Ilustración de Triunfo Arciniegas |
Triunfo Arciniegas
LA BESTIA
16 de septiembre de 2011
Madrugué a dar de comer a las siete cabezas de la bestia. En BIOGRAPHIES subí Aurelio Arturo, The Poet of Paradise Lost, un texto de María Mercedes Carranza. Ya viene Aurelio Arturo a KISS y DE OTROS MUNDOS. En BIOGRAFÍAS subí James Nachtwey, fotógrafo de guerra. Tengo dos o tres entradas en inglés sobre este magnífico fotógrafo, pero nada en español hasta el momento. Marco Chamorro me regaló en Quito la película sobre su peligroso oficio. En DRAGON subí un texto sobre Stasys Eidrigevičius, un ilustrador lituano que vive en Polonia, toda una curiosidad y un gran artista, absolutamente desconocido entre nosotros.
En KISS estoy con la segunda tanda de Pablo Neruda. Esta mañana subí The Dead Woman. Pronto tendremos otra semana de Neruda en DE OTROS MUNDOS. En una semana precisamente se cumplen 38 años de su muerte.
En MESTER DE BREVERÍA continúo publicando textos brevísimos de Julio Cortázar. Después del novenario en DE OTROS MUNDOS, Cortázar sigue presente en MESTER y DRAGON. Ya publiqué dos entradas y tengo listas cinco más. Su biografía en español se acerca a los veinte enlaces.
En DE OTROS MUNDOS continúo la semana de Darío Jaramillo Agudelo. Un poeta grande, una excelente persona, un poeta vivo. Es una maravilla poderle expresar de esta manera el afecto y la admiración. Le pedí permiso (no todo es robado en el ciberespacio) y por correo electrónico lo he mantenido al tanto. Me dice que le encantan las ilustraciones. Y a la gente le encantan las ilustraciones, por supuesto, pero sobre todo su poesía. Vive y vivirá en las entrañas de los enamorados. En la Feria del Libro de Bogotá Darío Jaramillo presentó uno de mis libros, El último viaje de Lupita López, y fascinó a todo el mundo. Así que hasta hoy he subido de Darío a DE OTROS MUNDOS Tres poemas, Tu lengua y Yo huelo a ti. Siguen en turno Tu voz, Sé que el amor no existe y Primero está la soledad. Remataré la semana con Diatriba y loa sobre Pablo Neruda, y de esta manera iniciaré la semana de homenaje a Pablo Neruda. Esta vez no se trata de poemas suyos sino de textos ajenos sobre su vida y su obra.
Y, por último, en FICCIONES subí Cuadernos de Literatura, el libro que hizo sobre mi vida y mi obra la Biblioteca Nacional de Colombia, con ensayos de renombrados críticos colombianos, tapas y reseñas de mis libros, fotografías mías, entrevista y otros asuntos, con diseño de Camila Cesarino y dirección editorial de María Fernanda Paz Castillo. Todo un manjar, todo un regalo para los lectores, que pueden conectarse con ISSUU y bajar el libro a su computador. Este es el primero de tres regalos. Los otros dos son Cuerpo de amor herido (poemas) y Entre la magia y el silencio (fotografías).
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20 de septiembre de 2011
Hoy preparé entradas de Oscar Wilde y Patti Smith. De Oscar Wilde tenía una entrada sobre la biografía que acaba de salir en Londres The Tragic and Scandalous Life of Mrs Oscar Wilde. De hecho, ya publiqué una nota en inglés en DRAGON, donde también pueden leerse algunos de sus cuentos. Di con Oscar Wilde esta mañana porque estaba buscando temas adecuados para el blog de René, profesor de inglés en un colegio de niños de Cúcuta. Subí a su blog este fin de semana The Selfish Giant y su respectiva traducción al español, El gigante egoísta, y aproveché el impulso para preparar una semana de homenaje (la reseña de The Tragic and Scandalous Life, algunos epigramas y sus cuentos para niños) en DE OTROS MUNDOS, una semana que el lector tendrá que esperar porque hay demasiado material represado.
