DIANA RIGG
Diana Rigg abandonó la serie de LOS VENGADORES porque los productores le pagaban más al camarógrafo que a ella. Como Emma Peel, ella fue genial, ingeniosa y mortal en tacones. La mujer de fantasía de los 60: todos los hombres la deseaban y todas las mujeres querían ser como ella. Pero a Rigg no le interesaba ser reducida a un póster. Cuando descubrió que ganaba menos que el equipo, lo denunció públicamente: fue una de las primeras actrices británicas en exigir igualdad salarial en una industria dominada por los hombres.
"Nunca estuve preparada para aceptar lo que me ofrecían", dijo más tarde. "No sin luchar".
Fuera de la pantalla, detestaba la fama que su personaje le trajo. Los paparazzi la perseguían. Los periodistas le preguntaban si llevaba ropa interior. Ella los mandaba al infierno, con elegancia. Después de Los Vengadores, dio un giro radical. Shakespeare, teatro y drama serio. Se negó a dejarse llevar por el glamour. Una vez dijo que ser un símbolo sexual era "absolutamente aburrido". Entonces, justo cuando una nueva generación podría haberla olvidado, regresó con fuerza. Como Lady Olenna Tyrell en JUEGO DE TRONOS, se convirtió en una de las favoritas de los fans, robándose cada escena con una sola ceja arqueada y un comentario mordaz.
Diana Rigg falleció en 2020 a los 82 años. ¿Sus últimas palabras en pantalla? "Dile a Cersei. Quiero que sepa que fui yo".
¡Qué apropiado! Toda una vida interpretando a mujeres que no se disculparon y que nunca se inmutaron cuando el poder cambió.
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