Leda
Bogotá, 8 mayo de 2013
Más ebrio aun, me cuenta otra historia que nunca escribirá porque no es suya: demasiado traqueada, es decir, de todos. Leda, estremecida de gozo, ahogó al animal entre sus piernas. Nunca supo si se trataba de Zeus o de un cisne cualquiera.
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