jueves, 14 de marzo de 2019

Triunfo Arciniegas / Diario / El hilo de la vida



Triunfo Arciniegas
El hilo de la vida
14 de marzo de 2019

Lo sabemos todos: la vida es un hilo frágil. Puede romperse en cualquier momento. En la carretera, después de una curva, por ejemplo. Sucedió hace cinco días. Salí temprano de Cúcuta y llovió casi todo el camino. La Bronco se portó bien. Traga gasolina que da miedo pero es un vehículo excelente, poderoso y seguro como pocos. Desayuné en El Diamante, donde me dijeron que la cosecha de naranjas había terminado. Seguí, despacio, sin perder la ilusión de las naranjas. Y después de una curva me apareció de frente un autobús de Berlinas del Fonce. Incrédulo, miré a mi derecha para dar un volantazo que pudiera evitar el golpe, pero no había espacio. Frené y la camioneta se deslizó durante dos o tres segundos. Pensé que si nos estrellábamos la culpa sería de la Berlina por invadir el carril contrario. Pero también me imaginé de nuevo en el hospital con los huesos quebrados. La camioneta se detuvo a unos cuantos centímetros de la trompa del autobús. Le grité al conductor las vulgaridades de costumbre. El hombre dijo: "Discúlpeme, señor". Estaba tan asustado que no podía parar de gritar.



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