Geo Bogza
Recuerdos de Polonia
I
En Varsovia, una muchacha hablaba así:
si quieres acariciarme, yo no me opondría
si quieres besarme, puedes hacerlo
te permitiría que me desnudes los senos.
Pero debes saber que a papá lo fusilaron los alemanes
y a un hermano mío lo quemaron en los hornos.
Si quieres acariciarme, yo no me opondría
pero debes saber que todos estos muertos aúllan en mí
y yo toda, toda soy de ceniza.
Bésame, pero que no te sepa amarga.
En Cracovia, una muchacha hablaba así:
si quieres puedes abrazarme
si quieres puedes acariciarme los senos
pero no me compres abalorios, nunca.
Tenía trece años cuando los alemanes
ahorcaron a mamá en un árbol de la calle.
Si quieres podemos atravesar nadando el Vístula
pero no me digas que tengo el cuello blanco y bello
y no me compres abalorios, nunca.
Geo Bogza
Nació en Blejoi, comunidad del condado de Prahova, Rumania, en 1908. Fue poeta, teórico y periodista. Su poesía fue fundamental en el desarrollo de la vanguardia rumana. Más allá de explorar la médula libertaria de sus ideales políticos a través de su labor periodística, Bogza asumió un riesgo mayor en su creación, no sólo en cuanto a su temática —tomar, por ejemplo, la explotación petrolífera como veta literaria y motivo para la indagación de la vasta conciencia humana—, sino que su visión poética logró configurar un lenguaje vívido cuya materia lírica, descarnada y directa, es a la vez la mirada y la morada del asombro que revela en el cuerpo mismo de las cosas la eternidad. El amor otorga un matiz específico a su obra. La ternura y el erotismo son fuerzas que distinguen su voz. Al considerarse obscenos algunos de sus poemas, Bogza fue encarcelado en dos ocasiones. Murió en Bucarest en septiembre de 1993.
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