PETRISTA BAJO SEUDÓNIMO
Un cobarde, amparado por un seudónimo, me trató ayer de uribista triple hijueputa. Nunca he sido uribista. Nunca voté por él. Nunca hice campaña a su favor. Nunca recibí ningún regalo suyo, ninguna beca, ningún cargo. Tampoco soy petrista. No creo en políticos de mierda, de izquierda o derecha, ni me amparo en seudónimos para decir las cosas. Un político no me resuelve la vida. Me la resuelvo yo mismo, con mi trabajo limpio y transparente, sin aprovecharme de nadie, sin hacerle zancadillas a nadie, cosas que no se pueden afirmar de los políticos.
El mundo no es tan simple. Que deteste a Petro no significa que sea uribista o, como dicen de manera tan burda, y generalizada, uribestia. ¿Con Petro solo los iluminados? Sabemos que no. Ahí están Benedetti, Roy Barreras, Ernesto Samper y hasta ayer Piedad Córdoba, a quien primero vuelve senadora y luego aparta, cuando se sabe que la multimillonaria es una manzana podrida desde hace muchos pero muchos años. ¿A quién le parecen decentes? ¿Puros de corazón?
No me interesan los hampones ni los mafiosos ni los narcos ni a los que los veneran. No pertenezco al reino de los asesinos y no estoy con el poder sino en contra. Siempre al margen, siempre libre, sin deudas, sin pleitesías.
A la feria no vengo a hablar de masacres sino de poesía y otras magias qué tal vez no le interesen.
Tampoco soy lo otro. Cómo se nota que este petrista anónimo no conoció a mi madre, mujer de un solo hombre, y que nunca hizo la calle. Estoy absolutamente seguro. Espero que de la suya, señor anónimo, pueda decirse lo mismo. No la conozco y por lo tanto no puedo asegurar las cosas que no me constan. Tal vez sea uribista, el diablo tendría la culpa.
Puedo decir, en cambio, que Petro es ególatra, que es mitómano, que se atribuye milagros que no le corresponden, que es mentiroso y traicionero, entre otras cosas. Y hay hechos suficientes para demostrar tan nefastos calificativos, suficientes para llenar un libro que podría llamarse borgeanamente "Historia universal de la infamia" y que, sinceramente, me da pereza escribir.
Que Petro no obtenga la presidencia y se quede viendo un chispero, como en las ocasiones anteriores, será para mí suficiente ganancia. Y en en cuanto a usted, pobre infeliz, si le dolió seguramente se está sobando en su anonimato significa que acerté con mis observaciones y qué dicha no saber ni siquiera su nombre.
Después de doce años en campaña, anda Yam desesperado como Marta Sánchez, proponiendo un disparate otro como el Perdón Social a los copitos en uno de los países más corruptos del mundo o trenes inverosímiles o expropiaciones o el robo de pensiones. Y que tenga que acudir a juramentos en una notaría me parece patético. Y es que a Petro no se le cree ni con un ramo de rosas en la mano. A los mentirosos simple y llanamente no se les cree. El man no me gusta, y punto,
Que Petro no obtenga la presidencia y se quede viendo un chispero, como en las ocasiones anteriores, será para mí suficiente ganancia. Y en en cuanto a usted, pobre infeliz, si le dolió y seguramente se está soñando en su anonimato dignifica que acerté con mis observaciones y qué dicha no saber ni siquiera su nombre.
Triunfo Arciniegas
Bogotá, 21 de abril de 2022
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