lunes, 31 de mayo de 2021

Triunfo Arciniegas / Ante todo, soy un lector



Triunfo Arciniegas

Triunfo Arciniegas
Ante todo, soy un lector

El autor o libro infantil que continuamente haya estado leyendo.

Roald Dahl, un autor que las editoriales no publicarían en estos tiempos de censura, de lo políticamente correcto y de las buenas maneras. Si hubiese nacido hace veinte o treinta años, tendría sus manuscritos en un cajón porque ningún editor se arriesgaría. No lo leo continuamente pero debería. Roald Dahl es el más grande de todos.

El ilustrador de cualquier época que quisiera ver en sus libros.

Menciono tres absolutamente maravillosos: Gabriel Pacheco, Santiago Caruso, Quentin Blake. Pero podría hacer una lista de trescientos.

El libro infantil o juvenil que hubiera querido escribir.

Pinocho, de Carlo Collodi. Un divertido y angustiante libro de transformaciones. Collido es como un Kafka para niños, y Pinocho, una obra maestra.

El libro que lo haya hecho llorar.

El libro triste, de Michael Rosen. Creo que la muerte de un hijo es la mayor desgracia que puede experimentar el ser humano. La sabia y contenida manera cómo Michael Rosen lleva esta historia, amparada por las ilustraciones de Quentin Blake y el impecable diseño editorial hacen que El libro triste sea memorable, aparte de conmovedor.

Libros de lectura pendiente que lo hagan sentir culpa

Ante todo, soy un lector y me he pasado la vida leyendo. O releyendo. Valga la advertencia. Sin embargo, tengo miles de libros por leer. No me alcanzará la vida para tantos pendientes. Nombro cinco, casi al azar, que requieren por lo menos tres meses de absoluta dedicación: Trilogía americana, Gargantúa y Pantagruel, El hombre sin atributos, La Divina Comedia, Bajo el volcán. Se trata de libros muy conocidos. Porque hay otros, raros y difíciles de encontrar. La lista crece día tras día.

El libro que le encanta regalar.

La metamorfosis, de Kafka, los cuentos de Patricia Highsmith, los poemas de Raúl Gómez Jattin.

El libro que le haya cambiado su manera de ver o de escribir.

Tres novelas breves, tres obras maestras: Pedro Páramo, El amante y El coronel no tiene que le escriba. Rulfo, Marguerite Duras y García Márquez inventan universos particulares, muy propios, con personajes solitarios y marginales, y un lenguaje preciso y precioso. La misma brevedad de las obras hace que el lector vuelva a estas páginas una y otra vez. Placer asegurado, manjar de dioses. Más que escritores, estos maestros parecen artesanos del lenguaje. Y más que artesanos, orfebres, porque trabajan oro puro.

Un libro que lo sorprendió pero no supo que iba a ser así.

Así son los buenos libros: nos sorprenden y revuelcan. Un libro absolutamente previsible es un libro malo. Suele pasar mucho más con las películas, que tienden a complacer a la mayoría de la gente, que tienden a la redondez de principio, nudo y desenlace, que no se arriesgan porque deben recuperar la inversión y generar ganancias.

Un libro que debería estar en la categoría de niños pero no suele estarlo.

Los niños se apropian de los libros. Saltan para atrapar los frutos del árbol prohibido. La lectura a escondidas es una de los grandes placeres de la infancia. Los padres y los profesores deberían apartarse, dejando a un lado su papel de censores. Si un libro no entra dentro del campo de la experiencia o del imaginario, el niño se aburre y lo deja. Lo retomará años después si en verdad el libro vale la pena.

¿Y lo contrario? Un libro que debería ser ubicado en lecturas de niños.

Tres libros que todos los jóvenes deberían leer: La isla del tesoro, Los tres mosqueteros y Drácula. Stevenson, Dumas y Stoker mantienen su prestigio, por supuesto, pero no sobra resultar que son maravillosos autores: saben contar una historia, nos arrastran, nos desbocan. No es la respuesta, pero más o menos. ¿Y para niños? Arnold Lobell, James Stevenson, Roald Dahl son imprescindibles. Tampoco es la respuesta. Otro asunto es que hay numerosos libros publicados en ciertos países o por pequeñas editoriales que no alcanzan la difusión que merecen. En el mundo de habla hispana, la única potencia o el único país con la posibilidad de verdadera y merecida distribución de sus libros es España. Los demás están fregados.

Pregunta libre: ¿es necesaria la ficción?

Tal como es, tediosa, limitada y mediocre, la realidad no es suficiente. Por eso el hombre acude al juego, el riesgo, las drogas, el licor. Necesita romper los límites. La ficción es mi manera de romper los límites y enriquecer la existencia. La ficción es absolutamente inabarcable y no necesariamente se circunscribe a la literatura. Podemos hablar del arte en general, para incluir el cine, el teatro, la pintura, la fotografía, la música, el diseño, la danza. Infinitos mundos por explorar, expresiones de la belleza que nos arrebatan y nos liberan de nosotros mismos, haciéndonos olvidar penas y miserias, soledades y olvidos, y ante todo, nuestra mortalidad, y para que así, después de todo, sea más llevadero el breve paso por esta tierra de nadie.

Boletín bibliográfico, 2021


domingo, 30 de mayo de 2021

Triunfo Arciniegas / Diario / Sobre dictaduras y otras miserias

El comandante Hugo Chávez



Triunfo Arciniegas
SOBRE DICTADURAS Y OTRAS MISERIAS
24 de mayo de 2021
Si los pañales son como los políticos porque deben cambiarse con frecuencia, según las sabias palabras de Bernard Shaw, ¿le dará su voto uno que en plena campaña ya está pensando en tres períodos? ¿Qué va a hacer con el olor a mierda?
¿De qué sirve cambiar un eterno por otro?
¿No le han contado la feroz vida de las dictaduras? ¿Qué hizo Castro en Cuba? Empezó fusilando a los enemigos para asegurarse la permanencia en el poder. Destruyó la democracia y la economía. Expropió, ahuyentó la riqueza, multiplicó los pobres. Y las putas. Cuba es un puteadero. Lo era antes de la revolución. Y lo sigue siendo, pero con más fuerza.
Fidel y Raúl Castro gobernaron a Cuba sesenta años, hasta que la propia naturaleza los extinguió, y ahora dejan en el poder a otro de su misma calaña, en un país con un solo partido político, con un solo periódico y un solo canal de televisión. Y solo y unánime aburrimiento. En Cuba el mundo se estancó. Nada pero nada es más deprimente que una librería en La Habana. Dan ganas de llorar. La ciudad con sus edificios desmoronados, con autos de otro siglo. No me lo contaron: fui a verlo. Una Cuba que el socialismo convirtió en parásito, primero vivieron de Rusia y luego del petróleo venezolano.
¿Qué hizo Chávez en Venezuela? Lo mismo. Transformó el país más rico de Latinoamérica en un reino de miseria y desolación. Cinco millones de venezolanos recorren el mundo muertos de hambre. El resto pasa hambre en su propio país. Del Socialismo del siglo XXI, miseria, tan solo miseria.
Militares ineptos manejan el país. Chávez, el charafote, el comandante, nombró militares en todos los cargos. Lo importante era el dominio. Lo importante era el uniforme. Lo importante era la vigilancia de los ciudadanos. Aparecieron miles de ojos cubanos. "En Cuba aprendí estrategia", dijo Chávez. Es decir, represión.
¿Cómo es posible que un país con tan incalculables reservas de petróleo padezca escasez de gasolina? La están llevando de contrabando desde Colombia. Ahora es al revés. Antes la traíamos de allá. ¿Cómo es posible un profesor universitario con los zapatos rotos? ¿Cómo es posible que se requiera el salario de mes para comprar un pollo y un cartón de huevos?
La feroz vida de las dictaduras. ¿No le han dicho cómo es vivir como un mendigo, haciendo cola para la comida o el agua, sin gas, sin luz y sin gasolina, con la peor devaluación del mundo? No me lo contaron: vi esas colas en Caracas. Vi la ciudad revuelta, tomada por los vándalos, atiborrada de basura.
Vaya una o dos semanas a Cuba para que lo mate el aburrimiento. No hay nada qué hacer, no hay con qué. El deporte nacional de Cuba es tirar porque no hay más. Y no solo de tirar vive el hombre. O vaya unos días a Venezuela para que lo mate la desesperanza.
Ningún país, por Dios, se merece esta porquería de gobernantes. Las dictaduras son terribles, espantosas, de izquierda o de derecha. Somoza, Videla, Trujillo, Pinochet, Fidel Castro, Hugo Chávez, todos caben en el mismo costal de la infamia.
Lo sé: gobiernos corruptos, asquerosos gobiernos, facilitaron la entrada de las nefastas experiencias socialistas. La gente creyó que los barbudos de la revolución cubana eran la solución. La gente creyó que Hugo Chávez era el mesías. Y miren cómo están de jodidos ahora. La gente cree que proyecto local de dictador es la solución. La gente desesperada. Y la desesperación es mala consejera.
¿Todavía quiere un déspota en el gobierno? Tan ególatra como el mismo Chávez. Un tipo obsesionado por el poder. Un tipo que se aprovecha del caos y que no le importa arrojar el país al abismo.
¿Todavía quiere un déspota? En la pasada campaña le hicieron prometer en la plaza de Bolívar que no se atornillaría al poder. Que no expropiaría. Que no acomodaría a su antojo la Constitución. Porque no confían. Ni los mismos de su corriente política confían. Fue un acto ridículo. Había unas tablas. Cómo si se trata de Moisés. Y como Moisés, el político se quedó viendo la tierra prometida. Por suerte.
¿Todavía quiere un déspota?


sábado, 29 de mayo de 2021

Casa de citas / Kafka / La escritura

 


Franz Kafka
LA ESCRITURA

Mi vida consiste, y en el fondo ha consistido desde siempre, en intentos de escribir, en la mayoría de los casos fallidos. Pero si no escribiera yacería el suelo, digno de ser barrido. Mis fuerzas han sido desde siempre miserablemente pequeñas y, aunque no reconociera abiertamente, se desprende por sí mismo que tenía que ahorrar por todas partes, perderme un poco de todo, para tener fuerzas suficientes en caso de necesidad para lo que me parecía mi principal objetivo.

Carta a Felice Bauer
1 de noviembre de 1912

Reiner Stach
Kafka / Los años de las decisiones
Siglo XXI, Madrid, 2003, p. 183

Triunfo Arciniegas / Diario / Esas historias



Triunfo Arciniegas
ESAS HISTORIAS
29 de junio de 2021

Las cosas que de pronto uno empieza a recordar. El amigo que acaba de morir dejó a una novia porque se le empelotó encima de una mesa de una discoteca, para placer y dicha de todo el mundo. "Tan delicado", le dijimos. Él mismo contaba la historia con lujo de detalles, enriqueciéndola a través de los años.



viernes, 28 de mayo de 2021

Triunfo Arciniegas / Diario / Asado o masacre

Triunfo Arciniegas
ASADO O MASACRE
26 de mayo de 2021
Acabo de encontrar el texto: me hizo reír al principio. Ya sé que es una broma, querido diario, pero la idea no es mala. Un asado en vez de una masacre, qué maravilla, fin y al cabo compartimos un breve territorio por un tiempo fugaz. La vida de por sí es tan dura y la muerte no deja de enseñarnos sus colmillos. Tarde o temprano seremos polvo del olvido. Un asado en vez de matarnos por un pinche político que ni siquiera sabe que existimos no suena mal. Cuántos liberales y conservadores se mataron mientras los políticos vivían de pipí cogido disfrutando de sus fortunas, en sus mansiones con esquema de seguridad, o recorriendo el mundo, en Europa o Estados Unidos sobre todo, con los dineros que nunca tendremos. Estos murieron de viejos en sus camas y los primeros, los pobres ilusos que creyeron en el paraíso, cayeron en el monte o en las calles. Matarnos es la mala idea. Lo sé: es una obviedad pero los humanos hemos preferido matarnos a través de los siglos.
La primera vez que fui a una asamblea de profesores estaban discutiendo sobre un panteón. Una hora después aún no se ponían de acuerdo. Yo, profesor primerizo, recién salido de la adolescencia, me preguntaba horrorizado qué le pasa a esa gente que sólo piensa en morirse, hasta que a un iluminado se le ocurrió que con ese dinero hiciéramos un sancocho. La propuesta fue aprobada por unanimidad.
No mate a su amigo por un político de mierda que ignora su existencia: invítelo a un asado. A su amigo, al otro ni por el putas. Que traiga lo que quiera, que no traiga nada, pero que venga. Lo demás es ganancia.








