QUÉ ESTÚPIDOS SOMOS
17 de marzo de 2022
Acabo de leer por ahí: "Vas a perder amigos por tu obsesión por Petro". Es decir, por petrista.
Pero lo contrario también es cierto: se pierden amigos por detestar a Petro.
Y así no debería ser. Los políticos nunca pierden. Nosotros, sí.
Hace cuatro años Petro perdió la presidencia y pasó al Congreso a ganarse más de treinta millones de pesos mensuales y cuatro meses de vacaciones al año, entre otros privilegios. Qué manera de perder.
La pasada campaña de Petro me costó doscientos amigos. Ni tan amigos. Contactos, digamos. Calculo que esta campaña me costará quinientos. Me dijeron de todo porque no apoyo ni apoyaré nunca a Petro. Me dijeron bruto y cosas así, y hasta que me las daba de escritor. Que tenía cultura de Facebook cuando me he pasado la vida leyendo y tengo una biblioteca de más de diez mil volúmenes. Una mujer dijo que no vendería más mis libros en su librería (asunto suyo) y una profesora que no permitiría que sus alumnos me leyeran. Le respondí a la profe que los niños me leerán cuando ya no estén bajo su dominio. Al menos eso espero.
La peor cosa sucedió con un escritor de medio pelo. Dijo que yo era una bestia. Y agregó que a las bestias había que matarlas.
El otro día entré a una tienda y vi a dos hombres peleando por un político y echando a perder la amistad. "Qué par de pendejos -pensé-. Se van a matar por un tipo que ni siquiera sabe que existen."
Así de estúpidos somos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario