Yoko Ogawa
HOTEL IRIS
Una vez, mi padre no regresó. Al atardecer del día siguiente seguíamos sin conocer su paradero. Yo entraba y salía continuamente del hotel para distinguir lo antes posible su figura al otro lado de la calle, hasta que mi madre me riñó.
Al final, entrada la noche, nos trajeron el cadáver de mi padre. Tenía la cara hinchada y sucia de sangre seca: parecía otra persona. A partir de aquel entonces ya no tuve necesidad de esperar nada.
HOTEL IRIS
Ediciones B, Barcelona, 2022, p. 38
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