un hermano mayor, una mujer, una niña...

El miedo a la separación incluye las prohibiciones, por ejemplo a los niños, para que no salgan de la casa o no se alejen; la presencia del bosque como lugar de ocultamiento pero también de terror, donde se ofrecen ritos de iniciación; la aparición de un personaje (persona,maga, ogro, animal...) que hará de “ayudante” (vaticinador, esclarecedor); el trasfondo ritual de la maldad que tiene el poder de ocupar cuerpos de serpientes, «cuervos, machos cabríos, diablos» o personas.

La separación también como desventura: padres o hermanos mayores que abandonan niños en el bosque, o otro tipo de personajes como las madrastas que ordenan que los maten en el bosque, aunque la persona que debe cumplir la orden, la desobedezca y ofrezca al ordenante algo en sustitución como prueba (falsa) del acto cometido; las brujas, ogros y otro tipo de personajes capaces de comerse niños; la separación que supone el ocultamiento de los niños o mujeres en caso de peligro en altas torres o en pozos oscuros, de ahí los cabellos largos, símbolo de fortaleza; las cabañas capaces de tener movimiento, y cuyas puertas y ventanas preguntan el conjuro para poder entrar; el olor de los vivos que los muertos detectan; el significado de descuartizamientos, simbólicos o no, la amputación de dedos.

También es importante el duelo, la batalla, la lucha contra el enemigo, la victoria y el reconocimiento; así sea el de animales o difuntos que han sido beneficiados con un gesto del héroe y que le ayudan o le pagan el favor.

Y durante el camino, por supuesto, los objetos que a modo de amuleto son capaces de atraer la suerte a favor del héroe: por ejemplo, los pelos de un caballo, una varita, un garrote, un anillo. Aquellos otros que también dan beneficio como el agua o la yesca y el pedernal para encender el fuego... Más tarde en los libros de caballería serán el pañuelo de la amada, un rizo de sus cabellos, una espada que perteneció a otro héroe, etc.

Y ya en el lugar lejano, «En cierto reino, en cierto estado», como dice Vladimir Propp, está la tarea que hay que cumplir, que podrá ser la de recuperar un objeto, construir una edificación en un día, competir contra alguien o algo, jugar al escondite, ya porque se trate de ocultarse o porque el héroe pueda hacerlo poniéndose ciertas vestimentas (capas, zapatos...) o de otra manera. En estos cuentos rusos hay hasta barcos que vuelan, por supuesto caballos alados que nos recuerdan a los de la mitología griega o a los cuentos orientales.

El libro "Las raíces históricas del cuento" termina ratificando algo que ya había sido comentado en sus primeras páginas: «el cuento maravilloso cumple una función social», de enseñanza y transmisión de cultura” (Pilar Alberdi)


Enlace de lectura y descarga en 

https://drive.google.com/file/d/1yQ7OH6RoodmVF7BR0HXe4vjqnBSYjeIq/view



jueves, 17 de octubre de 2024

El odio es el placer más duradero


EL ODIO ES EL PLACER MÁS DURADERO
«El odio es por mucho el placer más largo, los hombres aman con prisa, pero detestan con calma» (Atoms, Maxwell, 14 de octubre de 2005) ¿Sabes quién dijo eso? Mandy. Mandy de Billy y Mandy: la caricatura. Bueno, en realidad Lord Byron lo dijo antes, pero es increíble que hayan transmitido un pensamiento tan sombrío en un programa para niños. Digo sombrío porque podemos estar de acuerdo en que muchos así lo llamarían, pero no estoy de acuerdo y no tiene que ser así.

No voy a fingir que esto se me quedó grabado desde la infancia y que no dejo de pensar en ello todavía, o que me ha atormentado toda la vida; honestamente no podría recordar, y mucho menos decir, que estas palabras salieran de la boca animada de Mandy si no fuera gracias a un buen amigo mío que me lo mostró recientemente. De cualquier forma, es un alivio sentir una palmadita en la espalda de parte de un programa que salió hace más de 20 años, que le dice a la peor y más culpable parte de mí: «no te sientas mal por ser así, disfrútalo».

La frase original no dice calma, dice ocio: «Now hatred is by far the longest pleasure; men love in haste, but they detest at leisure» (Byron, G, G.,1819). La diferencia es sutil, pero muy interesante y significativa, pues la palabra calma tiene una connotación que da a entender premeditación, como un rencor lento y frío. Creo que esta interpretación es la que usualmente se tiene acerca del odio y de ahí su mala fama. Este es el odio autodestructivo que te come por dentro, escapa del calor del momento y está presente todo el tiempo. Pero cuando vemos al odio como una actividad ociosa la cosa cambia. Se vuelve momentáneo e inofensivo, nos satisface viboreando, discutiendo y hasta peleando, pero pasa. Ya te habrán dicho antes que no deberías gastar tiempo ni energía odiando, ya sea a las personas o a las cosas; pero yo odio en mi tiempo libre, odio porque me llena y lo disfruto, odio porque puedo.

«Songs of Love and Hate» es el título del tercer álbum de Leonard Cohen. Título rarísimo. Es que, a pesar de todo lo que dije antes, uno no puede evitar pensar: «¿quién dedicaría un álbum entero al odio que hay en él si al mismo tiempo tiene tanto que decir sobre el amor?». Sé que los candidatos sobran, pero quiero hablar de Cohen por dos motivos: primero, porque me gusta y lo recomiendo: si lo menciono no es para presumir mis gustos, es para que vayas y lo escuches -si quieres- y segundo, porque hay un enfoque religioso en su música que hace al título del álbum doblemente interesante.

Cohen presenta al odio y al amor como dos caras de la misma moneda, me gusta esta analogía porque muestra lo natural que es el odio en las personas. Es el paquete completo: sin uno no tienes el otro; así que, si decides negar o esconder tu odio, te volverás de piedra. Con lo que dije al principio parece que hago banal al odio, pero lo que en realidad quiero es hacerlo más fácil de digerir. Aceptar lo que sientes, aunque no quieras sentirlo o creas que está mal, te pone en contacto contigo mismo.

Mi problema con la imagen de la moneda es que sólo puedes ver una cara a la vez, parece que somos radicales en nuestro sentir, pero eso es mentira. Hay momentos híbridos, ambos extremos se mezclan hasta ser homogéneos y, por el contenido de sus canciones, estoy seguro de que Leonard Cohen también pensaba así. Yo digo que abracemos estos momentos, así como a nuestro odio, el ocioso.





Bibliografía:

  • Calabrese, Rusell. y Perrotto, Sue. (Directores). Atoms, Maxwell. (Guionista). (14 de octubre de 2005). (Temporada 4, Episodio 5) Las sombrías aventuras de Billy y Mandy.

  • Byron, G, G. (1819) Don Juan
    KRAKATOA