Vamos con 2024. Veo difícil que el Gobierno recupere sus mayorías en el Congreso, más allá de imponerse en algunas votaciones en la Cámara, con tanta mermelada repartida por el mininterior, Luis Fernando Velasco. En el Senado, el padrino de la jalea la tiene más complicada.
El costo de esa sucia operación está a la vista: el escándalo por una licitación de $ 86.000 millones en Findeter muestra que en esa entidad que Velasco entregó a un puñado de representantes liberales ya empezó el saqueo. Con esa política de compra de congresistas, el Gobierno del cambio se asoció con algunos de los peores corruptos de la política de siempre. Vienen más escándalos.
La economía se debatirá entre el estancamiento y la recesión. Las amenazantes acciones de la Dian y del mintrabajo contra empresas privadas, que vemos en estos días, frenarán aún más la inversión que viene cayendo feo, lo que derivará en 2024 en un aumento del desempleo. El PIB apenas crecerá en torno al 1,3 % el año que viene.
También seguirán mal –e incluso empeorarán– los indicadores de violencia. El Eln, las disidencias de las Farc y las demás bandas asesinas continuarán burlándose del Gobierno y de sus cacareados ceses del fuego –que solo cumple la Fuerza Pública– mientras las poblaciones más afectadas quedan a merced de los criminales que se sienten cómodos con la política del Presidente y de su mindefensa. Homicidios y masacres cierran 2023 por encima de 2022, y el secuestro subió 70 %: esas curvas seguirán al alza en 2024.
Predicciones 2024
El Tiempo, 31 de diciembre de 2023
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