Ilustración de Sylvain Coulombe |
Graham Greene
EL ODIO
El odio es muy semejante al amor físico; tiene sus crisis y luego sus períodos de calma. (p. 56)
La pena y desengaño son como el odio: afean al hombre con la compasión de sí mismo y la amargura. (p. 135)
Yo no sufro: odio. Odio a Sarah porque era una puta, odio a Henry porque ella optó por él, y le odio a usted y a su Dios imaginario porque usted la apartó de todos nosotros. (p. 157)
La pena y desengaño son como el odio: afean al hombre con la compasión de sí mismo y la amargura. (p. 135)
Si la odio tanto como la odio a veces, ¿cómo puedo
quererla? ¿Se puede realmente querer y odiar a la vez? ¿O será sólo a mí mismo
a quien realmente odio? Odio los libros que escribo con una habilidad trivial y
nimia, odio el espíritu profesional, que me empuja a seducir a una mujer a
quien no quiero por la información que puede procurarme, odio a este cuerpo que
gozó tanto pero fue inadecuado para expresar lo que el corazón sentía, y odio
mi espíritu suspicaz, que lanzó a Parkis tras su rastro, que espolvoreó los
timbres de las puertas, escudriñó los cestos de papeles, robó sus secretos. (p.158)
Mi odio era tan mezquino como mi amor. (p. 159)
Graham Green
El fin de la aventura
Sur, Buenos Aires, 1979
The 100 best novels No 71 / The End of the Affair by Graham Greene (1951)
Graham Green / El fin de la aventura / Reseña de Vargas Llosa
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