Los gorriones
No “el gorrión”. Los gorriones. Es imposibles concebirlos solos. Es imposible no celebrar la vida en el tejado, al amanecer, cuando lo hacen temblar con el bullicio de su parloteo. No cantan: pían, jalean, remueven, reclaman, rehacen el día en la cáscara de sus picos. Degluten la noche. La picotean. La convierten en gorjeo de luz.