LS Hilton
ÉRAMOS TROFEOS
Nuestra misión, la misión de las chicas, era llevar delicadas sandalias K-Jacques en torno a nuestros preciosos y bronceados tobillos; agitar nuestra preciosa melena y dar sorbos delicados a nuestro vino y jugar con los preciosos Rolex que lucíamos en nuestras esbeltas y bronceadas muñecas. Éramos trofeos, oro convertido en carne deliciosa y broncínea, Galateas que se fundían al contacto con el dinero.
LS Hilton
Maestra
Roca Editorial, México, 2016, p.148
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