ENERO
Huellas de niños
en la ventana helada
de una pequeña escuela.
Un imperio, leí en alguna parte,
se mantiene gracias a
la crueldad de sus prisiones.
MIL AÑOS DE SOLEDAD
Al anochecer
Cuando deja de nevar
Nuestras casas se levantan
Muy por encima de la tierra
En el silencioso espacio
Al que ni el ladrido de un perro
Ni el grito de un pájaro, llegan.
Somos como los antiguos marineros:
Nuestros cuerpos son el océano
Y el silencio es el bote
Que Dios nos ha dado
Para nuestro largo y desconocido viaje.
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