Triunfo Arciniegas
LECTURAS INCONCLUSAS
4 de abril de 2019
Estoy leyendo cinco libros, cinco novelas. Qué frase tan falsa. No es más que una manera de decir que no he terminado de leer cinco libros. El desánimo, Neflix, las diligencias, razones sobran, y conste que ninguno de estos títulos es malo. Del primero, El fin de la aventura, una novela de Graham Green que me gusta mucho, tengo desde la adolescencia la imagen de un hombre bajo la lluvia, pues en realidad se trata de una relectura. El segundo es la primera novela de William Ospina, Ursúa. Y más que la trama, que no es muy apasionante o no es llevada como tal, me interesa la frase. Ospina maneja una sintaxis maravillosa. El tercero es la última novela de Evelio, Toño Ciruelo. La manera de contar de Evelio, novelista de pies a cabeza, es solamente suya. Los dos últimos títulos son dos novelas de Georges Simenon que empecé ayer, El gato y Maigrett en Nueva York. Figuran entre sus mejores libros. Simenon es un escritor para toda la vida. Literalmente inagotable, pues no sé de nadie que se haya leído sus quinientos libros. En mi biblioteca tengo unos cien, por lo menos. Nunca decepciona. Entiendo que alguna vez fue candidato al Nobel. Simenon es un genio, uno de los grandes.
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