La semana pasada encontré un PDF con algunas páginas de Éramos unos niños, de Patti Smith, sus memorias de juventud, su historia de amor con el fotógrafo Robert Mapplethorpe. Hice el dispendioso proceso de pasar el texto a Word, que a veces lleva más tiempo que digitar el texto directamente. Luego encontré unos fragmentos del mismo libro y una entrevista de Patti Smith, y ya tengo casi una semana para “la Madrina del Punk”. De paso, alisté su biografía en inglés. Con Just Kids, la rockera ganó el premio más prestigioso de EEUU, el National Book Award, toda una consagración para una muchacha que comenzó como empleada en una librería de Manhattan y que soñaba con tener su propio libro en una de las estanterías. Se me escurre la baba por este par de libros, el original y su traducción al español, porque no me basta con las ediciones digitales como tampoco me conformo con el amor virtual. En carne y hueso, en papel y tinta, como en los viejos tiempos.
El fin de semana estuve trabajando en los cuentos de García Márquez. En estos diez años he recogido suficiente material. Me gustaría hacer una semana de homenaje a Gabo con textos ajenos.
En MESTER DE BREVERÍA (Tema para un tapiz) y DRAGON (Hopscotch) vive y reina Julio Cortázar. Ya casi acabo por ahora en MESTER. En cambio, en DRAGON apenas empiezo. No es mi culpa. Como dicen de la voz de Gardel, este cronopio cada día escribe mejor.
Hoy terminó en DE OTROS MUNDOS la semana de Darío Jaramillo Agudelo y con él empezó la semana de Pablo Neruda. Darío escribe un texto preciso y precioso sobre el Neruda de nuestros días, sin la hojarasca política, sin la fantasía de estrella de rock que lo acompañó casi toda su vida. Es un gran poeta, no hay duda, pero hay que excavar duro y parejo para encontrar los tesoros. Me quedo con Residencia en la tierra, Confieso que he vivido, algunas odas y uno que otro poema. Neruda escribió tanto. En 1951 sus Obras completas abarcaban 449 apretadas páginas y en 1962 la cifra se había disparado a 1925. En 1968 el poeta alcanzaba el record de 3237 páginas en dos volúmenes. En 1973, año de su muerte, estaba trabajando simultáneamente en siete libros, que pensaba publicar meses más tarde como parte del festejo de sus setenta años.
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26 de septiembre de 2011
Ya entró a los blogs en inglés Aurelio Arturo, uno de nuestros grandes poetas. En BIOGRAPHIES, una semblanza escrita por María Mercedes Carranza y traducida por Nicolás Suescún, The poet of Paradise Lost, y en KISS, Word. En DRAGON, Gilberto Arturo escribe sobre la poesía de Aurelio Arturo. Como estos blogs son más leídos fuera de Colombia, sobre todo en Estados Unidos, vale la pena presentar al poeta de Morada al sur. En uno de sus primeros viajes a Colombia, hace unos quince años, le recomendé la obra de Aurelio Arturo al escritor mexicano Francisco Hinojosa. No la conocía. Se entusiasmó tanto que la compró de inmediato. Pagó con tarjeta. Tengo el recuerdo de su rostro mientras buscaba la tarjeta de crédito en el bolsillo, cerca del corazón. Voy a conseguirme una de esas, pensé, y me pareció un sueño ir de país en país y poder pagar con una tarjeta lo que a uno quiera. Años después vi en un libro de poemas de María Baranda, mujer de Hinojosa hasta hace un par de años, un epígrafe de Aurelio Arturo y me recorrió un aire de satisfacción.
Con emocionada visita y fotos de Isla Negra termina el homenaje a Pablo Neruda. Hace treinta y ocho años y cinco días dejó sus residencias en la tierra: La Chascona en Santiago, La Sebastiana en Valparaíso, y la más conocida de todas, Isla Negra, frente al mar. No es isla ni es negra, pero es la isla más famosa del mundo. Hace casi veinte años, enamorado, escribí una visita imaginaria al poeta. Todos los datos son absolutamente ciertos, todas las frases, todos los lugares y sobre todo el sentimiento, el respeto y la devoción por la obra nerudiana, pero no la visita en sí. Ya el poeta llevaba más de diez años bajo tierra cuando escribí el texto, y más de treinta cuando fui en carne y hueso a Chile y recorrí sus residencias en la tierra y tomé algunas fotos. Todas las casas tienen su sello. “Cuando se quiere buscar un sitio hermoso, hay que preguntar a un poeta”, dijo Matilde Urrutia.
La Chascona, cuyo nombre festeja los cabellos rojizos y ensortijados de Matilde, que siempre andaba despeinada, sirvió en un principio de residencia furtiva de sus amores. Neruda vivía entonces con su esposa (desde 1934) Delia del Carril, La Hormiguita, una pintora y escritora argentina que conoció en España cuando estaba casado con la holandesa María Antonieta Haagenar Vogelzanz. Ah, madre mía, estos poetas: de mujer en mujer. Pegada al pie del Cerro San Cristóbal, al fondo de la calle Fernando Márquez de la Plata, en el barrio Bellavista, todavía respira el amor de los amantes. Ahora es un museo y prohíben tomar fotografías. Se mantiene allí una parte de la biblioteca del poeta, pero no pude hojearla porque no tenía las conexiones necesarias para un permiso. Expuesta al cielo, escondida y alejada, pero frente al mundo, como las otras dos casas, así es La Chascona. El poeta vivía entre dos casas, entre Delia, que le llevaba veinte años, y Matilde, que le revolvía la sangre, hasta que la esposa descubrió el secreto que en Santiago ya conocía todo el mundo.
En 1939 Pablo Neruda había comenzado a construir (con dinero de Delia, si no estoy mal) su casa más famosa, que compartió definitivamente con Matilde. Entre Quisco y El Tabo, a 124 kilómetros de La Chascona y 79 de La Sebastiana, Isla Negra es una casa de piedra y madera, hecha a través de los años, caprichosa y loca. Alargada como una serpiente y habitada por la magia de un extremo al otro, frente al mar, una de las pasiones más fuertes del poeta. Temo que en el fondo el poeta quería hacerse un barco para sus juguetes de niño grande, sus coloridas botellas, sus caracolas, sus mascarones de proa: “La Guillermina”, que trajo del Perú, “La Medusa”, maltratada por los años y la sal de los mares, “María Celeste” y sus lágrimas. En el jardín (desde 1992) reposan ahora los huesos de Neruda y Matilde (me consuela imaginar que día y noche, y para siempre, las olas del mar de Isla Negra salpican sus pies) mientras los enamorados siguen escribiendo mensajes en los cercos de madera. Con mano temblorosa allí mismo escribí una confesión de amor que ahora callo.
La casa de Valparaíso permaneció abandonada durante 18 años, desde la muerte de Neruda, y luego de dos años de restauración, se abrió al público en 1992. La Sebastiana debe su nombre a Sebastián Collado, que la dejó inconclusa. Neruda la descubrió en 1961, cuando buscaba un sitio tranquilo para vivir y escribir, y la inauguró el 18 de septiembre con banderas, vino y empanadas. (Hace exactamente medio siglo.) Valparaíso es uno de los lugares más bellos de la tierra. Con razón a Neruda le encantaba recorrerla. Es un regalo para los ojos. La casa de Neruda, alargada, afilada, con delgada cintura de muchacha, se levanta arriba en la montaña, en el Cerro Florida, para más señas, y a vista es sencillamente espectacular. La entrada principal da la calle Ferrari, pero cuenta con otra entrada, con una salida, diría, estrecha y medio clandestina, que da a un sinuoso callejón. Imagino ese callejón como un río que más abajo encuentra calles más amplias que tarde o temprano dan al mar. Neruda vivió tiempos difíciles en su patria y no estaba de más una salida de emergencia. Las casas vecinas, según entiendo, pertenecían a esos españoles que salvó de una muerte casi segura en la guerra civil y quienes sin duda estaban dispuestos a arriesgar el pellejo por el poeta.
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