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jueves, 30 de noviembre de 2023

Colombia en la Feria del Libro de Guadalajara

 



COLOMBIA EN LA FERIA DEL LIBRO DE GUADALAJARA


En el stand Colombia, el mejor de la Feria del Libro de Guadalajara, encuentran este título mío, Muertas de amor. Una tormentosa geografía del deseo.
Es cierto. Según cuenta en su muro nuestro ministro de Cultura Juan David Correa, que además fue mi editor, el stand Colombia acaba de ganar este reconocimiento.
Así que pasen y disfruten de sus tesoros. Aparte de García Márquez, placeres asegurados son Álvaro Mutis, Manuel Mejía Vallejo, Tomás González, Evelio Rosero, Harold Kremer, José Manuel Arango, Juan Manuel Roca, Piedad Bonnett, Darío Jaramillo Agudelo, Laura Restrepo, Raúl Gómez Jattin, Jaime Jaramillo Escobar, Alfredo Molano, Alberto Salcedo Ramos, Rosario Tijeras (Jorge Franco), El olvido que seremos (Héctor Abad Faciolince), Lo que no fue dicho (José Zuleta Ortiz), Cada oscura tumba (Octavio Escobar), Morada al sur (Aurelio Arturo), Corea, apuntes desde la cuerda floja (Andrés Felipe Solanok), La perra (Pilar Quintana), Memoria por correspondencia (Emma Reyes), La casa grande (Álvaro Cepeda Samudio).
Doy fe por todos los mencionados.
29 de noviembre de 2023


lunes, 10 de abril de 2023

Invitaciones del Triunfo / Presentación de Muertas de amor

 



INVITACIONES DEL TRIUNFO
Presentación de Muertas de amor
Conversación con Margarita Valencia

Damas y caballeros, nos vemos el sábado 22 de abril a las dos de la tarde en Talleres 3 de Corferias (Bogotá). Margarita Valencia, y yo hablaremos de Muertas de amor.

Margarita es una magnífica entrevistadora. Una mujer sabia y feliz. Diría que todo depende de ella y que estoy en buenas manos. Fue mi primera editora y, aparte del cariño, mi gratitud con ella es eterna. Nos conocemos desde hace tanto tiempo. Sabe mis secretos. Supongo que hablaremos del proceso creativo desde los tiempos de Carlos Valencia Editores hasta mi nueva etapa con Planeta. La lectura de Muertas de amor le habrá dejado un montón de preguntas. Trataré de resolverlas.

Hablaremos del gozoso entierro de un payaso y la disparatada boda con que concluye un encuentro de escritores de provincia en la frontera. De una mano mutilada y abandonada en el bosque. De un libro que cambia cada vez que se lee. De una muchacha trastornada por el olor de un hombre y la belleza de un conejo. De hombres que pierden la cabeza y el último encuentro de una pareja en una ciudad violenta. De la desaforada pasión de un fotógrafo por la dueña de un delantal. De la pierna que ilustra la tapa del libro. De cosas así.

Historias descarnadas, violentas: veintidós incendios. Le he dedicado más de veinte años a este festín. La historia es fundamental, básica, pero sin la armazón verbal, sin la belleza de la sintaxis y la precisión de las palabras, no hay historia que se sostenga.

viernes, 24 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / El delantal


Triunfo Arciniegas
EL DELANTAL

Lo único que dejó Antonia, un delantal manchado de aceite, encima de la nevera. No más. Un delantal de rombos verdes y negros, separados por líneas amarillas, que me hace pensar en la bandera de Jamaica. Hasta el momento no he sido capaz de quemarlo o arrojarlo a la basura. Antonia barrió con todo lo suyo y parte de lo mío durante mi ausencia. Me dejó sin numerosos libros amados y parte esencial de la música. Sin la miserableza de una nota debajo de la almohada. Sin una línea que sellara su destino y el mío: Volví a la Madre Patria. Es decir, volvió a su hombre. ¿Dónde dejó mis cosas? ¿Con quién? Las aerolíneas limitan cada vez más el peso del equipaje, y el exceso cuesta un ojo de la cara. Revisando a fondo comprobé que no le interesó ninguna de mis fotografías. No supe si sentirme ofendido o aliviado. La maldije una y otra vez porque me había enamorado, deseé que la matara un rayo o la aplastara un tren, maldije al desgraciado que ahora se la gozaba, aposté que no durarían más de tres meses y hasta el sol de hoy siguen juntos y, según Celia, ya tienen un crío.

