domingo, 25 de noviembre de 2012

Casa de citas / Bibiana Bernal / Cruzar


Bibiana Bernal
CRUZAR
Fragmento inédito


Salgo de la casa como quien espera entrar en la vida al cruzar la puerta. Y todo, a pesar de no haber ocurrido nunca de la misma forma, parece una eterna repetición. Subir al bus. Bajar. Entrar al café. Permanecer. Salir. Subir al bus. Bajar. Llegar a la casa. Permanecer. Hasta volver a salir sin haber regresado del todo. Ir. Venir. Sin estar aquí o allá. Sin ir o regresar de lado alguno. Sin habitar o ser habitado por ningún espacio. Sin entrar o salir de sitios o personas. Sin que nadie entre o salga de mí. La casa. El bus. El café. La casa. Yo. Yo. Yo. Yo. En todos y en ninguno. En mí y deshabitada. Yendo y viniendo. Entrando y saliendo. No voy. No estoy. No regreso. He estado demasiado tiempo a solas conmigo. Estaría bien ausentarme. Irme como todos se han ido. Como nunca han estado. El problema no es estar sin nadie sino estar demasiado conmigo. Hace falta que alguien me habite un poco. Ausentarme de mí en alguien. Llegar a mi intimidad y que no falte otra. La de alguien cercano. La de un extraño. El sexo de cualquiera. El sexo. Otro. Que no sea el mío lastimado. Dolorido de tanta soledad acariciada. Que otro se venga. Estar mojada de la humedad de otro. No imaginario. No recordado. Alguien que se moje aquí, ahora, dentro de mí y conmigo. Una hora tocándome. Y nada. Y duele. Y dolerá parar o seguir. Ya ni eso. Ni tocarme sirve. Hasta el último placer ahora duele. 




BIBIANA BERNAL EN CASA DE CITAS

No hay comentarios: