La carta Anwen Keeling |
Anwen Keeling
LA CARTA
Anwen Keeling nació en Sydney, Australia, en 1976. Influenciada por Caravaggio, pinta sobre todo mujeres y caballos. El óleo y el lino belga, fino y suave, son sus materiales favoritos. Una pintura le lleva de dos a cuatro semanas de trabajo. Primero sitúa sus modelos en una escenario, realiza unas cuantas fotos y algunos bocetos y luego trabaja con Photoshop hasta obtener la imagen anhelada. Hace una escala y encarga el lienzo con las medidas precisas. Bocetea con carbón de sauce y a menudo recurre a una cuadrícula. Trabaja con rapidez, usando capas muy finas.
Su pintura es narrativa. Así lo confiesa: “Me gusta brindar suficiente información para interesar a la gente o dar a entender que hay más en la imagen de lo que ves. Me encanta leer y, a menudo, veo mis pinturas como una página de una novela o un fotograma de una película. Depende del espectador desarrollar el resto de la historia ".
En La carta vemos una pareja sentada en la cama y dándose la espalda. Tal vez sean esposos o tal vez amantes. Las sombras acentúan la íntima relación de la pared, aunque no pueden contra la implacable luz de la cortina y la inmensidad de la cama. Una cama que ahora parece una abismo. La carta que sostiene la mujer es sin duda la razón del distanciamiento. Malas noticias sin duda. Alguien supone que el marido de la mujer vuelve a casa. Ha terminado su contrato de trabajo en otro país o algo así.
También podría ser la carta de otra mujer. Entonces la mujer de la pintura pide al hombre las correspondientes explicaciones.
Triunfo Arciniegas
6 de noviembre de 2020
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