jueves, 23 de marzo de 2023

La mano en el bosque


Triunfo Arciniegas
LA MANO EN EL BOSQUE


1
Lucas Malerba, estudiante universitario y destacado atleta, encontró la mano mutilada cubierta de moscas en el bosque de sus ejercicios sexuales la tarde del 13 de noviembre de 1997. Por supuesto, no era la primera vez que recorría el bosque con la amiga de turno. Lo conocía a profundidad, casi árbol por árbol, hasta los rincones más secretos, donde no llegaba la curiosidad de los niños que burlaban la escuela, e incluso lo había recorrido alguna noche desnudo y sin extraviarse, y pretendía el mismo conocimiento con la hija del doctor Malaver. Habían bailado un par de veces en El Decamerón, habían visto televisión hasta tarde y apenas se habían tocado. Las películas de Tom Hanks la hacían llorar. "Las parejas que atraviesan el bosque de la mano, quedan encantadas", dijo Lucas medio en broma, medio en serio. Ella le ofreció la mano y él la guió hacia uno de esos lugares secretos. Acababan de recostarse y encender un tabaco de marihuana cuando descubrieron la mano mutilada entre los tréboles. La hija del doctor Malaver se desmayó y Lucas tuvo ante sí dos tareas: despertar a la muchacha y entregar la mano a la policía. Por suerte no la habían destrozado los perros ni la habían devorado las hormigas. De pronto, Lucas supo que la mano podía esperar y ni siquiera espantó las moscas. La mano no tenía a dónde ir, entre otras cosas: ningún saludo pendiente, ningún adiós, ninguna partida de naipes. Una mano de hombre con una uña pintada. Lucas fumó el tabaco despacio, regocijado, hasta quemarse los dedos, como dándole tiempo a la muchacha para que despertara por su propia cuenta. ¿Cuántos cuerpos había tocado esa mano, cuántos billetes, cuántas copas de vino? ¿Cuántos sexos húmedos, cuántas lágrimas, cuántos pies tibios? Y ahora, sólo una mano muerta, un desperdicio. Después de la última chupada y excitado por el lujurioso pasado de la mano, Lucas acarició el rostro de la bella durmiente, se atrevió a besarla, le separó los labios con la lengua y hasta la consagró con un trébol en la frente. "Soy un sapo, mi reina de tréboles", dijo con voz ronca. "Vas a desencantarme." Bajó a su cuello y, una vez abierto el cierre de la chaqueta, a sus senos. Mordisqueó los pezones dormidos y luego recorrió con la lengua un vientre pálido, suave y salado, y se extasió ante la profundidad del ombligo. Citó un verso de Neruda: "Soy más pequeño que un insecto". Estrechándose, aplanándose, la araña de su mano penetró en el más bello y profundo de los bosques, de breves, suaves y bien pulidos árboles, y exploró la fuente de los deseos. Luego, con la garganta seca, Lucas Malerba deslizó el pantalón y los calzones por debajo de las nalgas mientras la muchacha realizaba un movimiento cómplice. Lucas descubrió y separó los muslos, y luego la hizo suya, y la muchacha despertó toda empapada, gritando de pasión. En fin, llevaron la mano a la estación envuelta en un pañuelo, y un policía con cara de palo registró la información. "¿Qué hacían ustedes en el bosque?", preguntó el policía. "Caminar", dijo la muchacha. A pregunta idiota, respuesta ídem. Después de la penosa diligencia, se detuvieron en una heladería y, cuando Lucas quiso saber si se había desmayado de verdad, ella dijo con cierto placer: "¿Estás desencantado, lobo feroz?" Lamió con regocijo el helado de chocolate y añadió: "¿Para qué llevan las niñas al bosque?"

miércoles, 22 de marzo de 2023

Astilla


Triunfo Arciniegas
ASTILLA

La mujer presionó el timbre con firmeza, una sola vez, y casi de inmediato la muchacha se asomó por la ventana del segundo piso.
          –Diga.
          –¿Elisa?
          –Sí.
          –Vengo a hablar con usted –dijo la mujer.
          –¿Qué se le ofrece?
          –Sobre Humberto –dijo la mujer.

martes, 21 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / Locas historias de Numancia

Antonio López
Día
Estación de Atocha, Madrid
 Triunfo Arciniegas
LOCAS HISTORIAS DE NUMANCIA

Antonio López
Noche
Estación de Atocha, Madrid

En Numancia supe de un hombre que se arrancaba la cabeza por las mañanas y la llevaba al mercado en una cesta de mimbre. No lo vi, me lo dijeron. En Numancia, sucia y polvorienta, muy al norte, más allá de Puerto Escondido y Magallanes, cerca de Punta Gallinas, pues en aquella época de mi vida iba por todas partes. Me había dejado el bigote, escribía sobre ciertos amores desgraciados una novela que nunca publiqué y, durante algunos meses, hasta que perdí credibilidad, fui corresponsal de El Pregón.

