sábado, 23 de julio de 2022

Un libro / Benjamín Labaud / Un verdor terrible

 

Sergio Andricain
Un verdor terrible

Acabo de terminar la lectura de un libro muy singular: "Un verdor terrible" (Anagrama, 2021), de Benjamín Labaut, escritor nacido en los Países Bajos y radicado desde los 14 años en Chile.

En esta obra su autor recrea las historias de varios científicos europeos cuyas vidas transcurrieron entre finales del siglo XIX y buena parte del siglo XX: el judío alemán Fritz Haber; el matemático alemán, devenido francés, Alexander Grothendieck, y los fundadores de la mecánica cuántica, el austríaco, nacionalizado irlandés, Erwin Schrödinger, y el alemán Werner Heisenberg. 

Todos ellos desarrollaron investigaciones trascendentales que dieron un giro de 180 grados a sus respectivos campos de estudio. Y la vida de cada uno ilustra el dilema que han enfrentado muchos científicos desde los inicios del siglo XX al  intuir los riesgos, potenciales o reales, que conllevaban sus descubrimientos para la humanidad.

Llama la atención en este libro la claridad expositiva de Labaut al momento de exponer ideas y principios muy complicados de ciencias tan complejas y abstractas como aquellas que fueron el terreno de estudio de estos investigadores. A esto hay que añadir la riqueza literaria con que cuenta sus historias a las que, en algunos casos, suma elementos de ficción que hacen más subyugantes sus relatos.

Al cerrar el libro me quedo sobrecogido por los mismo terrores que inquietaron Grothendieck, quien buscó durante años "el corazón del corazón", un principio "capaz de alumbrar todas las encarnaciones posibles de un objeto matemático". Cuando lo atisbó, sintió temor ante el alcance de sus descubrimientos y se apartó no solo de la comunidad científica, sino también de su familia y de la sociedad.

Quizás el hombre pueda investigar, experimentar y obtener conocimientos parciales sobre el universo al que pertenecemos, pero desde tiempos muy antiguos se ha dicho que Dios es y está en todo lo que existe, y por tanto cabe esperar que se reserve los derechos de "propiedad intelectual" en ciertos asuntos relacionados con su propia naturaleza. 

Además, aunque el hombre sea capaz de develar parte de los secretos de la estructura del universo, somos bastante imperfectos, y hay conocimientos riesgosos que pueden derivar hacia aplicaciones nefastas y ocasionar nuestra propia destrucción (esto ya se ha visto) y de todas las formas de vida en el planeta. Así que mejor nos iría no jugando a ser Dios y dejando los dados en sus manos. 

("Un verdor terrible", de Benjamín Labatut. Editorial Anagrama: Barcelona, 2020.)







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