Triunfo Arciniegas
ESTÁN DANDO DURO
1 de febrero de 2021
Están dando duro. Por un lado resaltan cualquier maricada que diga Petro, buena o mala, manteniendo su vigencia, y hasta parece que el presidente fuera él y no el otro, el que lo derrotó en las pasadas elecciones y, por otro lado, recuerdan las innegables equivocaciones del Uribismo y se burlan de las torpezas del presidente. He visto videos donde tratan de minimizar los desastres del Socialismo del Siglo XXI con sus cinco millones de personas en el más miserable de los exilios y pretenden hacernos creer que no tiene nada que ver con la ideología de Petro, como si el socialismo del discípulo de Chávez fuese un milagroso experimento recién inventado, como si la historia no demostrara que socialismo fracasó en Venezuela, Cuba, Rusia, Ucrania, en todas partes, porque no fue más que hambre y represión. Como idea, con su altruismo y pretendida igualdad, el Socialismo es una maravilla, pero en la práctica, una mierda.
En la pasada campaña, si las elecciones se hubiesen realizado en las redes, habría ganado Petro, que estaba hasta en la sopa, con su jauría dispuesta a aplastar cualquier voz opositora. Si así eran en campaña, da pavor imaginarlos en el poder. Petro, su jefe, viene de un grupo guerrillero, el mismo de la masacre del Palacio de Justicia. Que Petro lo supiera o no, acá no importa: hacía parte de un grupo capaz de cometer tales barbaries. ¿Cuál pensaría que era su papel como el comandante Aureliano? ¿Practicar las obras de misericordia? No olviden el incendio del palacio. No olviden los muertos. No olviden que Petro ante todo es y seguirá siendo un incendiario. No olviden el tono de satisfacción con que relata los hechos. Lo que el hombre quiere es el poder. Su obsesión. Es un político. Un ególatra, un hombre autoritario: recuerden su fracasada alcaldía y la manera como sus allegados hacen rancho aparte. Y aun así, como eunuco enseñando a hacer el amor, insiste en señalarle el rumbo a la alcaldesa Claudia López, la misma que lo apoyó en su fallida campaña y fue recompensada con la traición. Petro es diestro en el arte de forjarse enemigos. "Es propio enemigo", dijo Navarro Woolf. Tanto así que hay gente que le busca la lengua porque el pez cae por su propia boca. No olviden el video y la manera como acaricia en la penumbra la bolsa de billetes. Claudia López afirma que Petro dice dos o tres mentiras por día. Y es poco. No olviden que Petro es capaz hasta de inventarse un cáncer.
En fin, si Duque es bobo, el otro es zorro.
La gente eligió a uno, en cierta forma, para librarse del otro.
El bobo, al fin y al cabo, no se come las gallinas.
Con Petro ni por el putas.
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