lunes, 20 de marzo de 2023

Mujeres

Fotografía de Klaus Peter Nordmann

Triunfo Arciniegas
MUJERES


La urgencia me hizo marcar tres, cuatro, cinco veces, el número de Pilarica Trespalacios, pero no me contestó. No quería verme desde que me sorprendió con las manos en la masa en El Decamerón. Digamos que entonces era mi novia oficial, casi mi mujer, mi equilibrio sexual, el pan de cada día y todo eso. Ay, Pilarica y sus tres palacios. Decidí caerle de sorpresa a Beatriz, pero el sorprendido fui yo. Estaba borracha con dos señores. Abrió la puerta a medio vestir o, con más exactitud, a medio desnudar, descalza y despeinada. Me invitó a seguir. Pero no me pareció buena idea, sobre todo al ver a los señores: un periodista que reseñaba libros en revistas de vanidades y un vendedor de electrodomésticos. Donde comen dos, comen tres, pero todos quedan con hambre.

domingo, 19 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / La casa de las lunas


Triunfo Arciniegas
LA CASA DE LAS LUNAS

Debo confesarlo: toda la vida he sido un lector apasionado, desde mucho antes de enamorarme de Melissa Walter. Di con ella luego de leer una extenuante biografía de Picasso, tres novelas de Calvino, todos los cuentos de Poe y Crónica de pobres amantes, pues así de dispersas han sido siempre mis lecturas. Entonces, hechizado por Flaubert, sobrellevaba con Emma Bovary, su personaje, un sudoroso romance que pervirtió mi adolescencia. Quise salvarla del seductor y del médico mediocre y terminé perdido. Aún veo la zapatilla balanceándose en la punta de su pie, el carruaje del deseo que atraviesa la ciudad con sus amantes dentro, la mano pálida y desnuda que se asoma a la ventanilla para arrojar la lluvia de papel de la carta del rechazo. Aún me veo en la cama del solitario, ansioso y delirante.

sábado, 18 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / La mujer del payaso

Payaso y mujer
Alberto Cadavid
Fotografía de Triunfo Arciniegas
Triunfo Arciniegas
LA MUJER DEL PAYASO

Toqué con suavidad tres veces, según mi estilo, y en seguida abrieron. Saludé con la voz grave y lenta, dolorida, que usaba para estos casos.
          –Siga, por favor –dijo Carmen Jerez, la viuda, y me condujo por un corredor mal iluminado, adornado de matas gigantes que me buscaban el rostro como mujeres confianzudas, hasta un cuarto donde el aire se había vuelto una sopa pestilente.

viernes, 17 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / En la hamaca


Triunfo Arciniegas
EN LA HAMACA

Le llevé la cerveza al patio y seguí con mis oficios.
            ─He tenido mala suerte ─dijo el hombre, Bernardino Alarrota, y la punta de su pie le dio nuevo impulso a la hamaca─. Las mujeres me pudrieron el corazón.

jueves, 16 de marzo de 2023

Cuando papá se fue de casa

Autorretrato, 1914
Egon Schiele
Triunfo Arciniegas
CUANDO PAPÁ SE FUE DE CASA

Papá se fue de casa. La otra noche discutió a gritos con mamá hasta tarde, cuando por fin me dormí, arrinconado y con la cabeza tapada. El caballero de las cantinas, el hombre adorado por sus amigos de parranda, don Juan del Mar, qué gran persona, en casa se volvía un demonio. Le brotaban cachos y cola, candela de sus ojos y obscenidades de su boca, mientras partía un pocillo contra la mesa o estrellaba un cuadro en el piso. Tenía por costumbre romper fotografías, que al día siguiente mamá remendaba con cinta transparente. “Mi mujer es una santa”, decía don Juan del Mar en las cantinas, pero en casa quería trapear con ella. Una vez le restregó en la boca la foto de un antiguo pretendiente. Mamá estuvo con la boca floreada como una semana. En el mercado se subía la bufanda hasta la nariz para disimular el maltrato y, si se veía obligada a rendir explicaciones, contaba que se había resbalado en el patio.

miércoles, 15 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / Altagracia


Triunfo Arciniegas
ALTAGRACIA

Mamá cree que todavía soy virgen. Sabe muy pocas cosas de su niña linda. Sabe de las visitas del vampiro y los botones de mis senos, pero no imagina que el olor de un hombre me atrapó en el mercado. Conoce al hombre porque ese día fuimos juntas a su tienda a comprar un conejo, pero no tiene ni la menor idea de la pasión que me arrastra. La tía Adela, que no vivía con nosotros sino con un camionero desde hacía siete meses, tenía antojos. Dejamos para el final la compra del conejo, después de recorrer todo el mercado buscando unos zapatos. Mamá se midió treinta pares y compró los más feos. Luego fuimos por la fruta y la verdura, la papa y la yuca, el café y el arroz. Yo iba atrás, como siempre, cargando todo. Me dolían los brazos y los hombros. Descargué mientras mamá regateaba.

