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Juan Jisé Millás |
Juan José Millas
“Ese viejo soy yo”
Juan José Millás recuerda el momento exacto en el que se dio cuenta de su edad
"No fue un cambio brusco, sino una revelación paulatina"
Raquel Vásquez
Cadena Ser, 13 de junio de 2025
En una reciente conversación en el programa A vivir que son dos días, Juan José Millás abordó el tema de la vejez, un capítulo al que dedica especial atención en uno de sus libros, y en el que comenta que no es una etapa más, sino "un país desconocido".
"La vejez es un país sin cartografiar", afirmó, un lugar al que se llega sin haberlo planeado. "Es como la adolescencia", dice, "porque es igual de desconcertante". En la adolescencia, explica Millás, se genera una lucha entre padres e hijos: "Es una época de conflicto; tanto que muchas veces las relaciones se hacen muy complicadas". "Se crea una mutación: un día es niño y al día siguiente es un adolescente que llega del colegio, se mete en su cuarto y por primera vez cierra la puerta, algo que nunca había hecho", ejemplifica.
Esa misma sensación de extrañeza, de cambio de territorio, es la que Millás reconoce en la vejez. Un nuevo país, sin mapas, donde uno ya no se reconoce del todo en el espejo, pero sigue sintiéndose joven por dentro.
Por eso afirma que la vejez se parece mucho a la adolescencia, porque también implica un cambio tanto interno como externo: "Por dentro te sientes como un muchacho, pero por fuera tu cuerpo te lanza un mensaje claro: 'tío, ríndete ya, tira la toalla'", comenta.
Cuando Javier del Pino le ha preguntado a Millás cuándo se dio cuenta de haber entrado en ese nuevo país, Millás ha revelado que fue tras la pandemia cuando empezó a sentirse instalado en ese lugar. "No fue un cambio brusco, sino una revelación paulatina", confesó.
El momento clave llegó un día al verse en televisión, durante el estreno de una obra basada en uno de sus libros, donde se sorprendió de lo que vio: "Me vi viejo". Confesó que no fue porque se sintiera así, sino porque "por primera vez me observé desde fuera".
"Al ver el modo en que andaba y caminaba, vi a un anciano. Un anciano que yo no siento interiormente, porque hay días en los que tengo la sensación de ser un muchacho", explicó, de forma gráfica.
Ese choque entre el cuerpo y el espíritu es, para él, una de las claves de la vejez. Sale a caminar cada mañana a las siete de la mañana, va a trabajar y su impresión es la de ser un muchacho. Sin embargo, al pasar frente a un escaparate, se pregunta: "¿Quién es ese viejo?" Y su respuesta es: "Ese viejo soy yo".
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