Hugo Guiler y Anaïs Nin |
Anaïs Nin
HUGO
Febrero de 1932
Traducción de María José Rodellar
Louveciennes. Regresé a un amante suave
y ardoroso. Llevo conmigo encima preciosas y gruesas cartas de Henry.
Avalanchas. He clavado en la pared de mi estudio los dos grandes pliegos de
palabras de Henry, escogidos, y un mapa panorámico de su vida, destinado a una
novela aún no escrita. Cubriré las paredes de palabras. Será la chambre des
mots (la habitación de las palabras).
Mientras estaba fuera, Hugo encontró los
diarios que trataban de John Erskine y los leyó, en una última punzada de
curiosidad. No había nada en ellos que no supiera, pero sufrió. Lo volvería a
vivir todo, sí, y Hugo lo sabe.
También mientras me encontraba fuera,
buscó mi ropa interior de encaje negro, la besó, encontró el olor a mí y lo
inhaló alborozado.
Anaïs Nin
Henry y June / Diario inédito
Plaza & Janés Editores, Barcelona, 1987, p. 43
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