León Tolstói
VUELVO A VIVIR CON MI MUJER
Traducción de Lydia Kúper
Sexta parte
VIII
Vuelvo a vivir con mi mujer. Mi suegra vino hecha un mar de lágrimas para decirme que Elena estaba aquí y me suplicaba que la escuchara; añadió que era inocente, que sufría por mi abandono y otras muchas cosas. Yo sabía que si cedía y volvía a verla no tendría fuerzas para negarme. En semejante duda, no supe a qué ayuda recurrir. Si el bienhechor hubiera estado aquí, me habría guiado. Me encerré en mi despacho, releí las cartas de Osip Alexéievich, recordé mis charlas con él y, de todo ello, saqué la conclusión de que no debía rechazar a quien suplica, que debía tender la mano a todos y especialmente a personas tan ligadas a mí y que debía llevar mi cruz. Pero si la perdono por amor a la virtud, es preciso que mi unión con ella no tenga más que un objetivo espiritual. Así lo he decidido y así he escrito a Osip Alexéievich; he rogado a mi mujer que olvide el pasado, que perdone mis posibles culpas para con ella y le he dicho que yo no tenía nada que perdonar. Me sentía feliz al hablarle así. Que no sepa lo penoso que me resultaba volver a verla. Ahora vivo en el piso alto de la casa grande y me siento feliz y renovado.
León Tolstói
Guerra y paz, Sexta parte
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