LAS RAÍCES HISTÓRICAS DEL CUENTO
Vladimir Propp
Fundamentos. Madrid, 1974
“Hay libros de los que se habla, a los que encuentras citados una y otra vez en libros de teoría literaria y que por fin encuentras. Este ha sido el caso para mí de Las raíces históricas del cuento (1946)de Vladimir Propp (1895-1970. Las más de quinientas páginas de la obra nos remiten a un estudio del cuento ruso, aunque también se citan y se comparan brevemente otros estudios a nivel internacional.
«En cierto reino, en cierto estado», así comienzan la mayoría de los cuentos de hadas o maravillosos y esa distancia que da la aparente calma pronto envolverá un nido de tensiones apasionadas y nos hará ver, en general, una familia, y un héroe o heroína que debe ponerse en camino. Pero ¿qué tiene de especial el cuento de hadas o maravilloso? Que nos remite al folklore popular (tradición) pero también a lo fantástico (imaginario popular). En este sentido Propp explica cómo lo narrado se limita a comentar lo que sucede en los lugares de los que el héroe sale y a los que llega, nunca el periplo, por eso considera y afirma con seguridad que la epopeya es posterior a este tipo de cuentos, creados para el clan, ya que el recorrido del héroe ocupa un espacio importante en obras como la Odisea de Homero o en una más reciente como El Quijote de Cervantes. En estas obras para adultos lo que ocurre en el camino es tanto o más importante que el resto.Por eso se puede decir con tranquilidad que de aquellos primitivos cuentos a las novelas de caballeros o la novela épica sólo un paso.
Entre los elementos que permiten el inicio del cuento de hadas o maravilloso está la aparición de una desgracia y el temor a la separación. El personajes puede ser un padre, un rey, un hermano mayor, una mujer, una niña...
El miedo a la separación incluye las prohibiciones, por ejemplo a los niños, para que no salgan de la casa o no se alejen; la presencia del bosque como lugar de ocultamiento pero también de terror, donde se ofrecen ritos de iniciación; la aparición de un personaje (persona,maga, ogro, animal...) que hará de “ayudante” (vaticinador, esclarecedor); el trasfondo ritual de la maldad que tiene el poder de ocupar cuerpos de serpientes, «cuervos, machos cabríos, diablos» o personas.
La separación también como desventura: padres o hermanos mayores que abandonan niños en el bosque, o otro tipo de personajes como las madrastas que ordenan que los maten en el bosque, aunque la persona que debe cumplir la orden, la desobedezca y ofrezca al ordenante algo en sustitución como prueba (falsa) del acto cometido; las brujas, ogros y otro tipo de personajes capaces de comerse niños; la separación que supone el ocultamiento de los niños o mujeres en caso de peligro en altas torres o en pozos oscuros, de ahí los cabellos largos, símbolo de fortaleza; las cabañas capaces de tener movimiento, y cuyas puertas y ventanas preguntan el conjuro para poder entrar; el olor de los vivos que los muertos detectan; el significado de descuartizamientos, simbólicos o no, la amputación de dedos.
También es importante el duelo, la batalla, la lucha contra el enemigo, la victoria y el reconocimiento; así sea el de animales o difuntos que han sido beneficiados con un gesto del héroe y que le ayudan o le pagan el favor.
Y durante el camino, por supuesto, los objetos que a modo de amuleto son capaces de atraer la suerte a favor del héroe: por ejemplo, los pelos de un caballo, una varita, un garrote, un anillo. Aquellos otros que también dan beneficio como el agua o la yesca y el pedernal para encender el fuego... Más tarde en los libros de caballería serán el pañuelo de la amada, un rizo de sus cabellos, una espada que perteneció a otro héroe, etc.
Y ya en el lugar lejano, «En cierto reino, en cierto estado», como dice Vladimir Propp, está la tarea que hay que cumplir, que podrá ser la de recuperar un objeto, construir una edificación en un día, competir contra alguien o algo, jugar al escondite, ya porque se trate de ocultarse o porque el héroe pueda hacerlo poniéndose ciertas vestimentas (capas, zapatos...) o de otra manera. En estos cuentos rusos hay hasta barcos que vuelan, por supuesto caballos alados que nos recuerdan a los de la mitología griega o a los cuentos orientales.
El libro "Las raíces históricas del cuento" termina ratificando algo que ya había sido comentado en sus primeras páginas: «el cuento maravilloso cumple una función social», de enseñanza y transmisión de cultura” (Pilar Alberdi)
Enlace de lectura y descarga en
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