Gracias a Dios terminaron la semana y el mes, he andado con una racha que me urge me pasen un huevo, y no de los que están pensando (¡ojalá fuera de esos!). No, un huevo que logré sacarme tanta mala suerte o vibra. Esta última semana pintó terrible. Primero se rompieron mis anteojos y créanme no veo sin ellos, después se descompuso mi reloj de mano y me encanta (¿cómo uno se vuelve dependiente tan rápido a las cosas materiales, verdad?). Me lo regalaron el año pasado, es digital, de los que te dicen hora, pulsaciones y demás, está muy lindo. Pero ahorita ya no enciende, de pronto se murió y a cada rato yo volteó a ver mi muñeca negada a aceptar que ya no lo puedo usar. Después me quedé un día y medio sin agua, por culpa de la pésima administración de mi edificio (realmente fue desesperante pero ya contratamos una pipa) y lo peor, realmente pésimo, fue que me rayaron con una llave mi camioneta por los dos lados. No sé quién ni en dónde porque soy muy despistada y no puedo asegurar que vi el daño justo después de que me lo hicieran. Pero me dolió mucho que me perjudicarán mi vehículo, porque fue con mucha saña.
Al principio lo quise tomar con filosofía y pensé: "Pobre persona a mi me raya el carro pero su alma la trae muy lastimada, debo sentir pena por ella". De verdad no me enojé. Pero sí me agüité, porque me quedé meditando pues yo en realidad no le hago daño a nadie, ni tengo tiempo para hacerlo ni es mi naturaleza querer lastimar a alguien por más insoportable que pueda resultarme. Digamos, ando siempre en automático y en la pendeja.
Y desde el martes que me ocurrió este hecho, anda rondando en mi cabeza ¿por qué a mi? Me preocupa pensar que pueda despertar sentimientos tan negativos sin siquiera percatarme. Y lo peor cada que salgo esos rayones me lo recuerdan. Ya lleve a pulir mi camioneta pero no pudieron reparar el daño, sigue ahí. Recordándome que alguien me tiene mucha rabia y siento feo.
En fin, mi reloj y anteojos se pueden reparar, el asunto del agua se va a resolver, llamaré al seguro para arreglar bien la camioneta, pero que un desconocido te traiga tanto coraje, ¿díganme, cómo lo resuelvo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario