Jon Fosse |
Jon Fosse
EL ALCOHOL Y LA ESCRITURA
Hay una relación, de eso no cabe duda, que se remonta a tiempo atrás. En la antigua Atenas se hablaba de los poetas borrachos. Ese espacio seguro que encontré en la escritura a los 12 años nunca ha cambiado, siempre escribo desde ahí. He tenido críticas malas y muchas crisis, pero nunca ha afectado a ese espacio. Nunca he podido escribir cuando bebía, porque me volvía sentimental, perdía la precisión, la agudeza, el foco, la claridad; incluso con una pequeña cantidad de alcohol mi escritura se volvía pésima. No escribo todos los días, pero cuando lo hacía, la combinación durante muchos años era escribir de día y beber de noche. Cuando empecé a hacerlo por las mañanas tuve que parar. Y lo logré.
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