miércoles, 31 de octubre de 2018

Casa de citas / Elmer Mendoza / Acudo a los maestros con mis preguntas




Elmer Mendoza

Elmer Mendoza
ACUDO A LOS MAESTROS CON MIS PREGUNTAS

Leo a mis colegas y aprendo de ellos lo que debo hacer y lo que no. Algunos los estudio. Todos los días acudo a mis maestros con mis preguntas: Batya Gur, Fernando del Paso, Dashiell Hammett, Juan Rulfo, Manuel Vázquez Montalbán, James Joyce, Rubem Fonseca. Converso algunos minutos y aunque pocas veces entiendo sus respuestas, trabajo como si fuera un experto en todas las técnicas y conociera todas las historias.


martes, 23 de octubre de 2018

Casa de citas / Ingmar Bergman / 1957

Ingmar Bergman


Ingmar Bergman
1957


En 1957, cuando Bergman, con 38 años, estrena El séptimo sello, rueda Fresas salvajes y otras dos películas más, dirige cuatro obras de teatro, tiene ya seis hijos de tres matrimonios, sufre úlceras estomacales, graba su primer telefilme, y mantiene a la vez cuatro relaciones sentimentales.





lunes, 22 de octubre de 2018

Little Richard / Good Golly, Miss Molly



https://www.youtube.com/watch?v=lQ6akiGRcL8

Little Richard

Good Golly, Miss Molly





Good Golly Miss Molly, sure like to ball. Good golly, Miss Molly, sure like to ball. When you're rockin' and a rollin' can't hear your momma call. From the early early mornin' till the early early night You can see Miss Molly rockin' at the house of blue lights. Good golly, Miss Molly, sure like to ball. When you're rockin' and a rollin' can't hear your momma call. Well, now momma, poppa told me: "Son, you better watch your step." If I knew my momma, poppa, have to watch my dad myself. Good golly, Miss Molly, sure like a ball. When you're rockin' and a rollin' can't hear your momma call. I am going to the corner, gonna buy a diamond ring. Would you pardon me if it's a nineteen carat golden thing. Good golly, Miss Molly, sure like a ball. When you're rockin' and a rollin' can't hear your momma call. Good golly, Miss Molly, sure like a ball. Good golly, Miss Molly, sure like a ball. When you're rockin' and a rollin' can't hear your momma call.







domingo, 21 de octubre de 2018

Casa de citas / Graham Greene / Enamorados




Graham Greene
Biografía
ENAMORADOS

Todos los enamorados son celosos.

Graham Green
El fin de la aventura
Sur, Buenos Aires, 1979, p. 51


La cita completa es la siguiente: "Preferiría estar muerto o verte muerta antes que con otro hombre. Yo son un ser normal y quiero como los seres humanos. Pregunta a cualquiera. Todos te dirán lo mismo... si realmente están enamorados. Todos los enamorados son celosos."

The 100 best novels No 71 / The End of the Affair by Graham Greene (1951)

Casa de citas / Graham Green / No sé bien por qué




Graham Greene
Biografía
NO SÉ BIEN POR QUÉ

No sé bien por qué razón soy de esos hombres a los que sólo se llama por el apellido.

Graham Green
El fin de la aventura
Sur, Buenos Aires, 1979, p. 11




The 100 best novels No 71 / The End of the Affair by Graham Greene (1951)

viernes, 19 de octubre de 2018

Casa de citas / Graham Greene / Una historia no tiene comienzo ni fin



Graham Greene
Biografía
UNA HISTORIA NO TIENE COMIENZO NI FIN


 Una historia no tiene comienzo ni fin: arbitrariamente uno elige el momento de la experiencia desde el cual mira hacia atrás o hacia adelante. Digo "uno elige" con el orgullo inexacto del escritor profesional que —cuando ha alcanzado alguna notoriedad digna de tenerse en cuenta— fue elogiado por su destreza técnica; pero, en realidad, ¿elijo yo por mi propio arbitrio aquella oscura y húmeda noche de enero de 1946, en el prado comunal, la figura de Henry Miles, sesgada a través del ancho río de lluvia, o son estas imágenes las que me eligen a mí? Conviene sin duda, según las reglas del oficio, comenzar justo en este momento, pero de haber creído entonces en algún Dios, podría haber también creído en una mano tomándome bruscamente del codo y en una voz sugiriéndome: "Háblale; no te ha visto".
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 ¿Por qué, en otro caso, iba yo a haberle hablado? Si no fuera el odio una palabra demasiado vasta para usarla en relación con un ser humano, yo odiaba a Henry, como también odiaba a Sarah, su mujer. Y supongo que él, a su vez, no tardó en odiarme después de lo que pasó aquella noche; como seguramente debió odiar en oca siones a su mujer y a aquel otro en cuya existencia teníamos entonces la suerte de no creer ni él ni yo. Ésta es, pues, una historia mucho más de odio que de amor, y si digo en ella algo en favor de Henry o de Sarah puede prestársele crédito: escribo contra mi parcialidad, porque forma parte de mi orgullo profesional el preferir la casi-verdad incluso a la expresión de mi casi-odio.

