tag:blogger.com,1999:blog-34108127633533827562024-03-19T05:32:47.903-05:00FiccionesFiccioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.comBlogger4595125tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-13492115099616665922024-03-19T04:00:00.000-05:002024-03-19T04:00:25.437-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / Tres sueños<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGZUBTHpUsoeasoCAjljrbBTh1M3b2cqeMzAP5OGafCVmShY8ODVjVre149zuLWiAGuOSJ8UpiBBWn1pN8cM0fMDzQOD6t7InWFY4cGWqe1tXonsWnzH2RSc-R7jwvCEuPih-3sLqhE_lUChJcK2aorkIxNkgkSRZFiBkvnVU7jtSBFBzKnJfRtC3-Ki-7/s1056/IMG_0276.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1056" data-original-width="765" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGZUBTHpUsoeasoCAjljrbBTh1M3b2cqeMzAP5OGafCVmShY8ODVjVre149zuLWiAGuOSJ8UpiBBWn1pN8cM0fMDzQOD6t7InWFY4cGWqe1tXonsWnzH2RSc-R7jwvCEuPih-3sLqhE_lUChJcK2aorkIxNkgkSRZFiBkvnVU7jtSBFBzKnJfRtC3-Ki-7/w464-h640/IMG_0276.jpeg" width="464" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>Triunfo Arciniegas</p><p>Tres sueños</p><p><br /></p><p>En uno de los tres sueños de anoche tenía cinco manuscritos de dos versiones de una novela. Debía identificar cuáles correspondían a la primera y segunda parte, es decir, cuáles conformaban la última versión de la novela para continuar el trabajo. Tal vez se acercaba la fecha de un concurso. Octavio Escobar enfrentaba un problema semejante. “Ya sé”, dijo. Recogió sus manuscritos ycse fue. Me dije que debía tener paciencia. Que terminaría resolviendo el asunto.</p><p>En el segundo, esperábamos el autobús en un pueblo perdido de la ruta. Éramos muchos y pasaban muy pocos autobuses. No sé con quién viajaba, pero contábamos con una ventaja: habíamos comprado tiquetes. Se trataba del retorno y teníamos tiquetes de ida y vuelta. Tal vez tendríamos una disputa por las sillas con alguna pareja cuyo viaje cubría la ruta completa. En otra escena del mismo sueño corríamos como locos hacia los autobuses repletos. Y en otra ya estábamos acomodados en la parte trasera del autobús. Una pareja viajaba con dos niños. La mujer dijo que la niña era adoptada y muy especial. Leía con pasión, devoraba libros. Tenían que mantener una fuerte provisión para cumplir con su ritmo de lectura, y debido a los incidentes del viaje estaban cortos. En realidad, se habían quedado sin nada, ni siquiera una revista o un periódico. Dije que tenía la solución y pedí permiso para esculcar los gabinetes superiores del equipaje. Me subí en una silla y no encontré nada mío. Saqué algunas prendas de mujer y seguí esculcando. Con el movimiento todo estaba muy revuelto. Encontré una caja de cartón vacía. Me pareció que era mía. Empezaron a aparecer libros. La niña estaba al borde de un ataque. Los libros eran de otros autores, y querían obsequiarle a la niña un título mío. Al fin encontré la segunda edición de La muchacha de Transilvania y otras historias de amor. La niña me arracó el ejemplar de las manos. Quería dedicárselo pero no podía interrumpirla. La niña estaba devorando el libro.</p><p>En el tercer sueño, mientras sostenía una pelea a cuchillo, me transformé en hombre lobo.</p><p>19 de marzo de 2024</p><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-80932499813117394712024-03-19T03:59:00.006-05:002024-03-19T03:59:57.459-05:00Messi merecía el Oscar<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfYlTFdT5-iNz5Um2Wa9dBfE6LWSzWkPm0qx_E06xUY2PQIfnjCdLC8nAC0BHai9Lx-T8wsG1qslbniWJZSrkf-FIglZpEk0hOaqZa3RNGRnDTvea7XRm0LWfzzubMifKPQZIqJ7eidoYN2C3SQ-QCSSbCcIcqjzVApVk23z2z2mkmm1-YtpxIkDnUpQ-b/s800/IMG_0337.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="560" data-original-width="800" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfYlTFdT5-iNz5Um2Wa9dBfE6LWSzWkPm0qx_E06xUY2PQIfnjCdLC8nAC0BHai9Lx-T8wsG1qslbniWJZSrkf-FIglZpEk0hOaqZa3RNGRnDTvea7XRm0LWfzzubMifKPQZIqJ7eidoYN2C3SQ-QCSSbCcIcqjzVApVk23z2z2mkmm1-YtpxIkDnUpQ-b/w400-h280/IMG_0337.jpeg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Messi<br /></td></tr></tbody></table><br /><p></p><p>Triunfo Arciniegas</p><p>MESSI MERECÍA EL OSCAR</p><p>Si han visto “Anatomía de una caída”, de Justine Triet, reconocerán que el perro merecía un Oscar. Impresionante su actuación como Snoop. La escena de las pastillas resulta francamente memorable. Hermoso animal, además. Se llama Messi porque fue “el más pequeño de la camada”. Viajó desde Francia hasta el teatro Dolby de Los Ángeles para honrar la ceremonia y, de paso, orinar sobre la estrella de Matt Damon en el Paseo de la Fama.</p><p>“Anatomía de una caída” esculca sin piedad las tensas relaciones conyugales de dos escritores. La película empieza con la muerte del marido. Luego sabremos que no le iba bien con su oficio y cargaba la culpa de la desgracia del hijo, que perdió la visión en un accidente, mientras la mujer ha conseguido el éxito y ahora debe enfrentarse a la acusación de homicidio. </p><p>Una pequeña parte de la trama me interesa sobre manera. Se sabe que hombre abandonó treinta páginas de un proyecto que la mujer retomó y transformó en una novela de trescientas. En las discusiones el hombre la acusa de “saqueo”. Absurdo razonamiento, que sólo sirve para disfrazar su fracaso como escritor. Es como si Álvaro Mutis hubiese discutido con García porque, después de pedir permiso, escribió “El general en su laberinto” a partir de un abandonado proyecto de Mutis.</p><p>La película ganó el Oscar al mejor guión. Muy merecido, por cierto. También lo merecía la protagonista, Sandra Hüller, impresionante actriz políglota. Y Messi, ni más faltaba.</p><p>11 de marzo de 2023</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggRFOcROI-51FyIKb3cNsGoo1EOY22o5YJhJbeaT8pCSK9ABMUgzuRJg-wVtqajYnStS6r-WBgfaW3aO9lc_tsghDp35GmOCrRWwqXOuJbaNofF3Df9CMl0jq07NGT3S_w-Up8wA-YCVVeV1e893cn3j4PFWYqYhM70jaZpy3zQoZprQZhl36YwJZwk7GZ/s58/IMG_0076.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggRFOcROI-51FyIKb3cNsGoo1EOY22o5YJhJbeaT8pCSK9ABMUgzuRJg-wVtqajYnStS6r-WBgfaW3aO9lc_tsghDp35GmOCrRWwqXOuJbaNofF3Df9CMl0jq07NGT3S_w-Up8wA-YCVVeV1e893cn3j4PFWYqYhM70jaZpy3zQoZprQZhl36YwJZwk7GZ/s1600/IMG_0076.jpeg" width="58" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-7710048036273716612024-03-17T01:25:00.001-05:002024-03-17T01:25:40.973-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / Toda la belleza del mundo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHutpYr-wuJf9RjC0zNbyLVFekXAJ8YdMGyE4w6bINgtuYBOTwuUQSyF1s31WFgWaxNjbK0C0eP7pdjlJcChFWzKHVD6EcCYKfBUdYIBEza9-zhPqGS1c4P7IhTRZ5VctvmEuZsoKfz8QnNMxwfopNtyILOG7lCFjFMIxC3y3R9wPGHLCfuU2iXOnxcTql/s2048/FFD85971-0384-41F5-B838-B6159015F568.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHutpYr-wuJf9RjC0zNbyLVFekXAJ8YdMGyE4w6bINgtuYBOTwuUQSyF1s31WFgWaxNjbK0C0eP7pdjlJcChFWzKHVD6EcCYKfBUdYIBEza9-zhPqGS1c4P7IhTRZ5VctvmEuZsoKfz8QnNMxwfopNtyILOG7lCFjFMIxC3y3R9wPGHLCfuU2iXOnxcTql/w300-h400/FFD85971-0384-41F5-B838-B6159015F568.jpeg" width="300" /></a>Lo</div><br /><p></p><p>Triunfo Arciniegas</p><p>TODA LA BELLEZA DEL MUNDO</p><p>16 de marzo de 2024</p><p><br /></p><p>He sembrado muchos árboles en mi vida pero este era el más grande. El único fuera de La Mancha, mi territorio, y creo que alcanzaba los quince metros. Era mucho más alto que mi casa de tres pisos. Lo sembré hace veinte años.</p><p>Hoy vinieron a derribarlo.</p><p>Me di cuenta demasiado tarde.</p><p>¿Con qué derecho atentan contra la belleza del mundo?</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieiG1xKjHWd9Im1OCcWjk2cC9ZMZYOvtxzQTHCvgrM4MqqLB0ag4nxpw0369crTkdfQf-Q_LpYtny-g3V2ujfggZEvl2qtmVD3S-JB0Yf-rN0-QGzE7k-NBukemxNnjrLcsP7FjldZIYUYg15wP9F3HIvfBstsPSKEspMkV2lb07dIXoASaehxORN4c__H/s58/FEF9A601-66E8-469E-87D3-109D4A6F7A00.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieiG1xKjHWd9Im1OCcWjk2cC9ZMZYOvtxzQTHCvgrM4MqqLB0ag4nxpw0369crTkdfQf-Q_LpYtny-g3V2ujfggZEvl2qtmVD3S-JB0Yf-rN0-QGzE7k-NBukemxNnjrLcsP7FjldZIYUYg15wP9F3HIvfBstsPSKEspMkV2lb07dIXoASaehxORN4c__H/s1600/FEF9A601-66E8-469E-87D3-109D4A6F7A00.jpeg" width="58" /></a></div><br /><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-80834757078936410322024-03-16T06:48:00.003-05:002024-03-16T06:48:46.071-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / El robo del camión<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSnOuPiodZJUYXCxQiuqi45yUfvhXl0a2jceNsfsZX3QbapXdn_ImdtNi7ORx3XI9D0vPWopxLteOWOZAQPnr1vvNd3AoiXocb79UMCul2UDT4X7neDk5aCwAcR22ncYTq_TVtcasTIkWK7GxQkPm_uouJ6hF-0dU8fid2ddQxp6LJQhf0Pt51Y2XzAas0/s792/triunfo_autorretrato%202024.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="792" data-original-width="526" height="730" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSnOuPiodZJUYXCxQiuqi45yUfvhXl0a2jceNsfsZX3QbapXdn_ImdtNi7ORx3XI9D0vPWopxLteOWOZAQPnr1vvNd3AoiXocb79UMCul2UDT4X7neDk5aCwAcR22ncYTq_TVtcasTIkWK7GxQkPm_uouJ6hF-0dU8fid2ddQxp6LJQhf0Pt51Y2XzAas0/w486-h730/triunfo_autorretrato%202024.jpeg" width="486" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Autorretrato inconclusok 2024</td></tr></tbody></table><p style="text-align: center;"><br /></p><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;">Triunfo Arciniegas</span></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><div style="text-align: justify;">EL ROBO DEL CAMIÓN</div></span><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;">15 de marzo de 2024</span></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"> </div></span><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Anoche robé un camión. Nunca había hecho algo así. Es algo que nadie espera de mí. Las caras de la moneda se han mezclado en una sola sopa donde resulta difícil separar los sueños de los hechos. Mi vida no volverá a ser lo que era. Debo contar el día para que se entienda la noche. Había una tarea pendiente, aplazada como tantas otras: aprobar y firmar la renovación de los contratos de dos libros de Fondo de Cultura Económica de México, Carmela toda la vida <a style="color: #385898; cursor: pointer;" tabindex="-1"></a>y El rabo de Paco. Como le hace falta mantenimiento a la impresora y me resulta difícil leer y desmenuzar un texto en pantalla, reenvío el correo con los archivos de los contratos a una papelería cercana y luego pienso que mejor los llevo en una memoria. Los bajo, los busco, los guardo después de asegurarme de no confundirlos con los que me enviaron a finales del año pasado con adelantos ridículos y porcentajes que pueden mejorarse. Voy a la papelería y me imprimen dos copias de cada contrato: veinticuatro páginas. Leo o trato de leer. Firmo dos copias y le pido a María que las escanee porque puede hacerlo en uno o dos minutos. Acaba de ocurrírseme la idea y me ahorro por lo menos dos horas de trabajo. Lo que hago en casa es tomar dos o tres fotos de cada página para seleccionar la más adecuada y mejorarla. Y así con todas las páginas. Más de dos horas: son doce páginas. Así que siento el alivio de volver a casa con los contratos firmados y listos para enviar. Y con cuatro botellitas de la miel de abejas que le traen a María de Herrán, pura, buenísima, para los mecánicos. En esta vida uno debe andar bien con el médico, el abogado y el mecánico. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Leo los contratos en la cama. No han atendido todos mis requerimientos, aunque sí los fundamentales del adelanto y los porcentajes. No quiero dilatar la diligencia. Me avergüenza hacerlos esperar más. Envío los contratos a México diciéndome que del ahogado el sombrero. Son las once de la mañana. Pienso almorzar fuera. Es temprano. Voy con la camioneta para que Manuel le revise las luces porque anda tuerto. René y yo trajimos la Ford Explorer de Cuatrovientos el sábado. Subió bien a pesar de que estuvo guardada como tres años. Fuimos a La Mancha el domingo en la mañana y todo bien. Subió la montaña como si nada. Hace una semana aprobó el examen técnico mecánico. El único lío son las luces. Manuel deja la tarea en manos de su hijo, que nunca había visto antes. La confianza es con Manuel. El hijo da vueltas. Dice que se debe cambiar una cosa y la otra. Da una solución y luego otra: ambas caras. Al fin le pido que deje las luces como estaban. Cierra, asegura y le pregunto cuánto. Diez mil pesos y todo sigue igual que antes. Manuel me aconseja que vaya donde el Rayo, su antiguo aprendiz, pero le replico que es un tirano. “Anda enfermo”, dice. También Carmelo, su ayudante, que acaba de pasar por el taller. ¿Quién no anda enfermo a estas alturas? Mirando hacia el río, Manuel habla de la terrible circunstancia de envejecer y enfermarse. Ya estamos viejos. Si envejecieron criaturas tan divinas como Jessica Lange y Jodie Foster en el país de los sueños, qué se puede esperar de los pobres mortales en el culo del mundo. Me despido. Le escribo a René que aprovechemos el viaje de Jairo el próximo domingo para que revise el sistema eléctrico no solo de la Hammer sino de la Explorer. Ya es más de mediodía. Darío no abrió el restaurante. Tal vez viajó a una cita médica. Ya es más biónico que yo, que tengo ojos de vidrio, pata de palo y corazón de piedra. Voy en la Explorer a un restaurante que quiero conocer y encuentro que tampoco abrieron. Sigo hacia mi casa y me preparo un café. Me siento bien, con los contratos salvé el día. Jairo resolverá el problema de las luces. Cambiará el amasijo de cables. Tengo la tarde libre para Netflix pero me duermo casi de inmediato. La noche anterior fue breve. Me despierto preguntándome si Alejandra pasó o no. Le escribo. Nos vimos cuando estaba donde Manuel. Apareció de camino a casa de su madre, donde va a comer todos los días, y conversamos un rato de asuntos prácticos. Se encarga de mis pagos. Me pregunta si ya llegó el recibo del agua y queda de pasar por mi casa más tarde. No lo hace. Lo sabré más tarde por un mensaje suyo. Netflix queda pendiente porque se me va el resto de la tarde y parte de la noche en dos textos: uno sobre la arrogancia de los críticos a propósito de En agosto nos vemos y otro para responder los insultos de un petrista. Voy a la cocina por más café y un huevo. Aparece un asunto con otra editorial. Me enviaron un formato para elaborar dos cuentas de cobro y se me olvidó. Volvieron a escribirme y me puse a la tarea. Las envié y dijeron que no. Que el pago estaba incluido en el adelanto. Y ahora otra persona de la misma editorial me escribe para decirme que siguen esperando las cuentas de cobro. ¿En fin qué? Dejo el asunto para mañana. Converso con Susana, que perdió a su padre el sábado, le envío una broma a mi querida y vieja amiga Ana Beatriz y adelanto un asunto sagrado con Piedad. La negra Eufemia cumple años la semana entrante. ¿Qué voy a hacer? La madre de Alejandra cumple el mismo día, pero ya no tengo velas en ese entierro. Lamento que tampoco en el de Tana, otra del mismo día. Uno de los espectáculos más bellos de mi vida. Me duermo viendo un documental sobre una pintura de Da Vinci, un descubrimiento reciente. El televisor se enciende y se apaga solo una y otra vez y en la madrugada lo descubro debajo de mí. Ha contribuido a la zozobra del robo del camión. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No es el único percance. Tengo otra vez la más horrible de las pesadillas: soy profesor. Y termino haciendo lo que se me da la gana. He repartido pizza y cerveza entre los estudiantes. La rectoría se incomoda. Recogemos cajas y botellas para borrar los rastros del banquete. No se trata en realidad de un banquete sino de una humilde comida. Pero los muchachos la han pasado bien y eso me alegra. Creo que las evidencias terminan en el camión. Voy de delito en delito. Hace un momento recordaba más cosas del camión y no sabía nada del banquete. Busco un sitio para dejar el camión. Todos los alumnos se han ido. En algún momento saltaban como cabras. ¿ A dónde han ido? Tienen sus asuntos. Sus cuentos propios. Necesito saber qué tan complica es la situación. Qué posibilidades tengo. ¿Cómo me metí en este lío? No puedo precisar los detalles del robo. Estoy preocupado por algo más que el camión. Tiro hilos de la madeja de los sueños como si fuesen los cables de la Explorer. ¿Habrá una explosión? Se ve todo tan tranquilo pero nunca se sabe. La ciudad se parece a Montevideo. Estaciono el camión en una calle tranquila y más tarde me acerco en una moto. Veo policías por todas partes. Unos doce, por lo menos. Empujan el camión como si fuese un juguete. Tengo el casco y lentes oscuros. Paso desapercibido. Me alejo. Necesito un teléfono público para advertirle a René que no me llame. Como todo bandido, voy a desaparecer mientras se calman las cosas. </span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los gatos se impacientan. Son más de las cuatro de la mañana y estoy escribiendo con el índice derecho en el celular desde antes de las tres. Voy a darles el desayuno. Netflix sigue pendiente.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word;"><div dir="auto" style="color: #050505; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto" style="color: #050505; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div dir="auto"><div class="separator" style="clear: both; color: #050505; text-align: center; white-space-collapse: preserve;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhZx6mJ8rdzwIFMLY0hB1eFgcD0mANE5sGh5CrTWLrcO1Bq5g5OKLQyVYkubpLe5fNydtLAivVBE-P1wEDZ08OSBcTjKrWxl1Jm_QR-jBMFnNrKoVzpMRe6mzwm9dImEG-W3rASl3JLD8sJ84qY3lT5ZxhajPieUSMaaS2qc6dUqFR_OQQ3VV2v33YSQ31/s117/0000%20dragon_circle_un%20cuarto.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="115" data-original-width="117" height="115" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhZx6mJ8rdzwIFMLY0hB1eFgcD0mANE5sGh5CrTWLrcO1Bq5g5OKLQyVYkubpLe5fNydtLAivVBE-P1wEDZ08OSBcTjKrWxl1Jm_QR-jBMFnNrKoVzpMRe6mzwm9dImEG-W3rASl3JLD8sJ84qY3lT5ZxhajPieUSMaaS2qc6dUqFR_OQQ3VV2v33YSQ31/s1600/0000%20dragon_circle_un%20cuarto.gif" width="117" /></span></a></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: #050505; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div></span><div class="separator" style="clear: both; color: #050505; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;"><br /></div></div></div></div>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-17237687327306099282024-03-15T06:57:00.000-05:002024-03-16T07:12:24.145-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / Los perros y los críticos<div style="text-align: center;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEpt21XXT6Mwn-JK9fHoUwhpgYy3YnnvjfxokQs3DaXamEu4mp4qR_bOybGHTZHLLtwaljMzQ8u4PUtYs1fhrgnvyL3_U4Cq4DPM371USD_TsiuIyUfAfRky8YQ-Ygq5eMq2Usaog-mCDUENAcdDDCyo9LNjEDd3LEbR0Q7_7MXnogSgzkBwCiLjiiTJ_r/s683/triunfo%20arciniegas_en%20agosto%20nos%20vemos%20con%20nino.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="526" height="702" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEpt21XXT6Mwn-JK9fHoUwhpgYy3YnnvjfxokQs3DaXamEu4mp4qR_bOybGHTZHLLtwaljMzQ8u4PUtYs1fhrgnvyL3_U4Cq4DPM371USD_TsiuIyUfAfRky8YQ-Ygq5eMq2Usaog-mCDUENAcdDDCyo9LNjEDd3LEbR0Q7_7MXnogSgzkBwCiLjiiTJ_r/w540-h702/triunfo%20arciniegas_en%20agosto%20nos%20vemos%20con%20nino.jpeg" width="540" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto de Triunfo Arciniegas</td></tr></tbody></table><br /><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Triunfo Arciniegas<br />LOS PERROS Y LOS CRÍTICOS<br />14 de marzo de 2024<br /><br />Hemingway decía que los críticos exhiben la arrogancia de un perro sobre un león muerto. Y aparecen en estos días hasta debajo de las piedras. Uno dice, con asco, que En agosto nos vemos es mala y pretende enseñarle a García Márquez hasta el uso del adjetivo, furioso porque el maestro no escribió el libro a su antojo. Y otro tiene el descaro de considerarla “una obrita desechable que pudo haber escrito cualquier aprendiz de escritor”. ¿Puede alguien llegar a ser tan pendejo, tan estúpido? Otros respaldan y repiten como loros los comentarios ajenos sin cumplir la tarea de leer el libro. Esos son los peores.<br />Es como si consideraran que denigrar los enaltece o los convierte en autoridades. Jairo Aníbal Niño me dijo una vez: “Son eunucos enseñando a hacer el amor”.</span><div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />Los críticos arrogantes olvidan que García Márquez publicó en la revista Cambio el primer capítulo de la novela el 5 de abril de 1999 y el tercero, “La noche del eclipse”, el 19 de mayo de 2003. Para entonces García Márquez disfrutaba aún de sus facultades mentales y no arriesgaría su inmenso prestigio publicando textos desechables. Los otros cuatro capítulos se leen con igual entusiasmo. ¿Entonces qué? La obra es redonda y convincente, sin cabos sueltos, con un equilibrado manejo del espacio que mantiene en su lugar la vida conyugal y las experiencias de la isla. Un párrafo conduce a otro con la fluidez de los manantiales. Tanto la seducción como las relaciones familiares se leen sin tropiezo. Imagino a Hemingway preguntándose qué saben los perros de rugidos.</span></div><div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />He leído tres veces la novela y me encanta. No es Cien años de soledad porque no habrá otra ni en un siglo. No exhibe la sólida estructura de Crónica de una muerta anunciada ni la deslumbrante orfebrería de El amor en los tiempos del cólera ni la precisión de relojero de El coronel no tiene quien le escriba. Pero En agosto nos vemos es imposible sin el genio de García Márquez, sin su visión del mundo, sin su legendario dominio del lenguaje. No es una obra maestra y no importa. Hay encanto en estas páginas. Y su lectura es un regocijo asegurado porque, por supuesto, hay belleza.</span></div><div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw7IERXvDBUJ7Lg5eoQbMyWXCaia3sD67BzudvRy6sy1dHB9xi206YyYkd1ovEKtLTKKyBTxNUioVRbe2gBKK3cPFvNOYEstKBREUdyBKacHGeK3RH00IWa4HG_3JYQl0KJo3wqzNVuz2eqqWF_UHmD8CD9EKOTkg8VJcND35oBlfB3N2qNdeo7XYJmTOu/s58/000%20Gato_sombreado%20un%20octavo_FICCIONES.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw7IERXvDBUJ7Lg5eoQbMyWXCaia3sD67BzudvRy6sy1dHB9xi206YyYkd1ovEKtLTKKyBTxNUioVRbe2gBKK3cPFvNOYEstKBREUdyBKacHGeK3RH00IWa4HG_3JYQl0KJo3wqzNVuz2eqqWF_UHmD8CD9EKOTkg8VJcND35oBlfB3N2qNdeo7XYJmTOu/s1600/000%20Gato_sombreado%20un%20octavo_FICCIONES.jpg" width="58" /></a></div></div>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-68816304110053168752024-03-14T06:53:00.000-05:002024-03-16T06:53:15.207-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / Un pobre hombre<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6Kq0DiJ-Vj64WP6anMJdZLXbWa34Uti6kxvYiJeR5wzxhoV02yUeG_5LAVaSFRldujrxvT89CbkGCqlIanpN5bnbdgfI6669-kxvRXP-0LE6YPuIlp31KD0v7vGiMBHqtDGoUKR27HtIv0Ntg-Mv4OeoOU0hrF1GgDpVuQD6icvXE-TZiieimTownrlYo/s526/dedo%20monstruoso.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="518" data-original-width="526" height="484" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6Kq0DiJ-Vj64WP6anMJdZLXbWa34Uti6kxvYiJeR5wzxhoV02yUeG_5LAVaSFRldujrxvT89CbkGCqlIanpN5bnbdgfI6669-kxvRXP-0LE6YPuIlp31KD0v7vGiMBHqtDGoUKR27HtIv0Ntg-Mv4OeoOU0hrF1GgDpVuQD6icvXE-TZiieimTownrlYo/w491-h484/dedo%20monstruoso.jpeg" width="491" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Triunfo Arciniegas</div><div style="text-align: justify;">UN POBRE HOMBRE</div><div style="text-align: justify;">14 de marzo de 2024</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Quién será Alberto Barrios Méndez, cuya amistad nunca he solicitado? Un pobre diablo seguramente. ¿Por qué razón solicitaría su amistad si ni siquiera sabía que existía? Me dice: “No acepto amistad de uribestias químicamente blenorragias coprógrafos asquerosos”. Me pregunto si habrá vivido conmigo para hablarme con tanta confianza o si tal vez quiera vivir conmigo. Nos pasaríamos el tiempo discutiendo maricadas. No soy uribista ni bestia ni mucho menos uribestia. Tampoco creo que los seguidores de Uribe sean todos brutos ni los seguidores de Petro unos benditos iluminados. No entiendo eso de “blenorragias”. Los insultos han alcanzado un grado de sofisticación que se requiere el continuo uso del diccionario. ¿”Químicamente” será cierto grado del insulto? ¿Qué tan alto o qué porcentaje? Se queda uno con la duda. ¿Coprógrafos? ¿De qué mierda habla el señor? Dicen que de la abundancia del corazón habla la boca.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El país, barco a la deriva, se va al abismo, y el tal Alberto Barrios diciendo estas pendejadas. Se le nota el pataleo del desesperado. Del que en el fondo sabe que no tiene la razón. Del que reza para que su mujer no le sea infiel y espera un tiempo prudente en la esquina para que el otro se vaya. Del que se niega a las evidencias más obvias.