Ilustración de Ana Regina García
MUJERES ENCERRADAS
Teresa Wilms Montt, la poeta chilena a la que encerraron en un convento tras acusarla de adulterio
'Mujeres recluidas'- capítulo X: Sospechosa de espionaje durante la I Guerra Mundial, inmortalizada en un cuadro por Julio Romero de Torres y miembro de la bohemia de Buenos Aires, Madrid y París a principios del siglo XX, la autora nació muchos años antes de que la sociedad pudiera aceptar un alma tan libre como la suya.
-¿Qué hubiera querido ser usted?
-Lo que soy. De cualquier otro modo me habría aburrido más.
Así respondió Teresa Wilms Montt a la periodista Sara Hübner meses antes de su muerte. Y lo recoge Alejandra Costamagna en el maravilloso perfil que escribe sobre ella en Preciosa Sangre, diarios íntimos de Teresa Wilms Montt (La Señora Dalloway, 2017). Según todo lo que dejó escrito esta poeta chilena, en sus 28 años de vida se aburrió poco. Pero no lo tuvo fácil. Nació en Viña del Mar en 1893 en una familia de la aristocracia chilena. Su padre era descendiente de la realeza prusiana y su madre estaba emparentada con varios presidentes de la república. Teresa fue la segunda de siete hermanas y siempre sintió un trato diferente. En sus diarios cuenta cómo de pequeña la castigaban a copiar cientos de veces el verbo obedecer. «Lo sabía de sobra gramaticalmente sin haber pensado nunca en practicarlo», escribió.