Triunfo Arciniegas
Los pies del vagabundo
Rio de Janeiro, 11 de febrero de 2013
Nadie asocia las playas de Rio de Janeiro con vagabundos. De hecho, no hay vagabundos ni mendigos en Ipanema o Cocapacabana: supongo que la policía los ahuyenta para no "afear" el paisaje. Porque hay miseria en Rio. Como en tantas otras ciudades, como en Cartagena de Indias, tan bella y espantosa, en Rio conviven el esplendor y la miseria. Mientras unos derrochan y beben hasta caer dormidos, otros agonizan por un trozo de pan y mueren de sed.
De manera que esta foto, tomada el pasado 7 de febrero, resulta rara: un vagabundo en Copacabana. Aquí empieza Copacabana, con un breve y estrecho sendero para pescadores. El vagabundo permanecía inmóvil, con los ojos cerrados, como si orara, en la última hora de la tarde. Le hice varias tomas sin que advirtiera mi presencia. Pude rodearlo y advertir que había dulzura en su rostro.
Alekos dice que parece un Charlot (los talones unidos y las puntas de los pies separados), y tiene razón, aunque este Charlot no es pobre sino miserable. Cuando uno no tiene donde dormir, cuando uno anda descalzo por las calles de nadie y no sabe cuándo será su próxima comida, entonces uno ha caído en la miseria.
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