Cuando los corderos se pierden en el monte, se les oye llorar. Unas veces acude la madre. Otras el lobo.
Cormac McCarthy
Meridiano de sangre
Meridiano de sangre
Cormac McCarthy
Ediciones Debate, Madrid, 2001, p.
Da igual lo que los hombres opinen de la guerra, dijo el juez. La guerra sigue. Es como preguntar lo que opinan de la piedra. La guerra siempre ha estado ahí. Antes de que el hombre existiera, la guerra ya le esperaba. El oficio supremo a la espera de su supremo artífice. Así era entonces y así será siempre. Así y de ninguna otra forma.
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Fotografía de Triunfo Arciniegas |