viernes, 19 de septiembre de 2025

Triunfo Arciniegas / Un policía vuelve mierda hasta el día más hermoso

Foto de Triunfo Arciniegas

Triunfo Arciniegas
UN POLICÍA VUELVE MIERDA HASTA EL DÍA MÁS HERMOSO


Acabábamos de dejar la Clínica Medical Duarte, en cuya Unidad de Cuidados Intensivos pasé una semana conectado a diversos aparatos, y regresábamos a casa, regocijados, con un mediodía luminoso, sin sospechar la desgracia: un policía en Los Acacios, uno de esos que no tienen madre, uno de esos que no serán en toda la vida más que pinches policías, bultos de veneno y resentimiento. Buscó de dónde agarrarse para jodernos. René llevó el carro a la revisión mecánica y le hicieron falta tres puntos para pasar. Le dieron plazo de diez días pero al policía le valió mierda. Nos multó como si no hubiéramos llevado a revisar el auto. ¿Quién razona con un policía? ¿Quién razona con un uniforme? Estos tipos no piensan por sí mismos sino como institución.

En otra situación se saca un billete y todo queda arreglado. De eso viven, en realidad. Por eso mismo joden. Asustan al ciudadano, dramatizando la situación, y luego se pasa a la etapa del arreglo o soborno o mordida. Pero acá el abuso policíaco era obvio. René empezó a grabar un video para dejar constancia.

En la época fuerte del contrabando, cuando Venezuela era el país más rico de Latinoamérica, los policías pagaban una fuerte suma por el traslado a Norte de Santander. En uno o dos años se volvían millonarios con los sobornos. Nada queda de eso. Venezuela es una miseria. Pero las malas mañas persisten.

Le enseñé las numerosas puyadas de mis brazos y el policía, sonriendo, dijo que no tenía nada ver. En su estrecho pensamiento, por supuesto. ¿Cómo se le explica a un tipo de estos que al jodido no hay que joderlo? La droga pasa sin problema, con arreglo monetario de por medio, y los bandidos se mueven sin tropiezos. 

Pero al ciudadano hay que joderlo.

Viajaba sin zapatos porque me dieron de alta por sorpresa. En piyama y sin zapatos, les dije de todo y ahora me sorprende que no me detuvieran. Luego René explicó que el policía quería inmovilizar el auto. No lo hizo al fin porque René accedió a borrar el video. El policía no dejó ver su nombre ni su número. Se cubren como bandidos, tal como aprecia en la foto.

Malparidos.

O como dijo Gustavo Bolívar, el que no será presidente, “Cerdos policías”.








No hay comentarios: