Triunfo Arciniegas
PLAGIARIOS I
17 de marzo de 2015
Un plagiario, Arturo Pérez-Reverte, acude en su defensa a otro plagiario, Sealtiel Alatriste. De entrada, recuerden que Pérez-Reverte tiene antecedentes (en España pagó una multa de 212.000 euros) y que Alatriste perdió su puesto en la Universidad Nacional Autónoma de México y renunció al premio Xavier Villaurritia por este vicio. Tal para cual.
¿Qué dirá ahora Alatriste si la versión de Pérez-Reverte es cierta? Al parecer, Alatriste no solo plagia en sus libros sino en sus propias conversaciones. No hay duda de que el texto original pertenece a Verónica Murguía ("La historia de Sami", El laberinto urbano, 10 de noviembre de 1997, y ojo con esta fecha). Alatriste debió decirle a su amigo que leyó (y memorizó) el texto ajeno.
Pérez- Reverte describe el perro como "un esmirriado chucho blanco con manchas negras, a medio camino entre un zorrillo y un pastor alemán"("Un chucho mejicano", El Semanal, 15 de marzo de 1998). Y estas son palabras de Verónica Murguía. ¿Las dijo Alatriste en la cantina y Pérez-Reverte las copio fielmente? Serán plagiarios, pero con memoria prodigiosa. Órale, carnal. O simplemente, Pérez-Reverte leyó el texto de Verónica Murguía y tiene el descaro de negarlo.
Pérez-Reverte sabe muy bien que una cosa es citar y otra cosa nombrar a una persona. Si tomó frases exactas, debe acudir a las comillas y explicar la fuente. Así debía proceder con su amigo Alatriste y con Verónica Murguía. En el texto del chucho mejicano se ve obligado a nombrar a Verónica Murguía pero no revela que la historia es de ella.
Quien haya leído "La reina del sur", una maravillosa novela, sabe que Pérez-Reverte es un profundo conocedor de la lengua mexicana, y aquí aprovecha muy bien ese conocimiento para adornar el texto. Ambienta la cosa en una cantina, como experto novelista que es, y ahí va el cuento. Asegura que vio al perro y es una mentira. Sabemos por Verónica que el perro murió.
No le creo a Pérez-Reverte (y nadie le creyó a ese otro plagiario, Bryce Echenique, que todavía alega inocencia), y con las explicaciones no sólo ha quedado peor él mismo, sino su amigo Alatriste. Me pregunto qué harán ahora para sacar la pata.
Verónica Murguía no quiere demandar ni quiere plata de Pérez-Reverte. Y estas son sus palabras: "Quisiera que me ofreciera una disculpa y que no confiara en Sealtiel Alatriste, quien nunca fue mi vecino, y que ya tiene una cola que le pisen larguísima”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario