lunes, 23 de junio de 2025

Lecciones de semántica / Vacuna




Lecciones de semántica
VACUNA

 La palabra vacuna proviene del latín vacca, que significa vaca. Y no es un simple capricho etimológico: la historia lo justifica con creces.

En 1796, el médico inglés Edward Jenner hizo una observación que cambiaría el rumbo de la medicina para siempre. Notó que las lecheras que habían estado expuestas previamente a la viruela vacuna —una forma leve de virus que afectaba a las vacas— parecían inmunes a la temida viruela humana. Aquellas mujeres no enfermaban, incluso cuando se les practicaba la entonces común “variolización”: un procedimiento rudimentario que consistía en inocular a una persona sana con pus de un infectado, con la esperanza de generar inmunidad.

Lo que el saber popular campesino ya intuía —“ordeñando vacas, uno se protegía de la viruela”— fue comprobado por Jenner con método y evidencia. Su genialidad no fue solo notar la conexión, sino comprender que el contacto con un virus menos virulento podía entrenar al cuerpo sin causarle la enfermedad. Era el nacimiento del principio de la inmunización.

Aquella primera vacuna fue literalmente eso: una dosis de vaccinia, extraída de las vacas. Y fue el primer paso hacia un mundo sin viruela.

Desde el año 1900, la viruela mató a más de 200 millones de personas. Pero en 1977, tras una campaña global de vacunación, la humanidad logró lo impensable: erradicarla por completo.

Todo comenzó con una aguja, una observación brillante…y una vaca.

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