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algo debo estar haciendo bien si este pobre hombre se ofendió tanto. Lo único que lamento es que haya echado a perder la oportunidad de hacernos profundamente infelices.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh65DS0shdltfmMnAodO6DECK7f2rYNJoourktgnFt0dCstwST554qmiJ8YBzGFRTvIVcxzZb551jSN5KeaJLCz3HVBnrMPF7oDvScB6frMecpeFHZPsZblXxz5WkULrlrKNm5NzBgAjhSlK7ewAhY7Ck2hTJSFQCQjaWlsC8ALoHU7-D7yd87WHRahI9JY/s58/000%20Gato_sombreado%20un%20octavo_FICCIONES.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh65DS0shdltfmMnAodO6DECK7f2rYNJoourktgnFt0dCstwST554qmiJ8YBzGFRTvIVcxzZb551jSN5KeaJLCz3HVBnrMPF7oDvScB6frMecpeFHZPsZblXxz5WkULrlrKNm5NzBgAjhSlK7ewAhY7Ck2hTJSFQCQjaWlsC8ALoHU7-D7yd87WHRahI9JY/s1600/000%20Gato_sombreado%20un%20octavo_FICCIONES.jpg" width="58" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: system-ui, -apple-system, "system-ui", ".SFNSText-Regular", sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><br /></div></div>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-39380930707659585352024-03-13T11:09:00.000-05:002024-03-16T07:37:44.764-05:00Chris Offutt / Lo que es alistarse en el ejército a los diecisiete<p><br /></p><p><span class="a_m_w _db" style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(17, 17, 17); color: #111111; display: block; font-family: MajritTx, serif; margin-left: var(--grid-offset-justify); margin-right: var(--grid-offset-justify); text-size-adjust: 100%;"><img alt="Chris Offutt" class="_re a_m-h" decoding="auto" height="276" loading="eager" sizes="(min-width:1199px)1155px,(min-width:1001px)95vw,(min-width:768px)767px,100vw" src="https://imagenes.elpais.com/resizer/xtT4XGr3DyL-gFT1-3MO9fvhCGI=/414x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/RD4POMOSGJCWBFR3ZIS6MYGA3E.jpg" srcset="https://imagenes.elpais.com/resizer/xtT4XGr3DyL-gFT1-3MO9fvhCGI=/414x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/RD4POMOSGJCWBFR3ZIS6MYGA3E.jpg 414w, https://imagenes.elpais.com/resizer/agKjmi9to2SE7XgonJv7HzJW2u0=/828x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/RD4POMOSGJCWBFR3ZIS6MYGA3E.jpg 640w, https://imagenes.elpais.com/resizer/ONJfL1LYhLQ29vTaiqqm2Q3qWYg=/980x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/RD4POMOSGJCWBFR3ZIS6MYGA3E.jpg 1000w, https://imagenes.elpais.com/resizer/6XQh4_m1JyQd2WjEDe8ao37lrnw=/1200x0/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/RD4POMOSGJCWBFR3ZIS6MYGA3E.jpg 1200w" style="border: none; display: block; height: auto; width: 375px;" width="414" /></span></p><figcaption class="a_m_p" style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(17, 17, 17); color: #111111; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 0.75rem; line-height: 1rem; padding-bottom: 0.875rem; padding-top: 0.5625rem; text-align: right; text-size-adjust: 100%;">El escritor estadounidense Chris Offutt fotografiado en Milán en 2019.<span class="a_m_m" style="display: block; font-family: MajritTx, serif; font-weight: 600; line-height: 1rem; text-transform: uppercase;">LEONARDO CENDAMO </span></figcaption><h1 class="a_t" style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(17, 17, 17); color: #111111; font-family: MajritTx, serif; font-size: 1.875rem; letter-spacing: -0.0675rem; line-height: 2.0625rem; margin: 0px; text-size-adjust: 100%;"><br /></h1><h1 class="a_t" style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(17, 17, 17); color: #111111; font-family: MajritTx, serif; font-size: 1.875rem; letter-spacing: -0.0675rem; line-height: 2.0625rem; margin: 0px; text-size-adjust: 100%;">Chris Offutt: “El 90% de los escritores norteamericanos no saben lo que es alistarte a los 17 en el ejército para tener tres comidas al día” </h1><h2 class="a_st" style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(17, 17, 17); color: #111111; font-family: MajritTxRoman; font-size: 1.3125rem; font-weight: 400; letter-spacing: -0.005625rem; line-height: 1.5625rem; margin: 1.6875rem 0px 0px; text-size-adjust: 100%;">El escritor, que publica ‘La ley de los cerros’, carga contra la forma en que su país ignora el lugar de donde viene y contra aquello que la literatura margina: a quienes crecen en la clase de sitios en los que él creció</h2><p>Laura Fernández</p><p>13 de marzo de 2024</p><p><span style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: white; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">Lleva una enorme piedra colgada del cuello. Es una piedra grisácea con un agujero. Fue así como se la encontró. “Ya tenía el agujero. Lo único que hice fue buscar un cordón y colgármela. Lleva conmigo desde entonces. Entonces yo debía tener siete años. Puede que ocho. Lo único que he hecho en este tiempo ha sido cambiarle el cordón. Así que puede decirse que llevo los cerros literalmente encima siempre”, dice. El que habla es </span>Chris Offutt<span style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: white; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;"> (Lexington, Kentucky, 65 años), el rey de la </span><i style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">grit lit</i><span style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: white; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">, o literatura del arroyo, el violento y desesperado </span><i style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">noir </i><span style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: white; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">rural de currantes que viven en pueblos pequeños y dolorosamente empobrecidos, descaradamente marginados, a años luz de cualquier tipo de sueño, incluido aquel que debería pertenecerles: el americano. “Crecí preguntándome por qué no había libros que hablasen de los míos, ¿dónde estábamos? ¿Existíamos? Quiero pensar que estoy escribiéndonos para cualquiera que, como yo, se busque y por fin pueda encontrarse”, dice Offutt, y devuelve la piedra a su sitio. Se abrocha la camisa.<span></span></span></p><a name='more'></a><p></p><p><span style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: white; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">De melena abundante y mirada curiosa, a ratos, perdida, a Offutt lo conocimos en España a través de la historia de su padre, Andrew Offutt, el hiperbólico y salvaje, el nada reconocido y múltiple (había al menos 18 autores conviviendo con él, en su despacho atestado de porno, en realidad, en su cabeza) autor de más de 400 novelas. La historia la narró él mismo en </span><i style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">Mi padre, el pornógrafo </i><span style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: white; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">(Malas Tierras). Empezó publicando relatos sobre la vida en tan apartado y maldito rincón del mundo (no se pierdan su debut, </span><i style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">Kentucky seco</i><span style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: white; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">), y acabó dando forma a su propio detective, Mick Hardin, para explorar el lugar, sus injusticias, sus retorcidos encantos, y a sí mismo. “Sí, Mick soy yo. No representa a la gente de allí. Representa a alguien que ha salido de allí, y puede verlo todo desde fuera, pero también lo sigue viendo desde dentro”, dice. No es casual que sea militar. “La carrera militar representa a veces la única salida para un chaval de cierta parte de América. Yo mismo, con otros tres amigos, me alisté a los 17. Ninguno de nosotros llegó demasiado lejos. Yo ni siquiera pasé la prueba física”, confiesa.</span></p><p style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.001187rem; margin: 0px 0px 2rem; text-size-adjust: 100%;">No está en los Apalaches el día de febrero en que tiene lugar esta entrevista, sino sentado a una mesa, en el hall de un hotel, en Barcelona. De Barcelona dice que es una ciudad “sofisticada y preciosa” pero también que “sabe de dónde viene”. “Es curioso, la gente aquí parece tener muy claro de dónde viene. Todos saben que hay alguien en su familia que salió de un pueblo como el mío. En Estados Unidos no ocurre eso. Estados Unidos ignora su pasado, porque la clase social es lo único que importa. Cuando llegas alto, olvidas de dónde vienes. No quieres que nada te toque”, asegura. Opina que la visión que tenemos de su país es la que dan los escritores de clase media. Una clase media alta. Los que tienen red. Los que saben que, por mal que les vaya la cosa, si levantan un teléfono, alguien les presta dinero y su vida continúa. “El 90% de los escritores norteamericanos son ese tipo de gente. No tienen ni idea de lo que es alistarte a los 17 pensando que al menos en el ejército tendrás tres comidas al día y una cama”, dice.</p><blockquote class="a_q" style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-image: url("data:image/svg+xml,%3Csvg width='67px' height='50px' viewBox='0 0 67 50' version='1.1' xmlns='http://www.w3.org/2000/svg' xmlns:xlink='http://www.w3.org/1999/xlink'%3E%3Ctitle%3E”%3C/title%3E%3Cg id='Noticia' stroke='none' stroke-width='1' fill='none' fill-rule='evenodd' opacity='0.9'%3E%3Cg id='Noticia-desktop-foto-grande' transform='translate(-377.000000, -10924.000000)' fill='%23000000' fill-rule='nonzero'%3E%3Cpath d='M383.285714,10974 C400.440476,10969.3608 410,10957.8918 410,10943.201 C410,10932.2474 403.452381,10924 392.583333,10924 C383.547619,10924 377,10931.3454 377,10939.9794 C377,10947.8402 382.761905,10953.3814 390.357143,10953.3814 C393.5,10953.3814 396.380952,10952.3505 398.869048,10950.4175 L399.654762,10950.8041 C399.130952,10960.4691 392.059524,10966.3969 381.452381,10970.2629 L383.285714,10974 Z M417.285714,10974 C434.440476,10969.3608 444,10957.8918 444,10943.201 C444,10932.2474 437.452381,10924 426.583333,10924 C417.547619,10924 411,10931.3454 411,10939.9794 C411,10947.8402 416.761905,10953.3814 424.357143,10953.3814 C427.5,10953.3814 430.380952,10952.3505 432.869048,10950.4175 L433.654762,10950.8041 C433.130952,10960.4691 426.059524,10966.3969 415.452381,10970.2629 L417.285714,10974 Z' id='”' transform='translate(410.500000, 10949.000000) scale(-1, 1) translate(-410.500000, -10949.000000) '%3E%3C/path%3E%3C/g%3E%3C/g%3E%3C/svg%3E"); background-position: 0% 0%; background-repeat: no-repeat; background-size: auto 3.125rem; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 1.5rem; letter-spacing: -0.03625rem; line-height: 1.9375rem; margin: 3.125rem 0px 2.4375rem; min-height: 2.5rem; padding-top: 3.875rem; text-size-adjust: 100%;">“Voy al bosque y me tumbo en el suelo y espero a quedarme dormido, y duermo, un rato, para despertarme, y observar el milagro, los árboles, los pájaros”</blockquote><p style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.001187rem; margin: 0px 0px 2rem; text-size-adjust: 100%;"><a cmp-ltrk-idx="1" cmp-ltrk="articulo_cuerpo" data-link-track-dtm="" data-mrf-link="https://sajalineditores.com/libros/la-ley-de-los-cerros/" href="https://sajalineditores.com/libros/la-ley-de-los-cerros/" mrfobservableid="924aa57e-cae5-469f-abdc-b844a0eb27ec" style="color: #016ca2;" target="_blank"><i>La ley de los cerros</i></a> (Sajalín) es la más reciente entrega de la vida de Mick Hardin, porque sí, las novelas protagonizadas por Hardin son <i>noirs</i>—”en realidad, es curioso lo del <i>noir</i>porque nada nunca es tan simple, nada es en blanco y negro, me gusta pensar que mis novelas exploran los grises”, apostilla—, pero también son un <i>continuará</i> de la vida de su protagonista, que aquí vuelve, por unos días, a su Kentucky natal antes de irse lejos —a Córcega— después de haber dejado el ejército. Allí se reencuentra con su hermana Linda, la sheriff del condado. “Me gusta la idea de que sean hermanos. Normalmente al poli líder le acompaña otro poli tío menor o algo así, y si es una mujer, nunca es su hermana, sino alguien a quien puede dejar de ver si las cosas van mal. Pero ¿qué pasa cuando tienes que llevarte bien con alguien porque es familia?”, se pregunta. Hardin es una versión de sí mismo, y si está solo es porque él también lo está. “Los escritores pasamos el 80% de nuestras vidas delante de una página, completamente solos”, dice.