ASADO O MASACRE
Acabo de encontrar el texto: me hizo reír al principio. Ya sé que es una broma, querido diario, pero la idea no es mala. Un asado en vez de una masacre, qué maravilla, fin y al cabo compartimos un breve territorio por un tiempo fugaz. La vida de por sí es tan dura y la muerte no deja de enseñarnos sus colmillos. Tarde o temprano seremos polvo del olvido. Un asado en vez de matarnos por un pinche político que ni siquiera sabe que existimos no suena mal. Cuántos liberales y conservadores se mataron mientras los políticos vivían de pipí cogido disfrutando de sus fortunas, en sus mansiones con esquema de seguridad, o recorriendo el mundo, en Europa o Estados Unidos sobre todo, con los dineros que nunca tendremos. Estos murieron de viejos en sus camas y los primeros, los pobres ilusos que creyeron en el paraíso, cayeron en el monte o en las calles. Matarnos es la mala idea. Lo sé: es una obviedad pero los humanos hemos preferido matarnos a través de los siglos.
La primera vez que fui a una asamblea de profesores estaban discutiendo sobre un panteón. Una hora después aún no se ponían de acuerdo. Yo, profesor primerizo, recién salido de la adolescencia, me preguntaba horrorizado qué le pasa a esa gente que sólo piensa en morirse, hasta que a un iluminado se le ocurrió que con ese dinero hiciéramos un sancocho. La propuesta fue aprobada por unanimidad.
No mate a su amigo por un político de mierda que ignora su existencia: invítelo a un asado. A su amigo, al otro ni por el putas. Que traiga lo que quiera, que no traiga nada, pero que venga. Lo demás es ganancia..

martes, 25 de mayo de 2021

Triunfo Arciniegas / Diario / La montonera


Triunfo Arciniegas
LA MONTONERA
25 de mayo de 2021

Pero cómo gozan con la desgracia ajena. Con qué delirio hacen leña del árbol caído. Siempre ha sido así. Sólo que la montonera ahora no lanza piedras sino memes y chistes flojos pero salvajes que también hieren y matan. Son tantos los imbéciles que repiten las palabras de otros y parodian las burlas ajenas con tal de sumarse al escarnio. Se creen sabios e iluminados, se creen justicieros, cuando humillan al desgraciado de turno, cuando le cobran el derecho de pensar diferente. Porque es lo que están haciendo: se aprovechan de una caída de cualquier naturaleza para cobrar asuntos políticos.

En el ser humano hay sentimientos tan bellos, pero también una acentuada vocación por el caos, la destrucción y la muerte.


lunes, 24 de mayo de 2021

Triunfo Arciniegas / Diario / Un mes de dicha con Cata


Triunfo Arciniegas
UN MES DE DICHA CON CATA
24 de mayo de 2021

A mediados de abril, Cata, dueña y señora de Cuatrovientos, vino a visitarme, con Mío, hijo de una gata callejera que va a comer a casa de René, y decidió quedarse. La extrañaba.
Vamos bien, de maravilla, pero no me respetan. Cuando me tiendo a leer o ver Netflix, Cata y Mío se trepan a ronronear sobre mi pecho. Exploran las bibliotecas y de pronto desacomodan algún libro. Duermen donde se les da la gana. Mío corre como loco por toda la casa y parece más un ratón que un gato. Se trepa por mis aruñadas piernas y busca un rincón en mis brazos. Cata, toda una dama, aparte de dulce, es muy tranquila. Me sigue a todas partes y a menudo se tiende detrás de la pantalla cuando voy al estudio. Ya no se acomoda sobre el teclado como antes y deja trabajar.
Mío, que hace poco cumplió dos meses (Piscis del 6 de marzo, como García Márquez) ya hizo amistad con Toto en la azotea. A menudo lo encuentro lleno de babas. Con Cata, tan cautelosa, el asunto apenas comienza. En esta casa no hay solar pero al menos tenemos una azotea de más de cien metros cuadrados y quiero que los tres la compartan. O los cuatro, si me incluyo, animal desolado, bebedor de relámpagos.
Toto, obsequio de la negra Eufemia, me acompaña desde hace unos siete años. He sido más de perros que de gatos, desde niño. De perras, sobre todo. Podría escribir un libro sobre las perras de mi vida.
Adoraba a los gatos desde lejos y, como prueba, en mis páginas se cruzan a cada rato. Su belleza, su plasticidad y su independencia me resultan fascinantes. Así que Cata es la primera en carne y hueso y fue un amor lento pero demoledor. Creo que demoré dos meses para concretar el acercamiento. Cuando la descubrí rondando la casa, en Cuatrovientos, comencé a dejarle comida al fondo del solar. La devoraba a escondidas. Acerqué el plato a la casa centímetro a centímetro y Cata, flaca y muerta de hambre, siguió viniendo, hasta que entró a la cocina. Verla comer dentro de la casa fue tan emocionante. Luego logré que se quedara a dormir. Empezó a explorar los espacios pero no se atrevió a visitar mi dormitorio. Se necesitaron más de dos meses, mucho más de dos meses, para que lo hiciera. Un montón de veces desperté y la vi en la puerta, bella e inalcanzable, misteriosa y profunda
Siguió tan salvaje e independiente. Acostumbrado a la sumisión de los perros, me encantó la experiencia. Pronto se supo quién era la dueña y quién el esclavo. Cata desaparecía con cualquier visita. Hablaba de ella pero era imposible señalarla. Hasta pensé que pensarían que me la había inventado. Casos se han dado. Nada raro después de tanto inventarme mujeres.
No puedo precisar cuándo subió a mi cama ni cuándo empezó a aparecer con las ofrendas: un ratón o un pájaro o una lagartija.
Lo cierto es que caí rendido, sin remedio, para siempre.
Cata, mi cielo.

sábado, 22 de mayo de 2021

Triunfo Arciniegas / Diario / Difícil comienzo



Triunfo Arciniegas
DIFÍCIL COMIENZO
22 de mayo de 2021

De niño, mi padre me decía: "No sirve ni para muerto porque se traga las velas".

Esclavizó mi niñez levantándome desde las cinco de la mañana para que le trabajara como un obrero trepado en un cajón y a menudo, después de mis clases, dejándome solo en la herrería hasta las ocho o nueve de la noche.

Sus palabras todavía duelen.



viernes, 21 de mayo de 2021

Triunfo Arciniegas / Diario / Sobre el conocimiento

Ilustración de Luis Scafati



Triunfo Arciniegas
SOBRE EL CONOCIMIENTO
19 de mayo de 2021

Querido diario: está mañana un taxista me preguntó por mí. En la conversación el hombre mencionó la herrería del mercado nuevo, a mi papá, herrero toda la vida, a uno de mis hermanos y a un sobrino que vive en China. Y entonces preguntó: "Qué sabe de Triunfo Arciniegas?" Le dije la verdad: "Muy poco".

Habló de un profesor que no veo hace muchos años y de un trasteo donde aparecieron mis libros. Si lo vuelvo a ver le pediré que preste uno. Siempre es emocionante descubrir un escritor.

