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viernes, 18 de noviembre de 2016

Casa de citas / Norman Mailer / Tolstói

Chejov y Tolstói, 1901


Norman Mailer
TOLSTÓI


En algún momento del paso entre dos siglos, tenemos a Chejov visitando a Tolstói. Toma el tren hasta la estación más cercana. Digamos que es invierno. Alquila dos caballos y un trineo, y conduce a través de la nieve hasta Iasnaia Poliana. Tolstói está bastante viejo para ese entonces, grande, fuerte, severo, desde luego, y lo hace sentar de inmediato y hablan. Toman té y hablan. Tolstói dice: "Chejov, eres un escritor muy bueno. Eres excelente. Algunos de tus cuentos son tan buenos que me habría gustado escribirlos yo mismo. Pero, Chejov, tengo que decírtelo: ¡eres un dramaturgo terrible! ¡Eres espantoso! ¡Eres aun peor que Shakespeare!"

Después, Chejov conduce de regreso a la estación de ferrocarril a través de la nieve. En su diario escribirá: Castigué con el látigo a los caballos. Le grité a la luna: "Soy peor que Shakespeare".


Norman Mailer
Un arte espectral
Reflexiones sobre la escritura
Emecé, Buenos Aires, 2008, p. 261

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Casa de citas / Norman Mailer / Picasso

Pablo ¨Picasso, 1952
Fotografía de Robert Doisneau

Norman Mailer
PICASSO


En el caso de Picasso, narcisismo es una palabra demasiado pequeña. Creo que se veía a sí mismo como un intermediario entre la humanidad y las fuerzas que crearon el mundo y lo mantuvieron en agitación. Creo que se veía a sí mismo como un demiurgo. Es decir, un demiurgo con la mitad de sí mismo. La otra mitad era un hombre modesto que hablaba mal en francés y media un metro sesenta.


Norman Mailer
Un arte espectral
Reflexiones sobre la escritura
Emecé, Buenos Aires, 2008, p. 181


martes, 15 de noviembre de 2016

Casa de citas / Norman Mailer / Reseñas



Norman Mailer
RESEÑAS


Creo que sufrí más, sin embargo, con las reseñas de Los desnudos y los muertos que con cualquier otro de mis libros. Quería sentarme y escribirles una carta a cada uno y todos los críticos para decirles cómo habían interpretado mal mi obra. Me sentía así incluso cuando se mostraban entusiasmados con la novela. Es probable que lleve veinte años apreciar las reseñas por lo que son: un rito primitivo. Para entonces, ya era capaz de digerir las reseñas poco amables, siempre que estén bien escritas. A veces, una reseña disparatada puede ser tan alimentaria como una cena de presas salvajes. ( Y, a veces, tan indigesta.) Nunca habría soñado, sin embargo, en no leer las reseñas. Sería como no mirar una mujer desnuda si por casualidad está parada ante una ventana abierta. Linda o fea, es innegablemente interesante dadas las circunstancias.


Norman Mailer
Un arte espectral
Reflexiones sobre la escritura
Emecé, Buenos Aires, 2008, p. 37