</p><p style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.001187rem; margin: 0px 0px 2rem; text-size-adjust: 100%;">Y, sin embargo, no querría no estarlo. “Me gusta la idea de que, cuando escribo, abro una puerta y vuelvo a ese lugar. Todos mis problemas desaparecen mientras escribo. Y vuelvo ahí. Cada vez. A mi idea de los cerros”. Así llama a su pueblo, en Kentucky, donde aún, de vez en cuando, visita la casa en la que creció. La última vez que lo hizo se topó con un amigo que acababa de salir de la cárcel —”esa clase de cosas ocurren allí”— y le gritó: “¡Pensé que tu padre había vuelto de entre los muertos! ¡Eres idéntico a él!”. Cuando viaja escribiendo nada parecido le ocurre, aunque podría ocurrirle a Mick Hardin. ¿Y su obsesión con los bosques? Mick Hardin tiende a tumbarse en mitad del bosque, y dormir, sin más, allí. “Yo también lo hago”, confiesa. “Voy a contarte algo que no le he dicho nunca a nadie”, dice a continuación, y traga saliva. “Voy al bosque y me tumbo en el suelo y espero a quedarme dormido, y duermo, un rato, para despertarme, y observar el milagro, los árboles, los pájaros”, dice.</p><p><span style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: white; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">Se emociona al decirlo. Se enjuga una lágrima antes de continuar. “La idea del mundo me parece mágica. Estamos aquí, y es todo tan hermoso. No hay nada como despertar en mitad del bosque y, en ese momento en el que aún estás preguntándote qué pasa, quién eres, ser bañado por un rayo de sol, o el sonido de los árboles. Oír a los pájaros cantar”, insiste. Le encantan los pájaros. Tiene con ellos una relación especial, dice. A veces no hace otra cosa que caminar por entre los árboles para encontrárselos. Allí, en algún lugar del condado de Lafayette, en Misisipi, donde ahora vive, lejos ya de los cerros pero cerca igualmente del bosque. “Me siento en paz ahí dentro”, asegura el tipo que se hizo escritor después de leer </span><i style="-webkit-text-size-adjust: 100%; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">Harriet the Spy</i><span style="-webkit-text-size-adjust: 100%; background-color: white; caret-color: rgb(25, 25, 25); color: #191919; font-family: MajritTxRoman, serif; font-size: 19px; letter-spacing: -0.019px; text-size-adjust: 100%;">, el clásico infantil de la infatigable Louise Fitzhugh. “Oh, sí, después de leerlo, empecé a llevar una libreta encima, como la protagonista, para anotar cosas”, confiesa, y, divertido, se saca de un bolsillo una pequeña libreta y un bolígrafo. “Lo sigo haciendo”, dice, y sonríe.</span></p><p><a href="https://elpais.com/icon/2024-03-13/chris-offutt-el-90-de-los-escritores-norteamericanos-no-saben-lo-que-es-alistarte-a-los-17-en-el-ejercito-para-tener-tres-comidas-al-dia.html">EL PAÍS</a></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjp8ABjiBBhxvHauG-9Q6J2VbLZ-V-NE14i8uto6C3e3f_-719QnUQx9NxpcduufUrE4ur1Bks838MqiapcI2APIoEKM6oOQQ2i1RWPmNjRU6ToerJfZxeSmYv2cRg4k7F0ewnNDsiq0DZ64plK70Y2cYLkWvlFv2bwRAx1jSUdKddH6csYC9acpy6JsCmS/s74/4824F037-F728-4ED9-BAE3-02E9033AE95E.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="74" data-original-width="54" height="74" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjp8ABjiBBhxvHauG-9Q6J2VbLZ-V-NE14i8uto6C3e3f_-719QnUQx9NxpcduufUrE4ur1Bks838MqiapcI2APIoEKM6oOQQ2i1RWPmNjRU6ToerJfZxeSmYv2cRg4k7F0ewnNDsiq0DZ64plK70Y2cYLkWvlFv2bwRAx1jSUdKddH6csYC9acpy6JsCmS/s1600/4824F037-F728-4ED9-BAE3-02E9033AE95E.jpeg" width="54" /></a></div><br /><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-35796569535367245482024-03-13T08:20:00.009-05:002024-03-13T09:20:42.939-05:00Sindy Hernández / Abelardo<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-blrdrBMbG0rZt_PXxMXQ_E0qJUl2sgaADAvcRC8NsOTvssipI7sH374YeMYq8k6ZQEC91egj4aQF7TAh7isLqXBewHPP1lU-I0FPGhU8mqZN9rKsws-U-ss3LNx13EsUN1wF7SIZl_nMCHL_We-B7xrNRgJUYe_LyceNQ6HaVq4ImMQecS8-2Gmux62P/s1356/FB_IMG_1710239309990.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1356" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-blrdrBMbG0rZt_PXxMXQ_E0qJUl2sgaADAvcRC8NsOTvssipI7sH374YeMYq8k6ZQEC91egj4aQF7TAh7isLqXBewHPP1lU-I0FPGhU8mqZN9rKsws-U-ss3LNx13EsUN1wF7SIZl_nMCHL_We-B7xrNRgJUYe_LyceNQ6HaVq4ImMQecS8-2Gmux62P/w319-h400/FB_IMG_1710239309990.jpg" width="319" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto de Amalia Husny</td></tr></tbody></table><br /><p><br /></p><p>Sindy Hernández</p><p>ABELARDO</p><p><br /></p><p>Abelardo murió anoche, a los 103 años.</p><p>Era un tío materno con un retraso mental que le impedía hablar, leer y escribir. Fue como un niño de dos años cognitivamente, aunque caminaba normalmente, corría, se bañaba solo, sabía cocinar y en general era un adulto funcional y una persona feliz.</p><p>Hasta hace unos 30 años vivió en la tierra materna: Pacho, Cundinamarca. Cuando la familia que lo acogía migró a Bogotá Abelardo cayó en una depresión profunda por el paso del campo a la ciudad. En un punto, nadie podía hacerse cargo de él por falta de tiempo o de espacio (nuestro caso) y se quedaba todo el día encerrado en una habitación para que no corriera el riesgo de salir y perderse.</p><p>Afortunadamente un amigo muy querido nos consiguió un cupo en un geriátrico muy bonito en una zona rural y desde entonces Abelardo vivió allí con otros abuelitos, se convirtió en el favorito de todos porque era como un niño travieso pero amoroso y tierno. </p><p>Allí rejuveneció, volvió a reír y correr por el monte. No dudamos de que sus últimos días estuvieron llenos de felicidad.</p><p>Recuerdo a Abelardo jugando con todos los primos cuando éramos niños como si él fuera uno más, y que para cada pregunta tenía la misma respuesta: una gran sonrisa sin dientes y los ojos llenos de alegría.</p><p>Lo veo soltando su cobija favorita que fue un regalo de mi mamá, para ir a correr por los cafetales y los naranjales de naranjas ombligonas en el monte de un Pacho celestial, con el sancocho divino de la abuelita Cleotilde dándole la bienvenida al otro lado.</p><p>Vuela alto tío Abelardo, descansa en paz.</p><p><br /></p><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-46173317886845404072024-03-13T07:06:00.000-05:002024-03-16T07:06:16.342-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / Las ciudades y el mar<div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiSYGIsMS6aQVOLPzMEf5O8-VgDvJkdC1_4c1eap5YTNVA5CpNLK4cH2_47NgnRbSEiDoRPwlP3q7XsC-PGmBYIzGWygkgv3TafvZlLSWBgjpfFj7CIW-W1Hkgtdlak7xgrZn0AmYrJuZqK6SNsvfZKWMRiQp1P0C9Cy-ZE_4gqhVRLyT1FAqhDRHJtaj-/s1279/mar_Robert_C._Minor_-_Great_Silas_at_Night_-_1909..jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1008" data-original-width="1279" height="499" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiSYGIsMS6aQVOLPzMEf5O8-VgDvJkdC1_4c1eap5YTNVA5CpNLK4cH2_47NgnRbSEiDoRPwlP3q7XsC-PGmBYIzGWygkgv3TafvZlLSWBgjpfFj7CIW-W1Hkgtdlak7xgrZn0AmYrJuZqK6SNsvfZKWMRiQp1P0C9Cy-ZE_4gqhVRLyT1FAqhDRHJtaj-/w634-h499/mar_Robert_C._Minor_-_Great_Silas_at_Night_-_1909..jpeg" width="634" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Great Silas at Night, 1909<br />Robert C. Minor</td></tr></tbody></table><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Triunfo Arciniegas</div><div style="text-align: justify;">LAS CIUDADES Y EL MAR</div><div style="text-align: justify;">13 de marzo de 2024</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sucedió después de alimentar a los gatos. Me despiertan entre las tres y cuatro de la madrugada, más cerca de las tres que de las cuatro. No maúllan. Permanecen mirándome con fijeza, como estatuas, sin un solo parpadeo. Si no consiguen despertarme, Mío estira una pata y me toca. O hace cierto ruido, un leve y sordo gruñido. Despierto y veo esos ojos intensamente abiertos. Esclavo de los dioses, no tengo opción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Bajé a darles comida y volví a la cama. Estaba decidiéndome entre una nueva lectura de En agosto nos vemos o comenzar una serie de Netflix. Pensé en dejar pasar un día más antes de confirmar una sospecha con una cuarta lectura de la novela y encendí el televisor. Me dormí antes de encontrar la serie.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me habían invitado a una mesa redonda pero no tenía claro el tema. Le pedí el programa a alguien y vi que debía hablar sobre las ciudades y el mar. Había acudido al evento con tres acompañantes: una pareja amiga y una mujer que había sido mi novia, alta y morena, una mujer muy bella y difícil. Tana Soledad, en la vida real, un amor casi platónico. Era como si de un sueño hubiese pasado a otro. Uno del que me habían mandado muy bien vestido. Alababan mi pinta pero tenía la certeza de que otros me habían vestido así. Ni siquiera había pagado por los trapos. Además, estaba pensando en mi discurso y cómo salir del paso sin tanta vergüenza. Por suerte, éramos muchos los invitados y las intervenciones serían muy cortas. Una de las invitadas, que se me hacía muy conocida, rubia y pequeña, me trató con cierta familiaridad y terminamos juntos en la mesa. Sé de quién se trata en la vida real, y ya no somos tan amigos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me desperté pero regresé de inmediato. Ya he pasado antes por estos sueños intermitentes. La “mesa” había cambiado. Ya no estábamos frente al público sino a uno y otro lado de una larga mesa, sin que importara que la mitad de los invitados le diera la espalda al público. Ya tenía una estrategia para mi participación. Enfrentaría las palabras ciudad y mar o ciudad y agua, a la manera del binomio mágico de Gianni Rodari: ciudad sin agua o ciudad inundada, ciudades en el mar o ciudades en el desierto, hombres de ciudad y hombres de mar. Algo así. La rubia, que ahora lucía un nuevo y atrevido atuendo, casi un traje de baño con algunas cintas, se paseó sonriendo a mi alrededor. Otra mujer me hacía compañía, una tal Mariana, una bella decepción de la vida real. Me enseñaba su ombligo y algo más abajo para demostrarme que estaba muy delgada. Me abrazaba como si fuéramos viejos amigos. No estaba para nada preocupado por la antigua novia que me esperaba en el público. Ya a punto de iniciar el acto, me acomodé entre Mariana y la rubia. Me sentía bien a pesar de lo poco preparado que había llegado. Desperté.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando volví al sueño estábamos comiendo. Todo había salido perfecto y nos sentíamos felices. Parecía que estuviésemos en un gran banquete pero, en realidad, sólo consumíamos gelatina. Temblorosos, coloridos y brillantes trozos de gelatina. Todos los invitados teníamos una pequeña lámpara al lado. Alguna falló y acudí a repararla de inmediato. De un momento a otro tenía frente a mí una hilera de personas con sus lámparas desajustadas. Me habían convertido en un experto en lámparas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-36027161724994854422024-03-12T13:03:00.000-05:002024-03-12T13:03:07.631-05:00Casa de citas / Cioran / Dioses<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjesto4vGIkmch2pLJn1uscKNYeZXi9BAyeDWcnQHfYH0Qdi-694HZJICu3Q7DuVDWeF6jnTnDxCTwhaJh-UtIJX-_wxlekuxs9gvdKTxW4BKN_N0xqvTvrUp54a0eGA8omI1Lhq1OMl-htdC4qWp_v8Ip0ppfZ4shhWPRg-Z8ywhJ9Oc0Dib1-ROQmrJNu/s960/4D22E3DC-FDA4-462A-8DEE-C1F1BE86970F.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="660" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjesto4vGIkmch2pLJn1uscKNYeZXi9BAyeDWcnQHfYH0Qdi-694HZJICu3Q7DuVDWeF6jnTnDxCTwhaJh-UtIJX-_wxlekuxs9gvdKTxW4BKN_N0xqvTvrUp54a0eGA8omI1Lhq1OMl-htdC4qWp_v8Ip0ppfZ4shhWPRg-Z8ywhJ9Oc0Dib1-ROQmrJNu/w440-h640/4D22E3DC-FDA4-462A-8DEE-C1F1BE86970F.jpeg" width="440" /></a></div><br /><p></p><p>Emil Cioran</p><p>DIOSES</p><p><br /></p><p>Los dioses antiguos se burlaban de los humanos, los envidiaban, los acosaban y, llegado el caso, los mataban. Al Dios de los Evangelios, menos burlón y menos celoso, los mortales, en sus infortunios, ni siquiera tienen el consuelo de poder acusarle. Ahí es donde habría que buscar la razón de la ausencia o de la imposibilidad de un Esquilo cristiano. El Dios bueno ha matado la tragedia. La literatura le debe mucho más a Zeus.</p><p><br /></p><p>Emil Cioran</p><p>'Del inconveniente de haber nacido'</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEEih_rVFYAlqb2dtyg_24aKKy5__VIzqG_1bkUy3ro5HpqjlAAhum0ACBDVd270zhc3flJYPNFa3P7slj1pdkE-iezvs4ouyvdLtNRfLdk9sMNIXiBUaUfHBUQZlwlJZo15YxJ6JUS8tOaaZJUGaUCNsywjyIkY4QRjLn4UUyeBmJzfnRH4wv2r8Ol9hb/s58/797BCE57-0E65-4849-A2E1-6176D97C9FBC.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEEih_rVFYAlqb2dtyg_24aKKy5__VIzqG_1bkUy3ro5HpqjlAAhum0ACBDVd270zhc3flJYPNFa3P7slj1pdkE-iezvs4ouyvdLtNRfLdk9sMNIXiBUaUfHBUQZlwlJZo15YxJ6JUS8tOaaZJUGaUCNsywjyIkY4QRjLn4UUyeBmJzfnRH4wv2r8Ol9hb/s1600/797BCE57-0E65-4849-A2E1-6176D97C9FBC.jpeg" width="58" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-67436733094451081792024-03-12T13:00:00.002-05:002024-03-12T13:00:55.886-05:00Una foto / Famisas actrices<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3ACiCl7Aet8gLdraNrqUPbtpzes2cjUty2nUZox1VI8xTsJSwrdhsNvbekqzlCCepDLPMtQxxpqkVTOQFZBAQ6RteCdj9_UiIUs9y_HKbTzLvTmCOvCUh3dS_P-nPNWuepeXkGiltLi72y018j_r-57t5ZANsswhwusTY4FH1oczQjWaxc-QpDxZ0xNYP/s2048/B3CE90FC-7785-4DEF-86CC-9DE623D46A21.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1485" data-original-width="2048" height="464" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3ACiCl7Aet8gLdraNrqUPbtpzes2cjUty2nUZox1VI8xTsJSwrdhsNvbekqzlCCepDLPMtQxxpqkVTOQFZBAQ6RteCdj9_UiIUs9y_HKbTzLvTmCOvCUh3dS_P-nPNWuepeXkGiltLi72y018j_r-57t5ZANsswhwusTY4FH1oczQjWaxc-QpDxZ0xNYP/w640-h464/B3CE90FC-7785-4DEF-86CC-9DE623D46A21.jpeg" width="640" /></a></div><br /><p>FAMOSAS ACTRICES</p><p>Jessica Lange, Michelle Yeoh, Emma Stone, Charlize Theron, Jennifer Lawrence y Sally Field </p><p>Ceremonia de los Oscar 2024</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRAKTCW6G9wySWZyK6XVLuR9t2WdJNplR4K2pJk8eeLErdcgneee_tI8qEqeJWP63CXPA_M4PhS1i4wnzswdiXyph92QnDlDPcEx_69IJ5DncyZW4ya-bfzYFvDPpajip6a2dqODNsnOwCo0OqLqwTK-8obzUPiofHXRvWkse6mv3uwIfRVvhqIHOjkabk/s58/DCBC5AA8-A9F1-49F0-8651-2A3CD0DA5A75.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRAKTCW6G9wySWZyK6XVLuR9t2WdJNplR4K2pJk8eeLErdcgneee_tI8qEqeJWP63CXPA_M4PhS1i4wnzswdiXyph92QnDlDPcEx_69IJ5DncyZW4ya-bfzYFvDPpajip6a2dqODNsnOwCo0OqLqwTK-8obzUPiofHXRvWkse6mv3uwIfRVvhqIHOjkabk/s1600/DCBC5AA8-A9F1-49F0-8651-2A3CD0DA5A75.jpeg" width="58" /></a></div>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-63498592310681515812024-03-11T11:18:00.007-05:002024-03-16T07:11:00.838-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / En agosto nos vemos<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm5Xvv2l68w61FDAfzJLZI1jzu8V5ZUzI7kUgns-QX-z3AnlWm9yZKrvkH16WXAmwRaXI0IXnw2BTf5euOp5s8Ra5fIk8_pO3SKLMKdkheXDkg2VEnx03mI00HLTtscNbKoc_uTe04IAZ90pnOpIRNcgh89fW8go1cXNmQYsiFE1ID65mQyqc6K4ixfsPl/s2048/IMG_0011.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm5Xvv2l68w61FDAfzJLZI1jzu8V5ZUzI7kUgns-QX-z3AnlWm9yZKrvkH16WXAmwRaXI0IXnw2BTf5euOp5s8Ra5fIk8_pO3SKLMKdkheXDkg2VEnx03mI00HLTtscNbKoc_uTe04IAZ90pnOpIRNcgh89fW8go1cXNmQYsiFE1ID65mQyqc6K4ixfsPl/w480-h640/IMG_0011.jpeg" width="480" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto de Triunfo Arciniegas</td></tr></tbody></table><br /><p></p><br /><br /><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Triunfo Arciniegas<br />En agosto nos vemos o la ficción como consuelo<br />8 de marzo de 2024</span><div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Leí En agosto nos vemos en dos sentadas, regocijado y sobre todo agradecido. Creo que las advertencias frenan el <a style="color: #385898; cursor: pointer;" tabindex="-1"></a>entusiasmo del lector, que se dispone más a encontrar las fallas que al pleno disfrute de la obra. Hay que lanzarse al agua sin pensarlo dos veces y que el viento se lleve los comentarios negativos de la gente que no ha leído el libro. Hay gente así.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La novela es una delicia y, si García Márquez hubiese contado con mejor salud, la hubiese enriquecido. Pero es lo que hay. ¿Debió publicarse? Por supuesto que sí. Es puro García Márquez, con su manera de decir las cosas y esculcar las costuras de la vida, con su particular ojo para los adjetivos y esos personajes que intercambian sentencias en vez de conversar como la gente. No se trata de una obra inconclusa: su remate es no sólo sorpresivo sino súbito y eficaz, es decir, perfecto. La novela se distingue por su redondez.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No creo que perjudique la lectura de nadie si digo que la trama se centra en los viajes que una mujer madura hace en sucesivos agostos a la isla donde yacen los restos de su madre. Los viajes de devoción y placer y la vida conyugal. Placer y frustración, porque no todas noches son felices, dicha y agonía, porque hay de todo. Los viajes modifican la vida doméstica. En los distintos capítulos seguimos como si nada los movimientos tanto del marido como de los hijos. El varón, de veintidós años, primer chelo de la Orquesta Sinfónica Nacional, y Micaela, de dieciocho, que quiere profesar en la orden de las Carmelitas Descalzas. Ambos terminarán abandonando el hogar, pero el matrimonio continuará contra viento y marea.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El primer capítulo, publicado por la revista Cambio el 5 de abril de 1999, con el mismo título de la novela, me parece deslumbrante. También el tercero, publicado por la misma revista el 19 de mayo de 2003 bajo el título “La noche del eclipse”. </span><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;">Supongo que, si la señora muerte no se hubiese atravesado, García Márquez habría publicado en dicha revista el quinto capítulo, que se me antoja llamar "El obispo". Así tendríamos las tres noches felices, y muy bien contadas, porque en las demás la suerte no acompaña a la protagonista. Tres capítulos preciosos.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La publicación de los dos capítulos en la revista implica la total aprobación por parte del autor. Y podría decirse que los restantes cuatro capítulos no resultan inferiores. De ninguna manera leemos un borrador crudo o un esbozo o un proyecto de novela. Con los años, por lo general, el artista no se orienta hacia la complejidad sino hacia la simplicidad. Léase Borges. O Picasso. Con Joyce sucedió lo contrario: el genio sobrepasó los límites después de Ulises y se sumergió en un territorio donde nadie podía seguirlo. </span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El artista no tiene porqué escribir o pintar a mi antojo ni nació para complacerme. El lector va a la obra tal cual es, en una perpetua y feliz cacería de hallazgos, y no como un sujeto temeroso de las posibles trampas del camino.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Con una segunda lectura, saltándonos las prescindibles arandelas del prólogo, la nota del editor y las cuatro páginas facsimilares, que sobre todo sirven para dar cuerpo al libro por razones comerciales, tendremos una mejor visión de la obra. Porque García Márquez es para releer y subrayar, como cuando habla del matrimonio de Ana Magdalena Bach, la protagonista, “sostenido hasta entonces por una felicidad convencional que esquivaba las discrepancias para no tropezar con ellas, como se esconde la basura debajo de la alfombra” o “Al menos cinco amigas suyas habían tenido amores furtivos hasta donde les alcanzó el cuerpo y habían mantenido al mismo tiempo matrimonios estables”. </span></div><div dir="auto"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4__CyZ3GjMrOIxkvtvQTq3hHCGvm4wKZTWmKV7CLdwaSYbXbvsj0H-3eRCtarFCBY9mqE3o8QocZzW63OOUBMmtOKhairxeAHcNqeNhT0QNGDdzI9qF8Cr0F8qPPcH7T9V7hdM0w9o0QiYJNY5tvOLg0GVIvdBGNQzilEpxpXWDK9XE2f3O0bwDfR-oPX/s4032/IMG_0052.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4__CyZ3GjMrOIxkvtvQTq3hHCGvm4wKZTWmKV7CLdwaSYbXbvsj0H-3eRCtarFCBY9mqE3o8QocZzW63OOUBMmtOKhairxeAHcNqeNhT0QNGDdzI9qF8Cr0F8qPPcH7T9V7hdM0w9o0QiYJNY5tvOLg0GVIvdBGNQzilEpxpXWDK9XE2f3O0bwDfR-oPX/w480-h640/IMG_0052.jpeg" width="480" /></span></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Una segunda lectura nos permitirá advertir que Ana Magdalena piensa que debería estrenar descalza el huipil oaxaqueño que compra en la isla y es el mismo que su hija usará luego para ingresar a las Carmelitas Descalzas. Un huipil que una mujer luce con la intención de quitárselo ante un señor y que la otra se pone para recibir al Señor: erotismo y religión se devoran como serpientes. O que en el capítulo cuarto la mujer empieza leyendo Crónicas marcianas en la isla, y luego, en casa, termina El ministerio del miedo, un detalle que un editor hubiese remediado de fácil manera. Un error que se comete a cualquier edad. Y en la literatura abundan, como los camaleónicos ojos de Emma Bovary.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Me emociona que García Márquez haya cedido a la protagonista sus libros amados, Drácula, Diario del año de la peste, Crónicas marcianas, entre otros, y me imagino que también su propia música. No hay que olvidar que leemos sobre las andanzas de una lectora. No hay que olvidar que don Quijote y la señora Bovary son consumados lectores. La gente que lee descifra el mundo de otra manera.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">¿Se justifica el revuelo mediático? Se trata del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, el escritor más grande de nuestros tiempos, un genio indiscutible. Al maestro se le admira en todas partes del mundo y a nadie sorprende la inmediata avalancha de traducciones. Es una mina de oro, entre otras cosas, y lo fue a partir de Cien años soledad. Sus herederos se vuelven mucho más multimillonarios. Sus editores brincan en una pata. Sus lectores estamos regocijados y agradecidos.</span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Nadie pierde. Qué dicha, por unos días hablamos de un escritor y no de un asesino al que un oscuro presidente le tiende la mano, hablamos de una novela y no de las pestilentes tramas de los poderosos que se empeñan en jodernos la realidad, hablamos de la vida y no de un país cuyos políticos desbocan al abismo. La ficción, exquisito consuelo, nos permite semejante delirio. La prodigiosa imaginación de un solo hombre y su mágico dominio de las palabras entretienen y sostienen al mundo entero.</span></div></div><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Con una segunda lectura, saltándonos las arandelas del prólogo, la nota del editor y las cuatro páginas facsimilares, que le dan más cuerpo al libro pero que a la larga resultan prescindibles, tendremos una mejor visión de la obra. Porque García Márquez es para releer y subrayar, como cuando habla del matrimonio de Ana Magdalena Bach, la protagonista, “sostenido hasta entonces por una felicidad convencional que esquivaba las discrepancias para no tropezar con ellas, como se esconde la basura debajo de la alfombra” o “Al menos cinco amigas suyas habían tenido amores furtivos hasta donde les alcanzó el cuerpo y habían mantenido al mismo tiempo matrimonios estables”. </span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Me emociona que García Márquez haya cedido a la protagonista sus libros amados, <i>Drácula</i>, <i>Diario del año de la peste, Crónicas marcianas,</i> entre otros, y me imagino que también su propia música.</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;">¿Se justifica el revuelo mediático? Se trata del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, el escritor más grande de nuestros tiempos, un genio indiscutible. Al maestro se le admira en todas partes del mundo y a nadie sorprende la inmediata avalancha de traducciones. Es una mina de oro, entre otras cosas, y lo fue a partir de <i>Cien años soledad</i>. Sus herederos se vuelven mucho más multimillonarios. Sus editores brincan en una pata. Sus lectores estamos regocijados y agradecidos.</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Nadie pierde. Qué dicha, por unos días hablamos de un escritor y no de un asesino al que un oscuro presidente le tiende la mano, hablamos de una novela y no de las pestilentes tramas de los poderosos que se empeñan en jodernos la realidad, hablamos de la vida y no de un país cuyos políticos desbocan al abismo. La ficción nos permite semejante delirio. La prodigiosa imaginación de un solo hombre y su mágico dominio de las palabras entretienen y sostienen al mundo entero.