Mostrando entradas con la etiqueta Casa de citas / Sobre la lectura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Casa de citas / Sobre la lectura. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de diciembre de 2019

Casa de citas / Zadie Smith / Lecturas


Zadie Smith


Zadie Smith
LECTURAS

A medida que te haces mayor, te das cuenta de que los libros de ahora no son tan significativos como aquellos que leíste de joven. Es prácticamente imposible que un libro ahora pueda llegar a transformar mi escritura. Leer es muy parecido a hacer dieta. Hay ciertas obras que no resultan beneficiosas, según la dieta en la que estés. A mí, por ejemplo, no me va bien leer mucho a Nabokov: afecta a mi prosa. Una mala influencia. E intento leer aquello que sea una buena influencia. Cada escritor sabe qué es lo que le conviene en cada momento, y un libro te lleva a otro. De momento, quisiera leer a muchos: de Dorothy Parker, Saul Bellow o William Maxwell…, a todos esos que en su momento no creí importantes. Las cosas cambian. Y hoy no tengo la más mínima necesidad de leer otra novela inglesa del siglo XIX. ¡Es más, si nunca leo otra, no me perderé nada!

Zadie Smith / La escritora metafísica




jueves, 7 de noviembre de 2019

Casa de citas / Sian Cain / Un bálsamo





Sian Cain

UN BÁLSAMO
Si la literatura no es el remedio de todos los males, es al menos un bálsamo para algunas ansiedades, un elixir para algunas preocupaciones.




Sian Cain
A BALM

If literature is not the cure for all ills, it is at least a balm for some anxieties, an elixir for a few worries.

Books to give you hope / Gilead by Marilynne Robinson



lunes, 3 de septiembre de 2018

Casa de citas / Vargas Llosa / Leer



Mario Vargas Llosa
LEER

1

Leer es protestar contra las insuficiencias de la vida.


2
Leer es protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es, no nos basta para colmar nuestra sed de absoluto fundamento de la condición humana, y que debería ser mejor. Inventamos las ficciones, para poder vivir de alguna manera, las muchas vidas que quisiéramos tener, cuando a penas disponemos de una sola.

3

Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Casa de citas / Vargas Llosa / La lectura

Fotografía de Ralp Gibson

Mario Vargas Llosa
Biografía

LA LECTURA
La gran aventura de mi vida ha sido la literatura, sin ninguna duda, no solo lo que he escrito, sino lo que he leído. La lectura, experiencia fundamental para mí, me ha hecho vivir de una manera maravillosa, y por eso veo con cierta angustia la posibilidad de que la lectura pudiera ir, no desapareciendo, pero sí empobreciéndose cada vez más, llegando a menos gente. La lectura ha sido una fuente tan rica de goce, de placer, justamente de vivir las vidas intensas de la aventura, que se cegaría una fuente fundamental de la vida si la lectura pasara a ser en el futuro una actividad de minorías, de catacumbas.

Vargas Llosa / Llego a los ochenta en un estado maravilloso



sábado, 19 de mayo de 2012

Casa de citas / Paul Auster / Un recuerdo



Paul Auster
UN RECUERDO
Traducción de Javier Castaño


Era la primavera de 1970. Yo llevaba veintitrés años escribiendo y traduciendo poemas, escribiendo ensayos y reseñas y también soñando que algún día fuera capaz de escribir novelas. Para ese entonces ya había leído a casi todos los maestros del siglo veinte Joyce y Proust, Kafka y Beckett, Faulkner y Nabokov, Fitzgerald y Céline y me estaba sintiendo un poco presionado. ¿Cómo es posible que una persona se pueda escapar de la sombra de esos gigantes?
Un día cualquiera leí una reseña muy entusiasta de una novela de un escritor de América del Sur cuyo nombre me era desconocido. En ese momento, hace treinta y siete años, comprar libros de pasta dura era una extravagancia que difícilmente podía pretender, pero mi curiosidad fue despertada de una manera tan fuerte que me lancé a la calle a comprar el libro. Comencé a leer Cien años de soledad en las primeras horas de la tarde y no pude dejarlo hasta que lo terminé de leer en ese mismo día por la noche. Tenía en mi poder algo nuevo y fresco y al mismo tiempo hipnotizador: una creación poética, una voz, una sensibilidad que no se parecía a nada de lo que había descubierto hasta entonces. Y esa novela de Gabriel García Márquez, traducida de manera magistral por Gregory Rabassa, contenía todas las virtudes de la escuela tradicional, las cuales pueden resumirse en una sola frase: el amor por el cuento. 
Ese amor es el que genera placer en el lector, el sentido de asombro y alegría que nos cobija cada vez que tropezamos con uno de esos libros raros que cambian la manera como observamos el mundo, que nos exponen a las infinitas posibilidades de lo que un libro puede llegar a ser.
Todo lector apasionado ha tenido esa experiencia, y cada vez que sucede entendemos que los libros son un mundo aparte y que ese mundo es mejor y más rico que cualquiera otro que hayamos visitado con anterioridad. Ésta es la primera razón por la cual nos convertimos en lectores. Por eso es por lo que nos apartamos de las vanidades del mundo material y empezamos a amar los libros por encima de todas las cosas.