EL GRITO Y LA DERROTA
7 de agosto de 2024
A la izquierda, Uta Abe, la deportista japonesa cuyos gritos de frustración, tras perder en su categoría de menos de 52 kilos, no se olvidarán. Unos días después, Carolina Marín, de rodillas, llorando desconsolada en el suelo tras lesionarse en la semifinal de badmintón, volvió a recordar cómo en el deporte puede aparecer un componente aleatorio, que nada tiene que ver con el mérito y el esfuerzo, que puede terminar con un sueño en un segundo. A la derecha, 'El grito', de Edvard Munch (1863-1944). Foto de MICHAEL REAVES Ana Marcos / GaBriel BravO
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