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAKMBYYbGqYHoyAA_uY6e-jypKof3TV07850vioEMQ72l73LR85z07_SxMfFEksL2LRaSpDwGiC9g32zbIpvn3jPGk1cdeMyBdD8UUVBjyg1MF54XTDN5lhiC7Q4-pIumXtmIKFnrLUnyKwNxa4zFObtKWiDC2G6f0RUPRiDDHldBJAcgN0g6uO5L4kRqc/s58/000%20Gato_sombreado%20un%20octavo_FICCIONES.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAKMBYYbGqYHoyAA_uY6e-jypKof3TV07850vioEMQ72l73LR85z07_SxMfFEksL2LRaSpDwGiC9g32zbIpvn3jPGk1cdeMyBdD8UUVBjyg1MF54XTDN5lhiC7Q4-pIumXtmIKFnrLUnyKwNxa4zFObtKWiDC2G6f0RUPRiDDHldBJAcgN0g6uO5L4kRqc/s1600/000%20Gato_sombreado%20un%20octavo_FICCIONES.jpg" width="58" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p></div>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-56036874307203083582024-03-07T17:28:00.000-05:002024-03-16T07:18:27.367-05:00Wislawa Szymborska / Una del monton<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSoHRCyxSBitY-X_UOP9F0u1uw_5HrJPj3XmAMgc-TWVKxBIdIlx9VQizJ5_i8H9JxdGLucbDS9KVmgWoOUOeoOn5jBdKgPVWARgCHOHiZDXPLg6SYZT58d7IpILDrLV-80a43zUfy_8dcMNNDMhZMk05fOZMiGTKFoXkrVz-H1YOLUrNOVEQNU9z6nTYg/s1600/4FEB01F3-C7A6-4DBF-B877-CB67D39513CC.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1096" data-original-width="1600" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSoHRCyxSBitY-X_UOP9F0u1uw_5HrJPj3XmAMgc-TWVKxBIdIlx9VQizJ5_i8H9JxdGLucbDS9KVmgWoOUOeoOn5jBdKgPVWARgCHOHiZDXPLg6SYZT58d7IpILDrLV-80a43zUfy_8dcMNNDMhZMk05fOZMiGTKFoXkrVz-H1YOLUrNOVEQNU9z6nTYg/s320/4FEB01F3-C7A6-4DBF-B877-CB67D39513CC.jpeg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Wislawa Szymborska</td></tr></tbody></table><br /><p><br /></p><p>Wislawa Szymborska </p><p>UNA DEL MONTÓN </p><p><br /></p><p>Soy la que soy.</p><p>Casualidad inconcebible</p><p>como todas las casualidades.</p><p><br /></p><p>Otros antepasados</p><p>podrían haber sido los míos</p><p>y yo habría abandonado</p><p>otro nido,</p><p>o me habría arrastrado cubierta de escamas</p><p>de debajo de algún árbol.</p><p><br /></p><p>En el vestuario de la naturaleza</p><p>hay muchos trajes.</p><p>Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.</p><p>Cada uno, como hecho a la medida,</p><p>se lleva dócilmente</p><p>hasta que se hace tiras.</p><p><br /></p><p>Yo tampoco he elegido,</p><p>pero no me quejo.</p><p>Pude haber sido alguien</p><p>mucho menos individuo.</p><p>Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,</p><p>partícula del paisaje sacudida por el viento.</p><p><br /></p><p>Alguien mucho menos feliz,</p><p>criado para un abrigo de pieles</p><p>o para una mesa navideña,</p><p>algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.</p><p><br /></p><p>Árbol clavado en la tierra,</p><p>al que se aproxima un incendio.</p><p>Hierba arrollada</p><p>por el correr de incomprensibles sucesos.</p><p>Un tipo de mala estrella</p><p>que para algunos brilla.</p><p><br /></p><p>¿Y si despertara miedo en la gente,</p><p>o sólo asco,</p><p>o sólo compasión?</p><p>¿Y si hubiera nacido</p><p>no en la tribu debida</p><p>y se cerraran ante mí los caminos?</p><p><br /></p><p>El destino, hasta ahora,</p><p>ha sido benévolo conmigo.</p><p>Pudo no haberme sido dado</p><p>recordar buenos momentos.</p><p>Se me pudo haber privado</p><p>de la tendencia a comparar.</p><p><br /></p><p>Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,</p><p>lo que habría significado</p><p>ser alguien completamente diferente.</p><p><br /></p><p>Wislawa Szymborska</p><p>Instante, Ediciones Igitur Poesía, 2004.)</p><p>.</p><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-60683771897589335612024-03-06T12:56:00.004-05:002024-03-06T12:57:53.717-05:00Una foto / Wallet, DeNiro, Cazale<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ56UXHa6x_aRprdd4bOxJ3VOzJQUqjK6gXr4siIjzhmKcXume81WfCvt3x3TiwXa_mEOZM0TcSlbxv0ERX7oKlDZz6fqXS6FtG6Fa7T61UnkUtOAKcnHIEcj1OEH9PTq2XhdpZVgj8rK23s5HvNesAxC480bU4skq97BZ1xgzX_9v7KmAbgEU4MqmbFoj/s960/D803F8B8-5DA6-4960-8A45-85FEA6917D1D.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="916" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ56UXHa6x_aRprdd4bOxJ3VOzJQUqjK6gXr4siIjzhmKcXume81WfCvt3x3TiwXa_mEOZM0TcSlbxv0ERX7oKlDZz6fqXS6FtG6Fa7T61UnkUtOAKcnHIEcj1OEH9PTq2XhdpZVgj8rK23s5HvNesAxC480bU4skq97BZ1xgzX_9v7KmAbgEU4MqmbFoj/w610-h640/D803F8B8-5DA6-4960-8A45-85FEA6917D1D.jpeg" width="610" /></a></div><p><br /></p><p>Christopher Walken, Robert DeNiro, Chuck Aspegren, John Savage, and John Cazale on the set of “The Deer Hunter” 1978 </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNIRHAbfHH_1uUoISebwX2SU10UQn9mUeyFDiAZ9_2_Zp6_nXKm87WIgHZ9pMT0kqPcVnFMKmETd6Zq3rIiOkaPunYJYZk93OC5x0ep4yPXJoUGdV6nZ2P9xbA1gdsPheGCQRdDvHhumdNfJuV84E7_u_A-VDWOY38IDFLAd70PzI4rcYB7Rtyd9_XdQc2/s58/5E5349B0-483E-4311-996C-C29CD0997DB5.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNIRHAbfHH_1uUoISebwX2SU10UQn9mUeyFDiAZ9_2_Zp6_nXKm87WIgHZ9pMT0kqPcVnFMKmETd6Zq3rIiOkaPunYJYZk93OC5x0ep4yPXJoUGdV6nZ2P9xbA1gdsPheGCQRdDvHhumdNfJuV84E7_u_A-VDWOY38IDFLAd70PzI4rcYB7Rtyd9_XdQc2/s1600/5E5349B0-483E-4311-996C-C29CD0997DB5.jpeg" width="58" /></a></div><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-86646975944777206182024-03-06T05:44:00.005-05:002024-03-06T12:58:19.277-05:00Una foto / Librería en Varsovia<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWd2WRdCgTMhtfqf-gVCGkfKTzTh2ZBD4sll-YDYdzs8I8-zv7u-6jzBjsC-Yq2sNt4tS3_IUgJx09hdktqGxx3-zttjT2qBXfS1SOJPIm1nspMVlpH0yuTPHOcyTizHeQinNlY8jOEbIRb0JYqAbqKV1tmC0NwBtMZxM8mXEjlv462kXbAXZkMx0sce4b/s1017/FB_IMG_1709721619178.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1017" data-original-width="720" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWd2WRdCgTMhtfqf-gVCGkfKTzTh2ZBD4sll-YDYdzs8I8-zv7u-6jzBjsC-Yq2sNt4tS3_IUgJx09hdktqGxx3-zttjT2qBXfS1SOJPIm1nspMVlpH0yuTPHOcyTizHeQinNlY8jOEbIRb0JYqAbqKV1tmC0NwBtMZxM8mXEjlv462kXbAXZkMx0sce4b/w454-h640/FB_IMG_1709721619178.jpg" width="454" /></a></div><p><br /></p><p>Librería</p><p>Varsovia, Polonia, 1945</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHFMECI1nQwIBqmOTuUzvxFbKajS2kavKxMAR_-6Ei80Jmqy5rSzQdm8SMxxzZhWdO2nwvf02key_Zwqn849CTHuI60VBl8oQN_VlL1CQxu99H5kqof5OlDlPw1UhJZorYeStrLHMDSpSv8MytF9cOdiVa4jy5ePe6s0EyNOtDWUnxWlAOH7egxBMZSn6l/s58/49728974-16CF-49A4-B062-58D2566FB283.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHFMECI1nQwIBqmOTuUzvxFbKajS2kavKxMAR_-6Ei80Jmqy5rSzQdm8SMxxzZhWdO2nwvf02key_Zwqn849CTHuI60VBl8oQN_VlL1CQxu99H5kqof5OlDlPw1UhJZorYeStrLHMDSpSv8MytF9cOdiVa4jy5ePe6s0EyNOtDWUnxWlAOH7egxBMZSn6l/s1600/49728974-16CF-49A4-B062-58D2566FB283.jpeg" width="58" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-61648217493201537072024-03-06T05:32:00.000-05:002024-03-16T07:18:50.032-05:00Casa de citas / Marie Corelli / Tres animales<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDrhcksfYfOh0S0AsbdNc_1mAF1O1sSSoiTt_U2mqaV9UpKrjY-7KvsGOaDkdu7MiQKW2PboVPq6RIVC8O6cn7huCctyF-UTRfQjs_kksrZ5AbpQLYP39SUX9nxHqnc-ZI06r1idgIFLM70jUsvykuxOqpyXCTGbAEbHIDOQFwHmpzCWvaF3YMkZTuLlXH/s1125/IMG_0201.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1049" data-original-width="1125" height="373" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDrhcksfYfOh0S0AsbdNc_1mAF1O1sSSoiTt_U2mqaV9UpKrjY-7KvsGOaDkdu7MiQKW2PboVPq6RIVC8O6cn7huCctyF-UTRfQjs_kksrZ5AbpQLYP39SUX9nxHqnc-ZI06r1idgIFLM70jUsvykuxOqpyXCTGbAEbHIDOQFwHmpzCWvaF3YMkZTuLlXH/w400-h373/IMG_0201.jpeg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;"><span style="font-size: large;">Marie Corelli<br />TRES ANIMALES<br /><br /><div style="text-align: justify;">Nunca me volví a casar, porque no tuve necesidad. En casa tengo tres animales que hacen la misma función de un marido: tengo un perro que refunfuña todas las mañanas, un loro que dice barbaridades toda la tarde y un gato que llega tarde todas las noches.</div></span></div><div class="separator" style="clear: both;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both;"><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2ljWY6KaBqpJ21RUh8yy3jzPJzCx1nKf2PIidbLcmsNs9w9mGvFReK2-lZdWBpayiSHti2rKtt1wiJOOc-jr7QXJkbibSLsIuaMeu9hCbJrMkarrVXtkLUA93o_9Qu69dhKgYtPrWAYv2t5KmQx5Dfbz7Johd0SJWXVjNz7opCnSRIBpNZ5jThMIGtXTx/s58/IMG_0076.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2ljWY6KaBqpJ21RUh8yy3jzPJzCx1nKf2PIidbLcmsNs9w9mGvFReK2-lZdWBpayiSHti2rKtt1wiJOOc-jr7QXJkbibSLsIuaMeu9hCbJrMkarrVXtkLUA93o_9Qu69dhKgYtPrWAYv2t5KmQx5Dfbz7Johd0SJWXVjNz7opCnSRIBpNZ5jThMIGtXTx/s1600/IMG_0076.jpeg" width="58" /></a></div></div>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-49194884569055499552024-03-05T13:23:00.002-05:002024-03-16T07:38:57.191-05:00Cuando el humor es fino<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5es1uDVnQ4aJ2pgBtpkK1Wj8N-YRNEs-ix5N6_Mbp1PU_7q2Coabs3_NsgobpUizhLC1IbSwVzB2qJ03J50_0j5Tic-BJRiGdNDYNrxH_jMve2PonHE6ulQ7gI0hpDmIXBsmZWKyUBNgr7D_TlTD9m3rEBrJQsIIl9BbYxpwY2VAlr_JXl5co5bGGF7_X/s1080/FB_IMG_1710349821119.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="653" data-original-width="1080" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5es1uDVnQ4aJ2pgBtpkK1Wj8N-YRNEs-ix5N6_Mbp1PU_7q2Coabs3_NsgobpUizhLC1IbSwVzB2qJ03J50_0j5Tic-BJRiGdNDYNrxH_jMve2PonHE6ulQ7gI0hpDmIXBsmZWKyUBNgr7D_TlTD9m3rEBrJQsIIl9BbYxpwY2VAlr_JXl5co5bGGF7_X/w400-h241/FB_IMG_1710349821119.jpg" width="400" /></a></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: center;">CUANDO EL HUMOR ES FINO</div><div style="text-align: center;"><br /></div></span><div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifXTsAPGX57yt9j_l8fKi-UHaWNESheAuQqsF5iwFd16pzW1Hl_2i_ZGPnpWfXiCsIbXPK_WUnzsh4oKc3IDdtuRJx8QnsdrdN9CttDec3rAN80QCazdyBmoq4kWiFN2rZzYKyTS82s3eJoJt0hsTqvdx65HVeFE_o02o5JiwluDYw13nJtKD8cEOHGJqX/s414/1C27E06A-C028-404B-BCF1-E78C16ADE8F6.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="310" data-original-width="414" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifXTsAPGX57yt9j_l8fKi-UHaWNESheAuQqsF5iwFd16pzW1Hl_2i_ZGPnpWfXiCsIbXPK_WUnzsh4oKc3IDdtuRJx8QnsdrdN9CttDec3rAN80QCazdyBmoq4kWiFN2rZzYKyTS82s3eJoJt0hsTqvdx65HVeFE_o02o5JiwluDYw13nJtKD8cEOHGJqX/s320/1C27E06A-C028-404B-BCF1-E78C16ADE8F6.jpeg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9go0qKvmMfGTF-EaCIWT_Dt1TkYm20HFKSmBYENF7oyuFWE5VxRp-9AizMDKINFHt45ZW5BdZcz87icOXfIVXME1j9163Z60ou1dCYFc26zijLonbqulNSqUyPheISduN8vrqFeCPHnKdpx6uNTZcgoPekU8HVdkrBQUI5c1UWFnYdgOOHLKH-Zjc0nHm/s946/IMG_0124.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="939" data-original-width="946" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9go0qKvmMfGTF-EaCIWT_Dt1TkYm20HFKSmBYENF7oyuFWE5VxRp-9AizMDKINFHt45ZW5BdZcz87icOXfIVXME1j9163Z60ou1dCYFc26zijLonbqulNSqUyPheISduN8vrqFeCPHnKdpx6uNTZcgoPekU8HVdkrBQUI5c1UWFnYdgOOHLKH-Zjc0nHm/s320/IMG_0124.jpeg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU34zvKq_wlhNpmd5Sf6CfRanBOsdWhMCAqAQi1ziYcS2HCEiind99KRbFoWBqd2Zsq_RpigujEtKb6p-KJzeX9HcF92KqPk_4SVTiarFA32vrmKyNgQUfSOfSb4jFFi2oMVs-Ti05-LA6OmIREQpSTX1pMcezwG8mtzeKlQisGcGtzz8guCCs4cWaGGCS/s58/7A412D42-CCC9-4645-BFBC-851332B43E3C.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU34zvKq_wlhNpmd5Sf6CfRanBOsdWhMCAqAQi1ziYcS2HCEiind99KRbFoWBqd2Zsq_RpigujEtKb6p-KJzeX9HcF92KqPk_4SVTiarFA32vrmKyNgQUfSOfSb4jFFi2oMVs-Ti05-LA6OmIREQpSTX1pMcezwG8mtzeKlQisGcGtzz8guCCs4cWaGGCS/s1600/7A412D42-CCC9-4645-BFBC-851332B43E3C.jpeg" width="58" /></a></div><br /><p><br /></p></div>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-33497387834396228012024-03-04T06:50:00.001-05:002024-03-04T06:50:41.346-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / Convocatoria<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikfttIpaPNhFxaMiQUQoHyWORUjZaAGPHXfq3f9i2WYAJcqIu_W2UtdigoR6EO3NxNERJdjtK8lV7AsThrjrG_0BSaX6uYHTrGD47cfrleKkRWX1XF_R7OAlSj76r_j0E8HcT2kWshPRgCwpJe9vGPVCiwGZymC7kD19f_KrkAZev-O0f5gZUIujZKmHVz/s1303/5BF691A7-4F1D-4BA8-BBC7-7E700054FFD5.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1303" data-original-width="1125" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikfttIpaPNhFxaMiQUQoHyWORUjZaAGPHXfq3f9i2WYAJcqIu_W2UtdigoR6EO3NxNERJdjtK8lV7AsThrjrG_0BSaX6uYHTrGD47cfrleKkRWX1XF_R7OAlSj76r_j0E8HcT2kWshPRgCwpJe9vGPVCiwGZymC7kD19f_KrkAZev-O0f5gZUIujZKmHVz/s320/5BF691A7-4F1D-4BA8-BBC7-7E700054FFD5.jpeg" width="276" /></a></div><span style="font-size: large;"><br /><br />Triunfo Arciniegas<br />CONVOCATORIA<br />29 de febrero de 2024<br /><br /><div style="text-align: justify;">Una editorial mexicana hace una convocatoria sin precisar ninguna remuneración. Una de las bases señala: “Los poetas y escritores deberán asumir los gastos de edición y envío de los libros hasta su domicilio particular”. Significa que, además de ceder sus derechos, los escritores deben pagar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Qué bonito.