miércoles, 1 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / Marzo y muertas de amor

Autorretrato



Triunfo Arciniegas
MARZO Y MUERTAS DE AMOR

Marzo llega con libro, como enero (Querida Lucy, cuya tapa les debo) y febrero (Esopo dijo que era el burro, en la maravillosa Cataplum).
Quien no ama un año así. Pero no hay que confundir el ritmo de publicación con el ritmo de escritura. QUERIDA LUCY fue escrito en dos tandas: la primera en los años noventa y la segunda en los dos mil.
Esopo dijo que era el burro es cosecha de pandemia. Un encargo de la directora de Cataplum, María Fernanda Paz Castillo.
Muertas de amor se cerró entre 2004 y 2005. Es decir, para esa fecha, y producto de los quince años anteriores, ya estaba escrita la totalidad de las historias: veintidós. No he dejado de trabajar en este libro desde entonces. Tengo cincuenta versiones empastadas en mis archivos.
En 2007, con nueve historias y bajo el título de Mujeres muertas de amor, gané el Premio Nacional de Cuento Jorge Gaitán Durán. Las bases limitaban el paginaje. Más adelante, para la colección Palabras Rodantes, que se distribuye de manera gratuita en el metro de Medellín, se editaron diez ejemplares de Cinco muertas de amor. No había tierra para más. Las otras diecisiete se quedaron esperando el entierro. La selección y el prólogo estuvieron a cargo de Luis Fernando Macías Zuluaga.
En 2019, Juan Diego Mejía Mejía seleccionó ocho de estas muertas para la colección Debajo de las estrellas, de Eafit, la universidad paisa. El libro, que recogía algunas páginas de otros dos títulos míos, Noticias de la niebla y El jardín del unicornio y otros lugares para hombres solos, se llamó simple y llanamente Cuentos.
De manera que hasta ahora, en Tusquets, otro de los sellos de Planeta, se edita Muertas de amor completo, con todas sus muertas: veintidós. Y casi trescientas páginas. La foto de la tapa es mía. No me conviene decirles el nombre de la dueña de las piernas. Esa publicidad podría perjudicarme. La otra foto, donde poco me veo, también es mía. A estas alturas uno ya no está para mostrarse.
Laura Melisa Benítez y yo revisamos las pruebas una y otra vez, hasta el hastío. En estos días el libro entra a la imprenta y llegará a las librerías a finales de marzo o principios de abril. Para entonces, damas y caballeros, rompan la alcancía: tengo gatos que mantener. En la FILBO se hará el lanzamiento, por supuesto. Considérense invitados.
Y todo esto, finalmente, para que tengan idea de cómo y con cuánta terquedad se trabaja un libro.

1 de marzo de 2023





domingo, 26 de febrero de 2023

Triunfo Arciniegas / Diario / Una frase




Triunfo Arciniegas
UNA FRASE

“Era como saber los pecados de la mujer amada, cuando el hombre maldice pero no renuncia y reacomoda con dolor sus principios porque sabe que sin ella la vida es imposible.”

Me costó lágrimas esta frase. Una frase metida entre tantas otras. Tal vez alguien la subraye. Tal vez, en el propio ritmo de la narración, pase desapercibida.

Esta cita, toda esta página, hace parte de “La casa de las lunas”, un cuento sobre un libro que cambia con cada lector y cada lectura. En el fondo, sucede con todos libros: nunca leemos el mismo libro, como nunca nos bañamos en el mismo río, es decir, ya no somos los mismos de la vez pasada y las aguas tampoco. En Lejanías, cuatro muchachos leen una novela y uno de ellos queda fascinado por la protagonista, una tal Melissa Walter, y ahí arranca la trama.

Es una de las veintidós historias de MUERTAS DE AMOR, el libro que publicará Tusquets a finales de marzo, con una fotografía mía en la tapa: una pierna. No entiendan mal: la pierna no es mía (las ventas se irían al carajo) sino la foto.

Esta página se publica tal cual (101), pero sin el título, agregado con mi propia letra para la foto: con el desesperado propósito de resolver el misterio, el narrador acude al traductor de la novela, Raimundo Humberto Fonseca, reimundo, rey inmundo, un borracho sin ilusiones, expulsado del magisterio por recorrer desnudo los pasillos de Universidad.

Hoy, que es un día tan especial para mí, hicimos la última revisión de las pruebas: sobraba un punto antes de una pregunta en alguna página, faltaba una “y” en otra, y habían olvidado el número de página del sumario. Detalles. Pero se trata de que no se nos pase nada.

26 de febrero de 2023