Claire Bloom
MADRE
Al fallecimiento de mi madre siguió un período de difícil adaptación. En un aeropuerto estuve a punto de comprarle un cartón de cigarrillos para llevárselos a casa. A veces me parecía que había quedado en encontrarnos para comer en el Daquise, un pequeño café polaco que estaba en su casa y le encantaba. No podía pasar por la calle Walton sin tener la sensación de que ella seguía allí. Tarde largo tiempo en aceptar que había desaparecido y no volvería a verla jamás.
Claire Bloom
Adiós a una casa de muñecas
Circe, Barcelona, 2015, p.224
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