lunes, 1 de diciembre de 2025

László Krasznahorkai / Kafka

 


László Krasznahorkai

“Cuando no estoy leyendo a Kafka, estoy pensando en Kafka. Cuando no estoy pensando en Kafka, extraño pensar en él. Como no he pensado en él durante un tiempo, lo saco y lo leo de nuevo. Así es como funciona”.

László Krasznahorkai


***


Han pasado muchos años desde que comencé a traducir la obra de László Krasznahorkai. Di los primeros pasos en la Casa del Traductor de Balatonfüred, a la orilla del lago Balaton. Allí fui traduciendo la novela 'Melancolía de la resistencia'. Y se dio la circunstancia de que por esas mismas fechas estaba alojada en aquella Casa una traductora dedicada a verter al búlgaro una obra del mismo autor: 'Tango satánico'. Así que al terminar el día, al anochecer, nos encontrábamos en la cocina, y yo decía: “Hoy he traducido cuatro frases”. Y ella: “Yo, cinco.” Sí, la narrativa de Krasznahorkai se caracteriza por esas frases largas, llenas de subordinadas, que sin embargo atrapan al lector, lo llevan. Y con el tiempo ha cobrado tal maestría que se puede decir que ha encontrado definitivamente su lenguaje, un estilo transparente que fluye y lleva al lector. Me decía él que desarrollaba primero en la mente esas frases serpenteantes, llenas de ritmo y musicalidad, y sólo cuando las consideraba acabadas las pasaba luego al ordenador.

Adan Kovacsics, traductor


***


En la obra de Krasznahorkai aparecen fundamentalmente dos escenarios. El primero, una Hungría profunda, de caminos embarrados o de calles cubiertas de hielo, de un cielo plomizo y de personajes que viven en el abandono y en la miseria, de otros que se alejan y se marginan voluntariamente de la sociedad en busca de lo absoluto o de la belleza, y de hombres violentos o ávidos de poder. Y luego está el otro escenario, que es el mundo. Puede ser Nueva York, puede ser Kyoto, puede ser Barcelona como en uno de los relatos de 'Y Seiobo descendió a la tierra', o París o una pequeña ciudad alemana. La narrativa de Krasznahorkai, que se iniciaba en la periferia de su país, se abrió al mundo. Y entonces nos muestra los momentos en que lo bello y lo divino irrumpen a través del arte, sea el de la Alhambra o el de unos jardines de Kyoto.

Adan Kovacsics, traductor


No hay comentarios: