jueves, 7 de junio de 2012

Beatriz Helena Robledo / Triunfo Arciniegas vuelve y juega



Triunfo Arciniegas

Vuelve y triunfa Triunfo

Los besos de María

Por Beatriz Helena Robledo

Triunfo Arciniegas
(ilustraciones: Sandra Ardua)
Editorial Alfaguara, colección Alfaguara Infantil, Bogotá, 2002, 88 págs.

       El libro Los besos de María reúne nueve cuentos del escritor malagueño Triunfo Arciniegas dirigidos a lectores jóvenes que quieran divertirse con las picardías y aventuras de los más insólitos personajes. Encontramos en estos relatos piratas terribles, niños ingeniosos, como Pedro Lucas, quien rescata una moneda que ha caído en el sombrero de un mendigo a través de una serie de trueques; una princesa enamorada de un sapo; María, quien reparte los besos que su novio le ha dejado antes de ir a la guerra; la loca Irene, que también regala besos, pero en las esquinas de Bogotá y al primer transeúnte que pase; un vendedor de sombras que resulta un estafador; sirenas locas que cambian sus colas por piernas para poder bailar; una gallina que trota y corre en los hipódromos y que tiene un serio problema de personalidad; y hasta tres botones que terminan en las camisas de tres personajes diferentes, quienes se transforman totalmente por el hecho de adquirir y llevar el botón.
       Son relatos ágiles en donde hay humor, desenfado y sobre todo una gran imaginación que rompe con todas las convenciones y se acerca a la imaginación infantil. En "Jonás, el pirata que se quedó del barco", el recurso más utilizado para caracterizarlo es la hipérbole:
       Era terrible ese pirata. Su cabeza brillaba como bola de billar. De la oreja izquierda le colgaba una argolla de oro macizo. Las tres heridas de cañón que adornaban su pecho parecían rasguños si se comparaban con el remiendo de la pierna. Sus brazos, gruesos troncos repletos de tatuajes, exprimían al enemigo como si fuese una naranja y, en las parrandas, quebraba los toneles de vino como si fuesen huevos. Con sus manos desnudas podía atrapar un cocodrilo. Era terrible, era un pirata. [pág. 11]
    Todo lo que hace Jonás es exagerado y lo que pasa a su alrededor también. La furia del pirata por no encontrar a su novia, una cartagenera, Perica Lunares, es tan grande que hace arrodillar a los habitantes de miedo y agrieta las murallas.


Cerdo bebiendo luz
El Naranjo, 2006
Fotografìa de Triunfo Arciniegas

     En "Juego de botones" hay un claro intertexto con el cuento de Hans Christian Andersen "La aguja de zurcir". Los botones se desprenden de la camisa, pues están cansados del agua fría y de las cosquillas del jabón y la aguja se quiebra por coser un tejido demasiado grueso para ella, tan fina. Todos, botones y aguja, salen al mundo y viven una serie de aventuras. Arciniegas hace uso aquí, además, de un recurso proveniente del juego dramático: los botones, una vez desprendidos de la camisa, se transforman en diferentes personajes con distintas funciones. Por unos días fueron boca y ojos de una muñeca de trapo; luego fueron una constelación en lo alto del cielo; después se pegaron a un abrigo negro y se aburrieron de asistir a los entierros; más adelante fueron felices en la corbata de un payaso. Cada uno termina en la camisa de un señor diferente, hasta que finalmente se vuelven a encontrar por pura casualidad.
       En "La moneda de Pedro Lucas" lo que hace Arciniegas es echar mano de la estructura de un encadenado: Pedro Lucas pide uvas frescas, y a cambio le piden una taza de café, pide el café, y a cambio le piden un pisacorbatas; pide el pisacorbatas, y a cambio le piden un helado; pide el helado, y a cambio le piden tres plumas de paloma y luego comienza a devolverse y a entregar cosa por cosa. Es un cuento ingenioso y divertido.

Fotografìa de Triunfo Arciniegas


       En casi todos los relatos hay un permanente juego de intertextualidad que enriquece mucho el argumento y le da humor y picardía al conjunto. Son alusiones rápidas a otros textos o a otros contextos, que aunque el niño lector no pueda descifrarlos de inmediato, enriquecen su imaginario y sus referentes, de los cuales más adelante, en su formación como lector, podrá hacer uso. En "Besos de sapo", por ejemplo, al sapo se le ocurre montar el negocio de los besos después de haber leído la Historia universal del beso, "una antigua edición de tres tomos empastados en cuero y con ilustraciones a todo color, que descubrió en el mercado de las pulgas". Aquí es clara la referencia a muchas historias universales, pero es inevitable asociarlo con Historia universal de la infamia de Jorge Luís Borges. Más adelante la referencia es a los cuentos maravillosos, cuando el sapo cuenta que un anciano le ofreció tres deseos a la orilla de un pozo. Cumplir los deseos ajenos había sido su primer deseo; por falta de tiempo no había solicitado aún los otros dos. Vemos que no sólo hay intertextualidad, sino también ironía y parodia, lo que le da al relato mucha soltura.
   En esta misma historia hace referencia a Whitman, el poeta norteamericano, sobre todo a su poema Canto a mí mismo del libro Hojas de hierba: "Me celebro a mí mismo / y cuanto asumo tú lo asumirás / porque cada átomo que me pertenece / te pertenece también a ti / ...". El sapo, ante el espejo, reconocía que el poeta Whitman tenía razón: "-Soy como soy y me gusta como soy -decía cada mañana y la gente lo adoraba" (pág. 54).
     Son alusiones llenas de desparpajo e irreverencia que resultan muy refrescantes no sólo para la historia misma sino también para los jóvenes lectores.
       En "El vendedor de sombras", introduce al lector en la tradición literaria de la concepción de la sombra como parte inherente a la personalidad del ser humano y la posibilidad de que la sombra adquiera una vida propia independiente de su dueño. Esta tradición sobre las sombras ha tenido exponentes reconocidos, como Adalbert von Chamisso y Hans Christian Andersen. Arciniegas, con el mismo desparpajo y el mismo humor que en los demás cuentos, echa mano de este motivo y se inventa una historia en la que el vendedor de sombras es un estafador, que vende sombras de mala calidad que se agujerean y compra sombras resistentes que vende de contrabando en el exterior.
      Hay en todos los relatos un tono propio de la oralidad que les da agilidad y rapidez y que caracteriza en parte el estilo de los cuentos para niños de este autor nortesantandereano.
     Triunfo Arciniegas tiene una larga trayectoria en la escritura para niños y jóvenes y se caracteriza por escribir textos con una rica imaginación, llenos de humor e ironía, utilizando con gran habilidad los recursos de la hipérbole, la parodia y la intertextualidad.




BEATRIZ HELENA ROBLEDO






2 comentarios:

Rosa La Maida dijo...

Nunca había oído hablar de tí, pero después que leí "Los besos de María" quedé cautivada. Recientemente leí un cartel a través de la red que decía: "Cuídate de los que saben escribir, pues tienen el poder de enamorarte sin siquiera tocarte" y creo que esto fue lo que ocurrió cuando leí cada uno de los cuentos. Espero poder leer otros de tus libros para ver si ocurre lo mismo jejeje. Recibe un cordial saludo desde Venezuela

Ficciones dijo...

Bello comentario. Mil gracias.