Hace unos cinco o siete años en una terminal de transportes, cuando di mi nombre, la mujer de la ventanilla dijo: "Como el escritor". Andaba de buen humor y le respondí: "No sabe lo molesto que es eso".


jueves, 20 de mayo de 2021

Poemas como heridas / Triunfo Arciniegas / Lejanía

 



Triunfo Arciniegas
Distance
Translated from the Spanish by Steve Dolph

Lejanía

En un cuarto apestoso
El viejo esparce la baraja
Y a través del humo
Me señala tu imagen
Junto a un hombre
Que no soy yo


Distance

In a molding room
The old man
Lays out the deck
And through the smoke
Points to your figure
Next to a man
Who is not me



• • •


Triunfo Arciniegas is a fantastically prolific Colombian author. If he were American he'd be labeled a "fabulist" or something else in that vein. Not a Magic Realist, but certainly not not one, Arciniegas sees the world always slightly refracted through his irony glasses. Below is translated a poem Arciniegas posted to Letralia, a website that serves as a good introduction to his work, including poetry, prose, and essays.

Steve Dolph edits this journal. He is currently translating a short story collection by Arciniegas, The Unicorn Garden and Other Places for Lonely Men.





miércoles, 19 de mayo de 2021

Casa de citas / Paul Auster / La muñeca de Kafka


Paul Auster
La muñeca de Kafka

Estamos en el último año de la vida de Kafka, que se ha enamorado de Dora Diamant, una chica polaca de diecinueve o veinte años de familia hasídica que se ha fugado de casa y ahora vive en Berlín. Tiene la mitad de años que él, pero es quien le infunde valor para salir de Praga, algo que Kafka desea hacer desde hace mucho, y se convierte en la primera y única mujer con quien Kafka vivirá jamás. Llega a Berlín en el otoño de 1923 y muere la primavera siguiente, pero esos últimos meses son probablemente los más felices de su vida. A pesar de su deteriorada salud. A pesar de las condiciones sociales de Berlín: escasez de alimentos, disturbios políticos, la peor inflación de la historia de Alemania. Pese a ser plenamente consciente de que tiene los días contados.

Todas las tardes Kafka sale a dar un paseo por el parque. La mayoría de las veces, Dora lo acompaña. Un día, se encuentra con una niña pequeña que está llorando a lágrima viva. Kafka le pregunta qué le ocurre, y ella contesta que ha perdido su muñeca. Él se pone inmediatamente a inventar un cuento para explicarle lo que ha pasado. “Tu muñeca ha salido de viaje”, le dice. “¿Y tú cómo lo sabes?”, le pregunta la niña. “Porque me ha escrito una carta”, responde Kafka. La niña parece recelosa. “¿Tienes ahí la carta?”, pregunta ella. “No, lo siento”, dice él, “me la he dejado en casa sin darme cuenta, pero mañana te la traigo.” Es tan persuasivo, que la niña ya no sabe qué pensar. ¿Es posible que ese hombre misterioso esté diciendo la verdad? Kafka vuelve inmediatamente a casa para escribir la carta. Se sienta frente al escritorio y Dora, que ve como se concentra en la tarea, observa la misma gravedad y tensión que cuando compone su propia obra. No es cuestión de defraudar a la niña. La situación requiere un verdadero trabajo literario, y está resuelto a hacerlo como es debido. Si se le ocurre una mentira bonita y convincente, podrá sustituir la muñeca perdida por una realidad diferente; falsa, quizá, pero verdadera en cierto modo y verosímil según las leyes de la ficción.

Al día siguiente, Kafka vuelve apresuradamente al parque con la carta. La niña lo está esperando, y como todavía no sabe leer, él se la lee en voz alta. La muñeca lo lamenta mucho, pero está harta de vivir con la misma gente todo el tiempo. Necesita salir y ver mundo, hacer nuevos amigos. No es que no quiera a la niña, pero le hace falta un cambio de aires y por tanto deben separarse durante una temporada. La muñeca promete entonces a la niña que le escribirá todos los días y la mantendrá al corriente de todas sus actividades.

Ahí es donde la historia empieza a llegarme al alma. Ya es increíble que Kafka se tomara la molestia de escribir aquella primera carta, pero ahora se compromete a escribir otra cada día, única y exclusivamente para consolar a la niña, que resulta ser una completa desconocida para él, una criatura que se encuentra casualmente una tarde en el parque. ¿Qué clase de persona hace una cosa así? Y cumple su compromiso durante tres semanas, Nathan. Tres semanas. Uno de los escritores más geniales que han existido jamás sacrificando su tiempo (su precioso tiempo que va menguando cada vez más) para redactar cartas imaginarias de una muñeca perdida. Dora dice que escribía cada frase prestando una tremenda atención al detalle, que la prosa era amena, precisa y absorbente. En otras palabras, era su estilo característico, y a lo largo de tres semanas Kafka fue diariamente al parque a leer otra carta a la niña. La muñeca crece, va al colegio, conoce otra gente. Sigue dando a la niña garantías de su afecto, pero apunta a determinadas complicaciones que han surgido en su vida y hacen imposible su vuelta a casa. Poco a poco, Kafka va preparando a la niña para el momento en que la muñeca desaparezca de su vida por siempre jamás. Procura encontrar un final satisfactorio, pues teme que, si no lo consigue, el hechizo se rompa. Tras explorar diversas posibilidades, finalmente se decide a casar a la muñeca. Describe al joven del que se enamora, la fiesta de pedida, la boda en el campo, incluso la casa donde la muñeca vive ahora con su marido. Y entonces, en la última línea, la muñeca se despide de su antigua y querida amiga.

Para entonces, claro está, la niña ya no echa de menos a la muñeca. Kafka le ha dado otra cosa a cambio, y cuando concluyen estas tres semanas, las cartas la han aliviado de su desgracia. La niña tiene la historia para habitar un mundo imaginario, las penas de este mundo desaparecen. Mientras la historia sigue su curso, la realidad deja de existir.


Paul Auster
Brooklyn Follies


martes, 18 de mayo de 2021

Triunfo Arciniegas / Diario / Amistad, divino tesoro



Triunfo Arciniegas
AMISTAD, DIVINO TESORO
18 de mayo de 2021

Resulta difícil aceptar ciertas solicitudes de amistad en FB. Sin una sola foto, sin datos personales. Sus amistades son un negocio de cielorrasos y una venta de pollo. No hay un solo comentario personal, una felicitación de cumpleaños, una broma familiar o algo así. ¿De quién se hace uno amigo entonces? ¿De un fantasma? Porque el nombre seguramente es falso. El nombre, señores, no admite emisarios y se lleva hasta en la misma piel. Hay casos patéticos: nadie se llama H2O, Perico de los Palotes, Melanina Monotemática. Tarde o temprano lo mandan a uno al carajo o le dicen hasta mierda porque publica algo contra Petro. Amparados por el anonimato, rugen como leones y tal vez viven con el rabo entre las piernas, arrojan piedra al prójimo mientras esconden sus propios pecados. Resulta tan fácil ser parte de la montonera y hacer leña del árbol caído, cuando lo que vale es sembrar el árbol y soñar con el bosque.

Amén.

lunes, 17 de mayo de 2021

Casa de citas / Perle Fine / Mi pintura

 

Perle Fine



Perle Fine
MI PINTURA
Mi pintura de los últimos años es de naturaleza subjetiva. Es mi respuesta a la violencia, el ruido y la lucha desenfrenada en nuestro mundo de hoy. No es gestual, es un susurro en respuesta a un grito.


Perle Fine



MY PAINTING
by Perle Fine


My painting in the last couple of years is of a subjective nature. It is my answer to the violence, noise and strife rampant in our world today. It is non-gestural, it is a whisper in reply to a shout.


Perle Fine / Abstract expressionism




 

domingo, 16 de mayo de 2021

Casa de citas / Perle Fine / Cuando pinto

Obra de Perle Fine
 

Perle Fine
CUANDO PINTO
Nunca pensé en mí como una estudiante o maestra, sino como una pintora. Cuando pinto algo soy muy consciente del futuro. Si siento que algo no va a estar de pie dentro de 40 años, no estoy interesada.


