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jueves, 1 de junio de 2023

Triunfo Arciniegas / Diario / Tina Turner




Triunfo Arciniegas
TINA TURNER
25 de mayo de 2023

Me conmueven los numerosos mensajes de la gente, que manifiesta a la vez su pena por la partida de Tina Turner y su agradecimiento tanto por su música como por el coraje, la perseverancia y la valentía de su propia vida. El arte hace más llevadera la existencia. De ahí el agradecimiento.
Nunca conocimos a Tina Turner. Nunca supo de nosotros. Pero siempre fue importante. Fue y será. Siempre estuvo ahí, como el agua fresca del amanecer.
Una vez, hace unos veinte años, estaba con una amiga en Cuernavaca, México, en la cafetería de un centro comercial, y de pronto oí su voz, tan bella e inconfundible como las manzanas de Cezanne o los girasoles de Van Gogh. De inmediato me levanté de la silla, me acerqué al televisor como si una cuerda invisible me halara y me sumergí extasiado en el concierto. Se supone que íbamos a ver una película, pero no puedo precisar cuál. Ni siquiera si hubo o no película. La presencia de Tina Turner borró todos los detalles de esa tarde. Me veo regocijado contemplando la pantalla. La dicha de ese momento, la inmensa dicha. Eso nunca se olvida.
Su música hizo parte de largas jornadas de trabajo. Dejaba sonar un solo lado de un disco por nueve o diez horas, hasta que se me erizaban los pelos y el cuarto se llenaba de humo.
Ya no fumo ni escucho música para escribir. Pero esta grandiosa y bella mujer sigue en el corazón y oírla de cuando en cuando es un placer. Queda su imagen, además: su melena, sus faldas cortas, sus piernas infinitas. Era un volcán en el escenario. La veo junto a Mick Jagger, ese otro monstruo del espectáculo. Lo veo acercarse y arrancarle la falda en pleno concierto. Les salió perfecto. No lo ensayaron, pero Tina estaba advertida, según cuenta en su autobiografía.Un instante mágico que nos hizo felices.
Por Tina Turner tengo la misma devoción que por Balthus o Lucian Freud. Es parte fundamental de mi vida, tanto como Pink Floyd o The Rolling Stones, Schubert o Bach, Juan Rulfo o Raymond Carver, Flaubert o Borges, Hemingway o Kafka.
En el mapa espiritual, Tina Turner es una ciudad maravillosa que bien vale la pena volver a recorrer.



martes, 30 de mayo de 2023

Casa de citas / Tina Turner / El matrimonio y el chocolate derretido




Tina Turner
EL MATRIMONIO Y EL CHOCOLATE DERRETIDO

La situación empeoró cuando aterrizamos. El clima era caluroso y molesto, la temperatura superaba los treinta grados, e Ike insistió en sacar una barra de chocolate derretido para comer en el coche. Trató de darme un poco, pero me aparté porque llevaba puesto un traje de pantalón blanco de Yves Saint Laurent y no quería ensuciarlo. Aparentemente, mi negativa a compartir su golosina fue la señal que necesitaba para comenzar a pelear.
***
Luego comenzó a golpearme y agarró su zapato para hacer el trabajo sucio. Realmente lo sorprendí, empecé a devolverle golpe por golpe. Me sentía realmente bien para pelear contra esa persona que había sido tan burda, vulgar y abusiva conmigo durante tanto tiempo. Llegó el momento en el que enloqyecí y esa fue la última gota que derramó el vaso. Peleamos todo el camino hasta el Statler Hilton.
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Al llegar al hotel, mi cara estaba hinchada y mi precioso traje estaba salpicado de sangre. Llamamos mucho la atención cuando salimos del coche, aunque Ike se excusó diciendo que hablamos tenido un accidente. Yo era la imagen de una mujer rota y silenciada. Y eso es lo que Ike quería creer, que había ganado la pelea, que había ganado todas las anteriores. La verdad era otra.
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Tan pronto como Ike se durmió, cogí cosas del tocador, até una bufanda alrededor de mi cabeza, que me daba punzadas de dolor, y me eché una capa sobre los hombros. Luego me marché del infierno que era esa habitación y me alejé de esa vida.
Puede que lo hubiese olvidado durante mucho tiempo, pero yo sabía cómo huir de las serpientes.
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Una campesina sabe correr por los campos y hacer todas esas cosas temerarias, pero esa noche sentí que estaba siendo guiada por un poder superior. De alguna manera logré cruzar la carretera y subir la colina hasta el Ramada, sólo para darme cuenta de que había mayores obstáculos por delante: Ike siempre me amenazaba: “Si te vas, te vas como viniste”, es decir sin nada. Él estaba en lo correcto.
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Yo llevaba 36 céntimos y una tarjeta de crédito de Mobil en mi bolsillo, tenía la cara amoratada y la ropa sucia y manchada de sangre, además, era negra y estaba en Dallas.
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Caminé hasta la recepción y me presenté al gerente, explicándole quién era yo y que huía de mi esposo y que no tenía dinero, le juré que le pagaría luego si me daba una habitación esa noche.
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Cuando cerré la puerta, la idea de lo que había hecho me impresiónó tanto que se me aflojaron las rodillas. El corazón me resinaba en los oídos.
Estaba atemorizada, pero también estaba excitada.
No sólo estaba huyendo de Ike, corría hacia una nueva vida.

Tina Turner
My Love Story
La autobiografía definitiva
Indicios, Madrid, 2018, pp. 102-105