Ilustración de Juan Chamizo |
Marc Behm
RECIÉN CASADOS
1
El Ojo estudió a los recién casados. Tendrían unos veinte años, eran frescos y limpios, sin cicatrices, sin deslustrar, aún sin contaminar. ¡Dios Todopoderoso! ¿Quién traicionaría al otro primero? ¿Tendrían una hija? ¿Qué cornucopia de angustia, penas, soledad y repulsión les habían ofrecido como regalo de bodas los duendecillos del himeneo?
2
Les deseo toda la felicidad del mundo. Se lo digo desde lo más profundo de mi corazón. Déjenme soportar todas sus penas; denme su pesar y sus pérdidas. Me los llevaré ahora conmigo y ustedes dos simplemente quédense con las alegrías y las dichas que les depare la vida. Hasta pronto.
Marc Behm, La mirada del observador, cap.17
No hay comentarios:
Publicar un comentario