Miriam Reyes
MI CUERPO DESNUDO ESTÁ AQUÍ
y no en otra parte.
Pasa y verás lo que hay
tras el esmalte de dientes.
Pasa y verás.
Mi cara no es mi cara.
La pequeña señorita sin nombre
la muñeca con lágrima.
Por favor por favor por favor
llévame a casa.
Por favor por favor
juega conmigo.
La autómata me protege
con su cuerpo de niña bonita de goma homologada.
Qué dulce, qué dulce y perfecto
en su vientre vacío suena el mar.
A la gente le encanta.
Le encanta la concha bajo la que el cangrejo ermitaño sobrevive.
La gente prefiere las conchas, las lleva a su casa
se las acerca al oído
las escucha.
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