domingo, 28 de julio de 2024

Casa de citas / Nicolás Maduro

 

Ilustración de Agustín Sciammarella

NICOLÁS MADURO

Para ejercer un liderazgo bajo la sombra que suele cubrir como un manto a los herederos, Maduro ha tenido que construir un Gobierno más militar que el del propio Chávez. Ejerce una presidencia autoritaria con un enorme saldo de violaciones a los derechos humanos y centenares de presos políticos, por las que por primera vez un país de América Latina ha llegado a la Corte Penal Internacional. Eso y otros asuntos lo han arrinconado en el plano internacional, hasta convertirse en un paria. Algunas muestras de apertura con Colombia y la Casa Blanca en los últimos años le han devuelto cierto peso público. Su diplomacia, no obstante, ha quedado reducida a Rusia, Cuba, China, Irán y Turquía. Maduro está convencido de que este domingo podrá ganar en las urnas a la oposición, sin trampa, y demostrarle al mundo -al menos eso dice él y la gente que le rodea- que es un presidente legítimo, al que el pueblo quiere. Si llega a 2030 como presidente, habrá gobernado Venezuela muchos más años que Chávez.

Florentina Singer / Juan Diego Quesada

EL PAÍS, 27 de julio de 2024





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