Triunfo Arciniegas
AMANTES
El hombre y la mujer, enloquecidos, se devoraron en la oscuridad. Poco antes del mediodía, distraída y sin prisa, la camarera corrió las cortinas, recogió las prendas desparramadas por el cuarto y las depositó en el bote de los desperdicios. Luego cambió las sábanas.
Triunfo Arciniegas
Noticias de la niebla
Ediciones Gato Negro
2 comentarios:
Devorar, desesperadamente, delicioso...
Quizá fueron condenados a amarse sólo con palabras
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