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿No se supone que es al revés?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estos editores imaginan que los escritores nacieron con el oficio aprendido, escriben sin esfuerzo alguno y andan locos por gastar el dinero que no tienen.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por casualidad, ¿no estarán buscando cantantes deseosos de pagar por hacer un concierto? O médicos que quieran repartir dinero y recetas. O zapateros que quieran pagar a los clientes que se dignen usar sus zapatos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me pregunto si estos editores conocen restaurantes donde les paguen por comer o almacenes que no sólo les regalen sus productos sino que les alegren el día con alguna remuneración por consumirlos.</div><br /></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5sbpPQd8l2-B8owTOw6o2PiHgUnZJJqN3Gc5jCrUuqexkJK9Kwlv7-9C2034L8QRl5osxqVaQJ2nmlcU_P9qsj0sxMByb8vdL1CHyESE3Gnu8hdDjAYeEUSfUvaWcZcNypXWZZiQV_IwplUF9NLa1mmTpXzFFsDftHKD_uFH-Kj74jtSxlroDqBJMk00/s58/70253459-5645-406E-AFF5-8825532F48EA.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN5sbpPQd8l2-B8owTOw6o2PiHgUnZJJqN3Gc5jCrUuqexkJK9Kwlv7-9C2034L8QRl5osxqVaQJ2nmlcU_P9qsj0sxMByb8vdL1CHyESE3Gnu8hdDjAYeEUSfUvaWcZcNypXWZZiQV_IwplUF9NLa1mmTpXzFFsDftHKD_uFH-Kj74jtSxlroDqBJMk00/s1600/70253459-5645-406E-AFF5-8825532F48EA.jpeg" width="58" /></a></div>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-23234551816638491922024-03-03T09:27:00.001-05:002024-03-03T09:27:06.677-05:00Una foto / Paul Newman y Joanne Woodward<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtOsHKGyECvMQqXLhdAw7V4834EPfLP3L62miHjvZ6M_qkw8s54DD0jeEtuN-izaTtEwCz4Bkq36kEqV1lJe-YeuuTN-_nB5tAkuDDV5N6GnG-QiTVsfG9ngJ9uZWwziF5ootni1-ZqjsOncKRqeC-dvL2yBnXnvCbm-M0Wk3vO1nEj0-HzuUBBAMTqvCV/s810/BFA3A302-727C-47B4-B31B-AECEC8961226.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="810" data-original-width="540" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtOsHKGyECvMQqXLhdAw7V4834EPfLP3L62miHjvZ6M_qkw8s54DD0jeEtuN-izaTtEwCz4Bkq36kEqV1lJe-YeuuTN-_nB5tAkuDDV5N6GnG-QiTVsfG9ngJ9uZWwziF5ootni1-ZqjsOncKRqeC-dvL2yBnXnvCbm-M0Wk3vO1nEj0-HzuUBBAMTqvCV/s320/BFA3A302-727C-47B4-B31B-AECEC8961226.jpeg" width="213" /></a></div><p><br /></p><p>Paul Newman y Joanne Woodward en la cháchara del libro.</p><p>The Strand Bookstore, NYC, 1959</p><p>Foto de Gordon Parks</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRXa2_cYK5jm8CPppaZ5PU4WfCPtQCkHUfgBng37DSza1_k2aoJNoRmnaz_pa6HSE7kuHcHjoNfdM6QkyV14ejP4GN-bSTg0hP_Q1glt6e7DoWtR1LH9BFoSTjom9bpjiKf-x5F5vr-TSlBEk5z4TBNJkREGFgG8W7FclPTgvKywnku65Pi_tBLSwj5yHJ/s58/58440C6B-6B95-43E9-AC80-97B2763C5585.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRXa2_cYK5jm8CPppaZ5PU4WfCPtQCkHUfgBng37DSza1_k2aoJNoRmnaz_pa6HSE7kuHcHjoNfdM6QkyV14ejP4GN-bSTg0hP_Q1glt6e7DoWtR1LH9BFoSTjom9bpjiKf-x5F5vr-TSlBEk5z4TBNJkREGFgG8W7FclPTgvKywnku65Pi_tBLSwj5yHJ/s1600/58440C6B-6B95-43E9-AC80-97B2763C5585.jpeg" width="58" /></a></div><br /><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-69850077038625469692024-03-02T01:18:00.000-05:002024-03-17T04:01:00.000-05:00Dos fotos / Svalbard<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaInf8C8rISmJuf1DOFmr_JiRxaEaD1UxdgVXTUdhHEt3Obd_YkE13AjQH77HdA3cMLrD8LNknxfBRukztr44Mk-VnZqxIrjkZFe82ICvMTsC7cki6dwSL6OW0BzFmiVf4_LEFPuU_N-rpZUjsVnHIlPxAaeRWZ_P4nh9clc7ffBLjyu-lJOGY8zsPW5iC/s982/A2AFB4AA-1DE5-49F4-A66A-A83E1E8CC257.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="982" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaInf8C8rISmJuf1DOFmr_JiRxaEaD1UxdgVXTUdhHEt3Obd_YkE13AjQH77HdA3cMLrD8LNknxfBRukztr44Mk-VnZqxIrjkZFe82ICvMTsC7cki6dwSL6OW0BzFmiVf4_LEFPuU_N-rpZUjsVnHIlPxAaeRWZ_P4nh9clc7ffBLjyu-lJOGY8zsPW5iC/s320/A2AFB4AA-1DE5-49F4-A66A-A83E1E8CC257.jpeg" width="235" /></a></div><p></p><p>Dos fotos con 100 años de diferencia</p><p>Las dos fotos muestran el mismo lugar (Svalbard) pero con una pequeña diferencia: la imagen de arriba fue tomada en 1915, la de abajo en 2018.</p><p>ART PHOTOGRAPHY</p><p>FACEBOOK</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivJ3__Dlqx7K3_QT9fIDCVusMbC71HLJcGJAstqsmZolo4A588PdSJISt-KYG-8I-Buxc-cgAhvZMp7n-aH05UzqP-DqCndjvKU3RuiYxlSJBwBytBVBKGfqO6nOzfrrbv-qRIMmkaoCxxMo1dMY1c9LiH33l01_Xm7sWwbbWNsX2TKVMrVs9pq02VKwuL/s58/D2EED79E-1F58-49A6-9517-19B51540EDB6.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivJ3__Dlqx7K3_QT9fIDCVusMbC71HLJcGJAstqsmZolo4A588PdSJISt-KYG-8I-Buxc-cgAhvZMp7n-aH05UzqP-DqCndjvKU3RuiYxlSJBwBytBVBKGfqO6nOzfrrbv-qRIMmkaoCxxMo1dMY1c9LiH33l01_Xm7sWwbbWNsX2TKVMrVs9pq02VKwuL/s1600/D2EED79E-1F58-49A6-9517-19B51540EDB6.jpeg" width="58" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-51743268195889427922024-03-01T07:08:00.007-05:002024-03-16T07:49:55.363-05:00Triunfo Arciniegas / La mujer de mis sueños<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDWMWVHPc_eZtRlILfQkqonmWFqbIxyKAoZ_I7zWV4rhrLReL05K7iaX1kFZi1fCFQ3WldobEMJwOQU_B5KEaXpXvVXOZvdLSM353BjXk2SXxCYKaCcFB1CNujpLX6cQHw0JFFfrHwHXV2acc94t9TBTXwX54L_UfVQdGNFM7QZpNRhHIjS2XSkm-G_Opw/s1079/9FC5ADB3-154E-46B0-BABD-409DC993FEAE.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1032" data-original-width="1079" height="442" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDWMWVHPc_eZtRlILfQkqonmWFqbIxyKAoZ_I7zWV4rhrLReL05K7iaX1kFZi1fCFQ3WldobEMJwOQU_B5KEaXpXvVXOZvdLSM353BjXk2SXxCYKaCcFB1CNujpLX6cQHw0JFFfrHwHXV2acc94t9TBTXwX54L_UfVQdGNFM7QZpNRhHIjS2XSkm-G_Opw/w462-h442/9FC5ADB3-154E-46B0-BABD-409DC993FEAE.jpeg" width="462" /></a></div><div class="separator" style="clear: both;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /><br />Triunfo Arciniegas<br />LA MUJER DE MIS SUEÑOS<br />1 de marzo de 2024<br /><br /><div style="text-align: justify;">Sabía que asistía a la fiesta con la mujer más bella del mundo, aunque nadie más lo notara. Me convenía que se mantuviera así por el asunto de la competencia, de los gavilanes, de los fervientes practicantes del famoso mandamiento: “desearás la mujer de tu prójimo”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vestía con elegancia pero, entre tanta gente y tanto esplendor, pasábamos desapercibidos. No me soltaba del brazo. Más que una fiesta parecía una asamblea del derroche, una gala surrealista. De alguna manera supe que vivíamos en una realidad paralela, como la que se inventan los tiranos para mantener su reino de terror. En alguna parte del país estaban enterrando los cuerpos de los jóvenes asesinados por la policía y, en otra, los niños exprimían el barro para calmar la sed.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La fiesta se deslizaba como un barco en la placidez de la noche. Nos separamos para socializar. Mientras se alejaba vi su espalda una última vez y quise correr a cubrirla de besos. La gente se interpuso casi a propósito. Saludé a alguien y conversé a medias, casi a gritos, con alguien que se ganaba la vida escupiendo fuego en los semáforos. No encajábamos en ese ambiente. Busqué una copa con cierta desesperación. Le pregunté a un desconocido por los muertos. Me miró con fastidio y siguió de largo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No debimos separarnos. Ahora estábamos comiendo en mesas distintas. La vi desde lejos. Varias personas conversaban con ella, embelesadas, y parecía que ya me había olvidado. No conseguí acercarme en toda la noche. Es más, con el paso de las atropelladas horas, la distancia se hizo mayor y el muro infranqueable. Como si hubiesen brotado densos matorrales con espinas que destilaban veneno.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Habían descubierto su belleza. Los rumores revolotearon por la sala. Los periodistas se me acercaron para preguntarme por la mujer más bella del mundo y les dije que hacía rato que no la veía. Esperaban que la buscara y la trajera para una entrevista. No acerté a explicarles que no era posible.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces apareció con su reciente séquito pero sin maquillaje, sin la elegancia del principio de la noche. Se hizo a mi lado y alguien le ofreció un lujoso abrigo para componer la situación. Alistaron las cámaras porque era obvio que se trataba de la mujer más bella del mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hice una venia, despidiéndome de la reina, y me retiré. Ella me miró sin sorpresa, resignada con su nuevo destino, y se volteó hacia las cámaras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me sumergí en el amanecer de los solitarios. Sin la mujer, el mío era mundo de los agonizantes. De los que morían con la boca llena de tierra en los potreros del olvido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: center;">***</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><p style="font-family: Times; text-align: left;">ANÁLISIS DEL SUEÑO</p><p style="font-family: Times; font-size: medium;"><span style="font-size: large;">Los sueños se desvanecen pronto, en cuestión de segundos. Hay que regístralos de inmediato, en un cuaderno que permanezca en la mesita de noche o en la pantalla del celular. Escribo con un solo dedo. Publico en Facebook o en uno de mis blogs, y sigo trabajando, corrigiendo las erratas, los sinsentidos. Un proceso que puede durar horas. </span></p><p style="font-family: Times; font-size: medium;"><span style="font-size: large;">He descubierto otra manera de trabajar. Antes escribía a mano, digitaba, imprimía, corregía y volvía digitar, conservando las distintas versiones del texto, tanto digitales como impresas. Ahora va quedando una sola versión, pero tengo la disciplina de guardarla tanto en Facebook como en el blog. </span></p><p style="font-family: Times; font-size: medium;"><span style="font-size: large;">El texto anterior es un sueño aunque no lo presente como tal . La historia apareció redonda esta vez. A menudo los sueños míos son un disparate, una cosa sin pies ni cabeza, una mezcla absurda de espacios y situaciones.</span></p><p style="font-family: Times; font-size: medium;"><span style="font-size: large;">No suelo tener sueños hermosos. Me persiguen las pesadillas. Casi siempre estoy perdido en una ciudad. No siquiera sé su nombre. Mucho menos las rutas de los autobuses. No sé cómo llegar a casa. O voy de una ciudad a otra y he perdido el equipaje.</span></p><p style="font-family: Times; font-size: medium;"><span style="font-size: large;">El sueño viene de una foto que me envió Jaime Fernández. Se ve muy elegante junto a su mujer Doris Gallego. Me convenció que se habían casado y luego me contó que era una broma. Pero sí estaban en un matrimonio. Y esa fiesta es la de mi sueño. Los jóvenes asesinados son los cuarenta y tres estudiantes mexicanos. Algo leí ayer sobre el caso.</span></p><p></p></div></span><div style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmqg_zR2KZuiUpH7WTlZx2hpk6u2-y1pJiQB9gDtb5firpyBV3M9WzE-5uZ-OG9ItFO6p9a2MKoQKrK-NnzsuXI37T4Yq4vsnxDC2hyphenhyphenmFi-e8IQYWwFHcZnSTVYuG1YeWzI21bpgD3ZFsRnTRJmfDhG1i8b1CRxm6Bj2ctO1L1K26uPHXcbxptzouyDyNy/s58/2143C7AE-28CE-42C6-B056-40538DE6C524.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmqg_zR2KZuiUpH7WTlZx2hpk6u2-y1pJiQB9gDtb5firpyBV3M9WzE-5uZ-OG9ItFO6p9a2MKoQKrK-NnzsuXI37T4Yq4vsnxDC2hyphenhyphenmFi-e8IQYWwFHcZnSTVYuG1YeWzI21bpgD3ZFsRnTRJmfDhG1i8b1CRxm6Bj2ctO1L1K26uPHXcbxptzouyDyNy/s58/2143C7AE-28CE-42C6-B056-40538DE6C524.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmqg_zR2KZuiUpH7WTlZx2hpk6u2-y1pJiQB9gDtb5firpyBV3M9WzE-5uZ-OG9ItFO6p9a2MKoQKrK-NnzsuXI37T4Yq4vsnxDC2hyphenhyphenmFi-e8IQYWwFHcZnSTVYuG1YeWzI21bpgD3ZFsRnTRJmfDhG1i8b1CRxm6Bj2ctO1L1K26uPHXcbxptzouyDyNy/s1600/2143C7AE-28CE-42C6-B056-40538DE6C524.jpeg" width="58" /></a></div></div><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-88074347713655986322024-02-28T02:50:00.008-05:002024-03-01T18:07:16.979-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / Cumpleaños<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYYz7qN-BDLx7H7Dhhx-LE65McPM7rja612hxS-RgYRTlCUVEBuOIwUDy-x_MK5Y6NDzGbGAwFSJDEudHdVpp6wT1qRm1a0_bkCxtbw2AQu2XuZbnvHzY3cfB1wCjjkMmz5rC41Knp6SZ866zUAALFMuDiegwF4tHLt__QxlbP-6X8w_XLA9ZmZLglopH6/s3131/F36C970D-750F-433E-99FC-A9B7B4DE1763.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3131" data-original-width="2402" height="711" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYYz7qN-BDLx7H7Dhhx-LE65McPM7rja612hxS-RgYRTlCUVEBuOIwUDy-x_MK5Y6NDzGbGAwFSJDEudHdVpp6wT1qRm1a0_bkCxtbw2AQu2XuZbnvHzY3cfB1wCjjkMmz5rC41Knp6SZ866zUAALFMuDiegwF4tHLt__QxlbP-6X8w_XLA9ZmZLglopH6/w544-h711/F36C970D-750F-433E-99FC-A9B7B4DE1763.jpeg" width="544" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fotografía de Triunfo Arciniegas</td></tr></tbody></table><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Triunfo Arciniegas<br />CUMPLEAÑOS<br />27 de febrero dd 2024<br /><br /><div style="text-align: justify;">Esteban Carlos Mejía me llamó ayer por motivo de cumpleaños. Me preguntó cómo estaba y le respondí de inmediato: “Mejor que el país”. Soltamos la risa al tiempo. Peor que el país, nadie. Espero que nadie. Habría que estar requetejodido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No me va bien con los cumpleaños. Los detesto casi tanto como la Navidad y el Año Nuevo, aunque no tanto como el fútbol y su fanatismo, los testigos de Jehová y los petristes que creen en paraísos imposibles, la música vallenata y otros ruidos. En fin, no tengo familia para celebrar los cumpleaños. Envidio esas escenas cinematográficas donde alguien sopla las velitas rodeado de un centenar de familiares y amigos. Eso nunca pasará en mi vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Durante los años que estuve persiguiendo carnavales viví los cumpleaños más extraños. Uno en São Paolo, otro en México, otro en Barranquilla o Cartagena. Ayer fue otro día solitario. Lo dediqué a las diligencias. Reclamé el pasaporte y la tarjeta de propiedad de la Hammer, me metí un par de horas a una librería pero no compré nada, y terminé contemplando el atardecer en un parque. El muchacho de los pasaportes desairó todo intento de conversación. No se le dio la gana responder ninguna pregunta. No le importó ninguna de mis observaciones. Puse la huella del pulgar y recibí el pasaporte. Más intercambio hubiese tenido con una máquina. Con la tarjeta de la Hummer fue peor: la mujer estaba sumergida en un chateo personal, y una vuelta que podría hacerse en un par de minutos se extendió a más de diez. ¿A esta mujer le pagan por entretenerse con el celular? “Señorita, por favor”, le dije, y me guardé los comentarios por temor a que me embolara la tarjeta que tanto tiempo nos ha costado a René y a mí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Quería festejarme con una compra pero no cuajó. Ni siquiera almorcé. Llegué doce minutos tarde a la oficina de los pasaportes y tuve que dejar la diligencia para la tarde. Luego tuve que esperar a René y resulta que apenas conversamos unos minutos porque debía correr a dejar el auto en el taller. El horario se desbarajustó y los camarones al ajillo del cumpleañero quedaron pendientes. Por otra parte, puedo encontrar los libros a un mejor precio en la Filbo. En Alfaguara y Planeta tengo descuento de autor, y en otros sitios, algunos conocidos. Voy a cotizar otro iphone. Le hice una foto a un vagabundo. Una sola foto. La única de la jornada. Necesito de cierto ánimo para hacer fotografías. “Estoy tan sólo como ese pobre hombre”. Pensé. “Sólo me falta el costal de sus desgracias.” Y luego corregí: cada quien con su costal de pesares.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y eso fue todo. Volví al hotel, muy cansado, y traté de dormir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Agradezco los mensajes. Agradezco sobre todo a quienes se tomaron uno o dos minutos para escribir un mensaje personal. Quedé tan acelerado que le estoy dando “me gusta” a todos los mensajes de cumpleaños que encuentro, sean míos o no.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Amanecí con la certeza de que me sobran veinte kilos y por lo menos treinta años.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><div style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirdFieI29c6G1AxvuQESfp5rgXhJAd48KUOQTcwSjPyL_I9stIWDGoxFTESAyD4PJm7FaQDs5FPha_FYW_UQKi0fs9lLRmU0EWe1wvW9NLt-V0R2YXaLBLzdq05LuizOb2QUhdCHE8Edo0pr4z5SltFxz2MeuzGn09cZ2qo1PrpSuLFJEdYddTi9tyHBrY/s58/8111F7A6-41DE-4FF1-891E-75E763CF4ADA.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirdFieI29c6G1AxvuQESfp5rgXhJAd48KUOQTcwSjPyL_I9stIWDGoxFTESAyD4PJm7FaQDs5FPha_FYW_UQKi0fs9lLRmU0EWe1wvW9NLt-V0R2YXaLBLzdq05LuizOb2QUhdCHE8Edo0pr4z5SltFxz2MeuzGn09cZ2qo1PrpSuLFJEdYddTi9tyHBrY/s58/8111F7A6-41DE-4FF1-891E-75E763CF4ADA.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirdFieI29c6G1AxvuQESfp5rgXhJAd48KUOQTcwSjPyL_I9stIWDGoxFTESAyD4PJm7FaQDs5FPha_FYW_UQKi0fs9lLRmU0EWe1wvW9NLt-V0R2YXaLBLzdq05LuizOb2QUhdCHE8Edo0pr4z5SltFxz2MeuzGn09cZ2qo1PrpSuLFJEdYddTi9tyHBrY/s1600/8111F7A6-41DE-4FF1-891E-75E763CF4ADA.jpeg" width="58" /></a></div></div><br />Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-12472384061443020602024-02-27T08:46:00.006-05:002024-03-01T18:09:24.933-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / El cuidandero<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilaGm_9gvQGmLUQQvI9EXrqWVHTbwEjYqaiRqDrkFIG1PuBude2IYU01-krm4ctlkKIjd8zLpG4A5bNr7yQnYUFsLc2EXEQ0HlxgL1YFQBfMeGGeoiaQLyaAQXQRpnSGHDShWQlbodLCTRi-W_9EEYryuu3vDW-S1vH7sbX7D6D_mgLs8aNo1BJqQINCEI/s960/E099C524-23F6-4C5A-A15B-5D52DAE8FD25.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="605" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilaGm_9gvQGmLUQQvI9EXrqWVHTbwEjYqaiRqDrkFIG1PuBude2IYU01-krm4ctlkKIjd8zLpG4A5bNr7yQnYUFsLc2EXEQ0HlxgL1YFQBfMeGGeoiaQLyaAQXQRpnSGHDShWQlbodLCTRi-W_9EEYryuu3vDW-S1vH7sbX7D6D_mgLs8aNo1BJqQINCEI/w404-h640/E099C524-23F6-4C5A-A15B-5D52DAE8FD25.jpeg" width="404" /></a></div><span style="font-family: georgia;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Triunfo Arciniegas</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">EL CUIDANDERO</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">27 de febrero de 2024</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Amanecí llorando. En el sueño era el que cuidaba el lugar. Todos se iban. Viajaban a otros mundos, literalmente, cada vez más peligrosos. Me despedí de los mayores, que asumirían los retos más duros. Uno viajaría a un mundo de millones de insectos que intentarían devorarlo. Lo vi enloquecido por los ataques. El destino de otro de los mayores era un reino de criaturas gigantes donde sería prácticamente un insecto. Un hombre, que aparecía y desaparecía, con sombrero de carnaval y un traje a rayas, les señalaba la puerta por la que debían salir. Al abrirse, la puerta enseñaba, en una fotografía temblorosa, en una lámina ondulante, un adelanto del mundo siniestro.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Cuando llegó el turno de los pequeños me derrumbé. Los vi tan desvalidos, tan indefensos. Difícilmente superarían las pruebas que les esperaban. Los abrazaba llorando y les decía adiós.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Dormí en una mala posición porque me duele un hombro. Algo queda de la desdicha de ayer.</span></div><div style="font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGrAeKVY4LAn8JhsE1RiKjZuq8uK9JA7LfbFp6f0EtSIrMLaxDfI-pWZwGS6XDimOTywkyajPDeDP9TIYuU7jC8Fw81cN49Y-8x8gKm98hIx9nhQRknJy0TbSptWAq1nO6oLYphOG1NItYVrKrrvBJr-uJ_iUrknoY2xkFbfIlNnM5KBe0ocQPlTJRmQ79/s58/000%20Gato_sombreado%20un%20octavo_FICCIONES.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGrAeKVY4LAn8JhsE1RiKjZuq8uK9JA7LfbFp6f0EtSIrMLaxDfI-pWZwGS6XDimOTywkyajPDeDP9TIYuU7jC8Fw81cN49Y-8x8gKm98hIx9nhQRknJy0TbSptWAq1nO6oLYphOG1NItYVrKrrvBJr-uJ_iUrknoY2xkFbfIlNnM5KBe0ocQPlTJRmQ79/s1600/000%20Gato_sombreado%20un%20octavo_FICCIONES.jpg" width="58" /></a></div></span>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-37653298095656046762024-02-27T00:36:00.003-05:002024-03-01T18:11:58.658-05:00Un personaje / El sereno<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhydesaGz7Ox8RMUuHs1Fktbua535W6ZcMNpdA1t-dVUNZ7nr5ZzwaLLnyaNaUDtwAYrQIR1Um-C5vrNG58zuWx-Sm6oTHLD66eFQbMrpp5fSXz44a9U83Pdb8v-grO2mY0N9qL9S22kZ6ydRz0ridxQZLgy8cVB-_WMePrQuUaacO3e4vQSO0aWQ44QXZ0/s1098/1975D3A7-FF6B-4AD2-87A1-9BFD89B394AC.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1098" data-original-width="720" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhydesaGz7Ox8RMUuHs1Fktbua535W6ZcMNpdA1t-dVUNZ7nr5ZzwaLLnyaNaUDtwAYrQIR1Um-C5vrNG58zuWx-Sm6oTHLD66eFQbMrpp5fSXz44a9U83Pdb8v-grO2mY0N9qL9S22kZ6ydRz0ridxQZLgy8cVB-_WMePrQuUaacO3e4vQSO0aWQ44QXZ0/w263-h400/1975D3A7-FF6B-4AD2-87A1-9BFD89B394AC.jpeg" width="263" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><p style="text-align: left;">Litografía del siglo XIX,</p><p style="text-align: left;">Viuda de Murguía e Hijos</p><div><br /></div></td></tr></tbody></table><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><div style="text-align: justify;">El Sereno</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El sereno era el personaje encargado de vigilar las calles y regular el alumbrado nocturno (lámparas de aceite, cebo o queroseno) y en algunos casos abrir las puertas (por lo que le encargaba la custodia de las llaves). Solía ir armado con una macana y usaba un silbato para dar la alarma en caso necesario. Además, daba anuncios de la hora, el clima, protegía de robos y procuraba mantener el orden. Los primeros serenos se documentan en 1715. Se dice que cuando daba la media noche gritaba “las doooce y tooodo sereno”, posible razón de su nombre. Lo cierto es que su presencia daba tranquilidad a los vecinos para que pudiesen dormir… y cuando alguna persona desvelada veía algo a distancia sin reconocerlo totalmente exclamaba: “Será el sereno, pero no se ve su linterna”. Por lo que la expresión coloquial, se refiere a un momento de incertidumbre y se utiliza cuando las razones no nos terminan de convencer. ¡Aunque usted no lo crea! —Xalapa Antiguo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">FACEBOOK</div></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwhQKWKGarszn3YZVT7syJQBqXEoi1Mpl2htzx_Z2fYrK6Dp_vb_y5trcgiVmSxg9YKjbFqmyoo-_6_zTlHBjxIU1k7tPRL3BhC4tIhNB9Je_r0KzJmYTBiW6zi02pvhOUmZ_wbn6R6Lv-cXDSrDiEp-icSiJzWEi_exbrG0PjF8Ou0Ur6L8KhxkJlJ5Ix/s58/5AA1CA9E-CBB2-464F-B42E-89452174A2A0.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="51" data-original-width="58" height="51" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwhQKWKGarszn3YZVT7syJQBqXEoi1Mpl2htzx_Z2fYrK6Dp_vb_y5trcgiVmSxg9YKjbFqmyoo-_6_zTlHBjxIU1k7tPRL3BhC4tIhNB9Je_r0KzJmYTBiW6zi02pvhOUmZ_wbn6R6Lv-cXDSrDiEp-icSiJzWEi_exbrG0PjF8Ou0Ur6L8KhxkJlJ5Ix/s1600/5AA1CA9E-CBB2-464F-B42E-89452174A2A0.jpeg" width="58" /></a></div>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3410812763353382756.post-73413360702536840112024-02-25T20:18:00.002-05:002024-02-25T20:18:07.772-05:00Triunfo Arciniegas / Diario / Dos frases<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHFSeIuY3JGGk_Dn4MuX6IqePpgkV9nAvwGbBJjkaEaVoguXaQD5d3pONydK84TDihIzzzXCJL29BpHzOIPpZKrmYMQDcbbXEySi5H06ShNv3ww8OCyi_E7o4RCf7b-CAAKqzqazgl1dy3qfFuWGX4hDacYI3hdYIgtHmQ4kyJ02zR4HDGki7p2Hu1MGRr/s288/680927.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="277" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHFSeIuY3JGGk_Dn4MuX6IqePpgkV9nAvwGbBJjkaEaVoguXaQD5d3pONydK84TDihIzzzXCJL29BpHzOIPpZKrmYMQDcbbXEySi5H06ShNv3ww8OCyi_E7o4RCf7b-CAAKqzqazgl1dy3qfFuWGX4hDacYI3hdYIgtHmQ4kyJ02zR4HDGki7p2Hu1MGRr/w385-h400/680927.jpg" width="385" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ilustración de Edward Gorey</td></tr></tbody></table><br /><p><br /></p><p>Triunfo Arciniegas</p><p>DOS FRASES</p><p>25 de febrero de 2024</p><p><br /></p><p>Esta noche, un borracho hablando solo en una calle oscura: "La mujer es el castigo del hombre".</p><p>Hace dos días, la niña iba llorando por la calle mientras su padre la insultaba sin consideración: "Usted cree que cago plata?"</p><p><br /></p>Ficcioneshttp://www.blogger.com/profile/11113302074119512881noreply@blogger.com0