Lukas Grande Jiménez
FÚTBOL Y OTROS ASUNTOS
Estoy seguro de que, este domingo, el mundo se paralizó por causa de la fiebre del futbol, y este deporte nos deja estas enseñanzas:
1. En el futbol, no basta con tener un buen juego, sino que se gana anotando goles. Tanto Inglaterra como Colombia tienen un juego muy vistoso, bien planteados en la cancha, pero no convirtieron lo suficiente para quedar por encima del equipo rival. Sin embargo, hay un buen equipo que aún nos sigue trayendo ilusiones y expectativas para estas eliminatorias… yo todavía sueño con un equipo colombiano disputando los partidos decisivos del siguiente mundial.
2. No se ha disputado aún el partido y se escucha entre la gente que “ya somos campeones”… y ahí es cuando viene el gran golpe cuando nos enfrentamos a la realidad. Hay que aprender que se celebra cuando la victoria se consigue efectivamente, y asumir la derrota cuando llega tras jugar el juego; nunca antes. Y esto aplica para todo en la vida.
3. Es vergonzoso que los desmanes de la semifinal y final de la Copa América involucren a colombianos. La fiebre del futbol es hermosa… contagiosa de por sí. Pero como toda emoción mal llevada, nos puede llevar a sacar la peor versión. Es como si el colombiano estuviese lastimosamente condenado a ser una sociedad Jekyll-Mr. Hyde, que se esfuerza por mostrar su mejor faceta por medio de su trabajo arduo, pero que saca lo peor de sí misma, su estupidez, gracias al alcohol… y, en este caso, gracias al futbol.
Un poco de mesura frente a los retos de la vida seguramente nos irá bien como sociedad, y esperando que el cambio que requerimos como nación realmente provenga desde lo cultural, en el retornar al respeto y los valores de antaño… y en aprender a llevar nuestras batallas con sabiduría, a celebrar cuando sea el momento y no a destiempo (como decía el Predicador: todo tiene su tiempo). Al fin y al cabo, creo que la Selección es un ejemplo muy claro de todo lo que hablo: chinos corajudos, humildes y un verdadero ejemplo de superación que debe ser replicado, dirigidos por un entrenador con calidades humanas insuperables.
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