Graham Green
El fin de la aventura
Sur, Buenos Aires, 1979, p. 9

The 100 best novels No 71 / The End of the Affair by Graham Greene (1951)
Graham Green / El fin de la aventura / Reseña de Vargas Llosa

Triunfo Arciniegas / Diario / La bella y el idiota





Triunfo Arciniegas
La bella y el idiota
Bogotá, 8 de octubre de 2018

Duele la certeza de que uno nunca fue prioridad para la mujer que tanto amó. Que no pasó de un mientras tanto. Con el tiempo, a medida que se destejen las mentiras, se da uno cuenta que no fue más de un idiota, pero ya no hay nada que hacer, ni maldecir vale la pena.




miércoles, 17 de octubre de 2018

Triunfo Arciniegas / Diario / Roberto Burgos Cantor

Roberto Burgos Cantor
Bogotá, 2010
Foto de Triunfo Arciniegas

Triunfo Arciniegas
Roberto Burgos Cantor
17 de octubre de 2018

Era fácil de tratar, sin la típica arrogancia de los intelectuales. Un caballero que supo mantener vivo el asombro de los niños y con quien se podían celebrar los asuntos elementales de la vida. De amena y amable conversación, de un delicado sentido del humor. Más que al escritor, el admirable escritor, vamos a extrañar la maravillosa persona que era.

Alguna vez fui editor o asesor editorial o, con más exactitud, sufridor editorial. María Fernanda Paz-Castillo y yo soñamos un libro, Los días del asombro, para que nueve escritores colombianos hablaran de sus ciudades. Nueve amigos. A Roberto Burgos le correspondió, por supuesto, Cartagena de Indias. Nos entregó un texto perfecto que me hechizó de principio a fin, y menos mal que fue así porque era tal el respeto con el escritor que no hubiera podido rechazar o modificar una sola línea. Sólo un mal editor puede afirmar tal cosa. Mafe, que no es mala, señaló un par de cosas que Roberto resolvió de inmediato. Estos editores, por Dios. El libro me sirvió, entre otras cosas, para saber qué no voy a ser en mi próxima vida.

Fui su chofer en Cúcuta. Con Juan Manuel Roca, Ramón Illán Bacca y Alberto Barrera Tyszka recorrimos las calles del centro. Alberto buscaba antros de perdición pero no supe encontrarlos. Roberto se reía de ambos. Le asombraba tanto el tamaño de La Bronco que conducía como de las botas que había comprado para visitar La Patagonia. En nuestros encuentros siempre me preguntó por la camioneta y aún tengo pendiente el viaje al fin del mundo. Me queda la imagen de Roberto y otro escritor jugueteando en la piscina del hotel Bolívar con una bellísima poeta. Creo que pretendían ahogarla.

En estos días estuve recorriendo sus territorios, buscando apartamento, desde Belalcázar hasta La Soledad y Teusaquillo, y pasé más de una vez frente al edificio donde vivía. Quise llamarlo para tomarnos un café pero no encontré su número en mi nuevo celular. Me dije que debía llamar a Jaime Echeverri, uno de sus amigos, pero lo dejé pasar, y ahora ese café quedó aplazado para siempre.

Queda el consuelo de su obra pero, por bueno que sea, me digo, no hay libro que remedie el vacío. Sin Roberto Burgos, sin su presencia caribe y marina, en este triste día los vientos en el patio andan más perdidos que nunca, como mi corazón cubierto por el polvo de las horas sin consuelo.











viernes, 12 de octubre de 2018

Chuck Berry / You Never Can Tell



https://www.youtube.com/watch?v=CJs0PMVP3Bc
Chuck Berry 
You Never Can Tell 
Subtítulos en español

YOU NEVER CAN TELL
Written by Chuck Berry

It was a teenage wedding, and the old folks wished them well You could see that Pierre did truly love the mademoiselle And now the young monsieur and madame have rung the chapel bell, "C'est la vie", say the old folks, it goes to show you never can tell They furnished off an apartment with a two room Roebuck sale The coolerator was crammed with TV dinners and ginger ale, But when Pierre found work, the little money comin' worked out well "C'est la vie", say the old folks, it goes to show you never can tell They had a hi-fi phono, boy, did they let it blast Seven hundred little records, all rock, rhythm and jazz But when the sun went down, the rapid tempo of the music fell "C'est la vie", say the old folks, it goes to show you never can tell They bought a souped-up jitney, 'twas a cherry red '53, They drove it down New Orleans to celebrate their anniversary It was there that Pierre was married to the lovely mademoiselle "C'est la vie", say the old folks, it goes to show you never can tell



https://www.youtube.com/watch?v=RoDPPgWbfXY
Chuck Berry 

You Never Can Tell

https://www.youtube.com/watch?v=KeKPkGflDB4

Chuck Berry

You Never Can Tell (Lyrics)



https://www.youtube.com/watch?v=PgM_iGz7Xy8&t=17s

YOU NEVER CAN TELL

(C'EST LA VIE)

by Chuck Berry
Versión de Aaron Neville
Album: "The Grand Tour" (1993)
Pulp Fiction by Tarantino
John Travolta y Uma Thurman

domingo, 7 de octubre de 2018

Triunfo Arciniegas / Diario / 52 libros





Triunfo Arciniegas
52 libros
Bogotá, 7 de octubre de 2018

Nunca antes había conseguido tantos libros en un solo día: 52. Le debo el milagro a Irene Vasco. La verdad, no entiendo cómo alguien puede desprenderse de los libros así. Yo no podría. Ni de uno solo. Nada más regalo libros repetidos, y a menudo los he comprado con este propósito. Los demás se quedan conmigo. La biblioteca, a diferencia de las mujeres, no te abandona.

Fui a la casa de Irene ayer, por la ruta equivocada, y tuve que caminar una media hora, hasta que me sorprendió la lluvia. Irene me recibió con un pocillo de café y la mesa repleta de maravillas: Camus, Joyce, Balzac, Steinbeck, Tabucchi, Kundera, Boccaccio, Baudelaire, Borges, Peter Hanke, Lévi Straus, Mirjam Pressler, Virginia Woolf, Javier Marías, Vargas Llosa, entre otros. Dieciocho kilos, según mis cálculos, que rebosaron el morral y la bolsa verde de las emergencias. Estábamos mirando las fotos de la casa de placer que Irene tiene en Tolú, La Alegría, cuando llegó Leopoldo, su esposo. Conversamos y un rato y me despedí, ligero como el viento, con mis otros dieciocho kilos de feliz sobrepeso. Tomé un taxi a La Soledad: doce mil pesos, tal como dijo Irene.

Estaba rendido porque empecé la jornada a medianoche. Terminé la primera lectura de la versión 25 de la novela, Dulce animal de compañía, ahora sí el título definitivo. Todo un récord porque imprimí hace dos días, después dos o tres de limpieza. Me ha gustado mucho el trabajo de la versión 24, cuando todavía se llamaba Amor perdido, por la bellísima canción que interpreta María Luisa Landin y que es el fondo de una escena fundamental. Toda la versión ha sido producto de este viaje, pues salí de Pamplona con la novela limpia, lista para entregarla a la editora. Pero en el primera vuelo, de Cúcuta a Bogotá, revisé la primera de las seis partes. En el segundo, de Bogotá a Medellín, la segunda. Revisiones de altura, por supuesto. Y me quedé toda la tarde en el hotel del Poblado revisando la tercera. No salí ni a la esquina, no fui a la Fiesta del Libro. Al día siguiente, antes de mediodía, me recogieron en la puerta del hotel y me llevaron al Limonar, para un encuentro con niños. Y de nuevo al hotel a trabajar. Era viernes. Seguí encerrado en el Alejandría hasta el sábado. No sólo renuncié la Fiesta del Libro sino al jacuzzi. Se me derramó la tinta de un lapicero en bolsillo del pantalón y, como dormí con ropa, rendido, manché las lujosas sábanas de la cama king size que deben costar un ojo de la cara. Me costó horas solucionar el percance, al final con la generosa ayuda de un par de camareros. En la tarde del sábado fui a la feria con Octavio Escobar, alojado en el mismo hotel, la cumplí con el segundo compromiso, la charla con Quesadas sobre los misterios prohibidos para adultos. Octavio yo desayunamos juntos el sábado y el domingo, en el hotel, y juntos fuimos a las charlas de Darío Jaramillo Agudelo y Michael Connelly. Octavio presentó y dirigió la charla con Connelly, un tipazo. Me firmó tres de sus novelas y le tomé unas cuantas fotos. El mismo domingo me cambié de hotel, y uno o dos días después había terminado la primera lectura de la versión 24. Coroné las dos restantes en Bogotá, imprimí la 25 y aquí estoy, a punto de iniciar la segunda lectura, en la madrugada del domingo.

