Lily King
NOTICIAS DE BANKSON
Me mantuve apartado del lago Tam varias semanas, tiempo en el que mi trabajo fue bien. Empecé a invitar a gente a mi casa, no en grandes cantidades, como hacía Nell cada mañana, sino en grupos pequeños. Invité a cenar a toda la familia de Teket, y nos comimos un jabalí que habíamos cazado y peras en conserva, aunque Teket tuvo que convencerlos de que eran seguras y no tenían ninguna maldición. A su abuela le gustaron mucho las peras y su almíbar, y se llevaron las latas vacías a casa, como si les hubiera dado cien libras a cada uno. Invité a tomar el té a Kaishu—Mwampa, la anciana que no me hablaba, y a su nieta. No les gustó, y les dije que estaba más bueno con leche, pero se rieron cuando intenté describirles lo que era la leche porque no habían visto una vaca en su vida. Unos días más tarde, Tiwantu anunció que celebrarían un Wai tradicional completo para festejar los logros de su hijo pasada la siguiente luna llena. Iba a tener mi pequeño momento de euforia.
Podría haber seguido así —mi trabajo en Nengai, unas cuantas escapadas al lago Tam— hasta julio, cuando tenía pensado marcharme. Pero el día después del anuncio de Tiwantu, Teket regresó del mercado con una nota escrita con la caligrafía de Nell.
Podría haber seguido así —mi trabajo en Nengai, unas cuantas escapadas al lago Tam— hasta julio, cuando tenía pensado marcharme. Pero el día después del anuncio de Tiwantu, Teket regresó del mercado con una nota escrita con la caligrafía de Nell.
Lily King
Euforia, capítulo 16
Ediciones Malpaso, 2016
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