Perle Fine / Abstract expressionism

 





sábado, 15 de mayo de 2021

Casa de citas / Enrique Kraus / García Márquez y Fidel Castro

 

Fidel Castro y García Márquez


Enrique Kraus
García Márquez y Fidel Castro


La amistad y las langostas continúan veinte años después. Panegirista, consejero áulico, agente de prensa, representante plenipotenciario, jefe de relaciones públicas en el extranjero, todo eso ha sido García Márquez para Castro. En 1996 cenó con el presidente Clinton para buscar el necesario acercamiento con Cuba: “Si Fidel y usted pudieran sentarse a discutir cara a cara, no quedaría ningún problema pendiente.” Tras el 9/11 escribió una larga carta a Bush: “¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente que el horror estalla en tu patio y no en el living del vecino?” Las cosas han marchado siempre bien, salvo en algunos momentos, como en 2003, cuando un movimiento de conciencia más importante y universal que la democracia pareció interponerse entre los dos amigos: los Derechos Humanos. En marzo de ese año, en una acción fulminante, Castro reeditó los juicios de Moscú contra 78 disidentes condenándolos a penas de entre doce y veintisiete años de cárcel. (Uno de ellos fue acusado de poseer “una grabadora Sony”.) Acto seguido, ordenó matar en caliente a tres muchachos que querían huir del paraíso en un lanchón. Ante el crimen, José Saramago declaró (luego se desdijo) que “hasta allí llegaba” su relación con Castro, pero Susan Sontag fue más lejos y, en el marco de la Feria del Libro de Bogotá, confrontó a García Márquez: “Es el gran escritor de este país y lo admiro mucho, pero es imperdonable que no se haya pronunciado frente a las últimas medidas del régimen cubano.”

Enrique Kraus / Gabriel García Márquez. A la sombra del patriarca
31 de octubre de 2009





viernes, 14 de mayo de 2021

Poemas como heridas / María Álvarez-Rosario / Mujer en el bosque


María Álvarez-Rosario
MUJER EN EL BOSQUE


Mujer de lluvia soy
mujer de bosque

y cuando tú me llamas
emerjo de la tierra
con el barro en la boca

y musgo
entre las piernas.


jueves, 13 de mayo de 2021

Poemas como heridas / Ángel González / Todo amor es efímero

The Lovers, 1928
René Magritte

Angel González
TODO AMOR ES EFÍMERO

Ninguna era tan bella como tú
durante aquel fugaz momento en que te amaba:
                                                                   mi vida entera.



miércoles, 12 de mayo de 2021

Casa de citas / José Manuel Caballero Bonald / Juan Goytisolo

Juan Goytisolo

José Manuel Caballero Bonald

JUAN GOYTISOLO

1

Goytisolo es un heterodoxo muy atractivo. Tiene sus complicaciones de carácter, pero me siento muy cerca de sus sondeos en la cultura. La historia social de la literatura española la ha escrito la derecha, la tradición católica nacional, y él ha promovido una revisión muy solvente.

2

Yo separo la persona y la obra sin mayores conflictos. Conozco a Juan desde los años cincuenta. Cuando escribí esa parte de las memorias él llevaba años defendiéndose de ataques imaginarios. Me incomodaba su actitud, pero eso no impide que admita el valor que tiene como escritor. Evolucionó a partir de Señas de identidad y la suya es una literatura muy consistente.

José Manuel Caballero Bonald / “La Transición fue un apaño”


Casa de citas / José Manuel Caballero Bonald / Gil de Biedma

Gil de Biedma

 

José Manuel Caballero Bonald
GIL DE BIEDMA

Gil de Biedma es un gran crítico de la cultura pero un poeta menor, de alcance verbal muy limitado. Los grandes poetas de esa época son Valente y Barral.


José Manuel Caballero Bonald / “La Transición fue un apaño”