Cuando terminé la primera lectura, esta mañana, me hice el desayuno y fui hasta Servientrega con un paquete de libros. Caminé por La Soledad hasta el apartamento de la Chiquita.  Confrontamos nuestras erratas en una hora, discutiendo y festejando una por otra, y coincidimos en la mayoría. Yo soy un aprendiz pero ella es una profesional. De eso vive, entre otras cosas. Confío en su ojo de águila. Además, es la segunda vez que revisa la novela. No tengo con qué pagar tanta generosidad.

Atiendo el celular y Jaime Echeverri, refiriéndose a la mi novela, dice: "Se le nota el oficio"·






sábado, 6 de octubre de 2018

Triunfo Arciniegas / Diario / Hablando solo




Triunfo Arciniegas
HABLANDO SOLO
Bogotá, 6 de octubre de 2018

Hablo solo en Bogotá. Pienso en voz alta mientras camino. No es raro. Con o sin el celular encendido, la gente habla sola en Bogotá. En un pueblo, pasarían por locos. Aquí no importa.

En los pueblos uno siempre tiene con quien hablar. El tiempo va despacio, sin el afán de las distancias. Uno puede detenerse y conversar sin miedo de perder el autobús o una cita.

La ciudad es un montón de voces que nunca se encuentran.



jueves, 4 de octubre de 2018

Triunfo Arciniegas / Diario / Cuestión de títulos

Dulce animal de compañía
Bogotá, 4 de octubre de 2018


Triunfo Arciniegas
Cuestión de títulos
Bogotá, 4 de octubre de 2018

La novela ya tiene su título definitivo, Dulce animal de compañía. Desde enero se había llamado Amor perdido, por la canción de María Luisa Landín que suena como fondo en una escena fundamental, contada en dos capítulos de diferentes secciones (seis en total). Tuvo una serie de títulos: Pequeños cadáveres, Mujer de niebla, Bestias, Pequeñas bestias. También fueron títulos opcionales Su olor de bestia acorralada, No te veré morir, Fantasmas, Malparido amor, Puto amor. Imagino que con los dos últimos títulos los editores se caerían de culo. "El amor es puto" lee la niña Renata en un muro aunque no puede entender a cabalidad el sentido de la frase. "Malparido amor", grita Daniel en la peor noche en su vida. "Fantasmas", de todas maneras, es el título de la segunda de las dos partes de la novela. "No te veré morir", un título que le gustó a Jaime Echeverri, es un verso del poema más famoso de Idea Vilariño. La frase, "Su olor de bestia acorralada", sigue en la novela. "Pequeñas bestias" o "Pequeños cadáveres" fueron desechados por mi oficio de escritor para niños: no quiero confundir al lector. Con "Mujer de niebla", en 2002, me gané un premio regional. "Bestias" es un título que todavía me gusta. Todos los títulos encajan, diría que todos tratan de la malparidez del amor. En otras palabras, la tusa, el despelote, el luto, el doloroso tránsito de un amor a otro.












martes, 2 de octubre de 2018

Triunfo Arciniegas / Diario / Extraña respuesta




Triunfo Arciniegas
EXTRAÑA RESPUESTA
Bogotá, 2 de octubre de 2019

Le digo al vendedor de mangos callejero, en pleno y peligroso centro de Bogotá, que no deje el celular tan expuesto, y su respuesta es enseñarme el cuchillo.


lunes, 1 de octubre de 2018

Charles Aznavour / Hier encore




Charles Aznavour
HIER


Hier encore J'avais vingt ans Je caressais le temps Et jouais de la vie Comme on joue de l'amour Et je vivais la nuit Sans compter sur mes jours Qui fuyaient dans le temps J'ai fait tant de projets Qui sont restés en l'air J'ai fondé tant d'espoirs Qui se sont envolés Que je reste perdu Ne sachant où aller Les yeux cherchant le ciel Mais le coeur mis en terre Hier encore J'avais vingt ans Je gaspillais le temps En croyant l'arrêter Et pour le retenir Même le devancer Je n'ai fait que courir Et me suis essoufflé Ignorant le passé Conjuguant au futur Je précédais de moi Toute conversation Et donnais mon avis Que je voulais le bon Pour critiquer le monde Avec désinvolture Hier encore J'avais vingt ans Mais j'ai perdu mon temps A faire des folies Qui ne me laissent au fond Rien de vraiment précis Que quelques rides au front Et la peur de l'ennui Car mes amours sont mortes Avant que d'exister Mes amis sont partis Et ne reviendront pas Par ma faute j'ai fait Le vide autour de moi Et j'ai gâché ma vie Et mes jeunes années Du meilleur et du pire En jetant le meilleur J'ai figé mes sourires Et j'ai glacé mes pleurs Où sont-ils à présent A présent mes vingt ans?



https://www.youtube.com/watch?v=bHokx2L1wi4

Charles Aznavour 

Hier encore