miércoles, 24 de agosto de 2011

Triunfo Arciniegas / Muñeca de piel

Ilustración de Nicoletta Ceccoli
Triunfo Arciniegas
MUÑECA DE PIEL

Es rara la muñeca. Abre y cierra los ojos con asombro: tiene párpados. Es difícil explicar estas palabras: asombro, párpados. Los párpados son conchas de piel que cubren momentáneamente los ojos. Ventanas. Piel es la envoltura delicada, caliente y microscópicamente porosa que recubre el cuerpo por entero. Bello acabado. El cuerpo es una sola pieza indivisible. Si se le puya con un alfiler reacciona de inmediato. De frente o de espaldas, despierta o dormida. Porque duerme. Descansa. El manual especifica: “La piel siente”. Consideramos que se trata de un juguete demasiado complicado o sofisticado para nosotros, pero sin duda fascinante. Ox “enloquece” –otra palabra del complicado folleto de instrucciones- porque la muñeca le despierta los “instintos”. Sumisa y suave, perfectamente diseñada, parece entendernos, aunque en determinadas situaciones pretende desobedecernos. Pero no puede desobedecernos. Es más, esta palabra ha sido excluida de los diccionarios por obsoleta. Conviene que no desobedezca nuestro ritual lúdico por su propio bien o supervivencia: la piel duele. El alfiler, el calor, el frío, la presión. De acuerdo al folleto de instrucciones, sólo son inmunes al óxido. Su expresión de mansedumbre y derrota confirma nuestra sabiduría. Es rara la muñeca indudablemente. “No requiere cuerda manual ni programación ni tratos especiales.” Su mantenimiento se reduce a zanahorias, duraznos y diversas hierbas sin dueño que se encuentran fuera de las ciudades. 0X 13-512 quiere pasar todo el tiempo con la muñeca y descuida el mantenimiento del laboratorio.
Sólo tenemos tres días con ella. Una vez conocidos todos sus aspectos externos, su cuerpo y su conducta, es hora de adentrarnos en los misterios respiratorios, circulatorios, sanguíneos, en el sistema óseo, en la complejidad de los músculos y tendones. Aunque nos libra de la rutina, una operación semejante puede conducirnos al agotamiento y nos exige lubricación extra, programación doble, imprevistos ajustes en la maquinaria. La maquinaria es lo que el folleto de instrucciones considera organismo en la muñeca de piel.
Nada más tres días. Hace unos minutos perdió los movimientos. “No es reajustable ni reprogramable”, advierte el folleto de instrucciones. Sólo es desechable. Un juguete de esta categoría no debería ser desechable debido a su alto costo o al menos debería incluir cierta garantía, dos o tres meses como mínimo. De todos modos es una pérdida lamentable porque nos divertíamos cada vez que extraía de una cavidad secreta una pulpa rosada y húmeda y emitía sonidos maravillosos. Pasaremos el informe respectivo al departamento de quejas. Ox padece descontroles graves.
La siguiente exigencia es otro juguete muy semejante. Sólo se diferenciará del anterior por la elástica protuberancia de carne envuelta en piel que puede endurecerse o ablandarse según se manipule o no (véase nuevas instrucciones) y que en ciertas condiciones permite el acoplamiento o sistema primitivo de reproducción entre dos juguetes. Uno de ellos, luego de la unión, formará dentro de su cuerpo un nuevo juguete. Fascinantes estos animales. Pero de todos modos qué falta de seriedad en nuestras fábricas, sólo experimentamos tres días con la muñeca de piel. Le brotó por las cavidades secretas, por los orificios de la nariz, por las orillas de los ojos, por los orificios de los oídos, ese líquido caliente, rojo, cuyo nombre todavía no localizo en el folleto de instrucciones. Creo haberlo visto en la página 66, renglón 3, al final del renglón 3.



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